CAPÍTULO SEIS Alejada del centro de París, en los suburbios del noroeste de la región de Ile-de-France de la capital, Adele mantuvo la mirada hacia adelante mientras el automóvil llegaba al cuarto piso de la estructura de aparcamiento de la DGSI. El viaje había transcurrido en completo silencio; ahora, la Agente Paige salió bruscamente del vehículo, diciendo algo por encima del hombro sobre reunirse con Foucault. Dejó a Adele sola para pasar el control de seguridad hasta la oficina de su antiguo mentor. Entrar en la oficina de Robert fue un alivio. Adele pudo sentir que sus hombros se relajaban, como si le quitaran un peso, cuando cruzó la puerta tras un suave golpe en el marco. El viaje había sido pesado, pero su ánimo se levantó mientras escudriñaba la conocida habitación. Las paredes

