Cinco años después.
Luego de escapar aquella noche junto a su hijo para salvar así la vida de Dan y evitar que Tobías se convirtiera en un criminal. El dolor latente de extrañarlo fue inevitable, durante estos eternos cinco años jamás logré olvidar a Tobías, él había cambiado la historia de mi vida y para siempre.
Sin embargo nunca podré perdonar que haya desconfiado de la Paternidad de mi hijo. Durante este tiempo y con la ayuda de mi papá conseguimos quitar el apellido Whitman de mi hijo James, por lo que mi niño solamente me pertenece a mi.
En este tiempo me he dedicado cien por ciento al cuidado de James y el de perfeccionarme como una magnifica abogada,me he dedicado a llevar algunos casos de importancia que han conseguido otorgarme un lugar en este mundo, una posición importante, un nombre destacado para respetar.
Pero hoy me toca volver a mi ciudad, mi abuelo Hans se encontraba muy delicado de salud, su vida se comenzaba apagar, daños colaterales de la edad misma.
Tras salvar la vida de Dan, intentamos volver a sostener una relación pero no lo conseguimos, nos dimos cuenta que nos queríamos pero como grandes amigos y él se caso y yo me quede sola con mi hijo.
Mientras abandonabamos nuestra casa, llevandonos con nosotros a Puffy el perrito poodle de James. Con las maletas ya en el avión y con un millón de sensaciones que recorren cada fibra de mi cuerpo, es volver al pasado.
No sé si este preparada, espero no encontrarme con Tobías otra vez.
Tras unas horas de viaje nuestro avión aterrizs, bajamos y en el aeropuerto me esperaban ansiosos y felices mis papás, James los reconoce y corre directo hacía ellos.
-Mi pequeño nieto.-Mi mamá besa su frente.
-Hola abuelita.-James le sonríe.
-Estás tan grande y hermoso mi niño.-Papá acaricia su cabello.
Me acerco hacía ellos y los abrazo sin dejar a Puffy en el suelo.
-¿Que tal el viaje?.-Dice mi mamá.
-Si, bien.
-¿Estás segura de querer estar aquí?.
-Si mamá. Todo por mi abuelo, necesitamos estar a su lado, tengo la esperanza de que se recupere. Llenaremos de amor y mimos al abuelo Hans, ¿verdad James?.
-Si mami..Ya lo quiero ver.-Da un brinco.
-Entonces vamos.-Mi padre lo lleva de la mano.
Para nuestra suerte papá siempre estaba acompañado de sus guardespaldas y felizmente me ayudarían a cargar las maletas en la camioneta en la cual han llegado a buscarnos. Nos subimos y papá conduce hasta la nueva casa, después del voraz incendio que consumio la casa de Tobías, mis padres vendieron la casa que tenían y compraron otra aún más grande y más alejada de la ciudad, esta nueva propiedad colindaba con un hermoso lago y poseía unos paisajes sensacionales y únicos, esté será el lugar perfecto para criar a James, rodeado de tranquilidad.
Al llegar, las grandes puertas de color café se deslizan y los autos ingresan, nos bajamos y mis papás ya nos tenían nuestras habitaciones preparadas.
Ordenamos un poco y voy en dirección a la habitación de mi abuelo, entro y lo veo acostado en su cama, mirando al techo.
-Hola abuelo.-Digo sonriente.
-¿Susie?, ¿en verdad eres tú?.-Se acomoda en su cama.
-Si abuelo soy yo.
-Mi niña, estás convertida en toda una mujer. Hermosa, adulta e inteligente.
-Gracias por los halagos.-Me reí.
-¿Cuanto tiempo te quedaras aquí?.-Tose.
-Ya no me iré nunca más.
-¿Pero sabes que él aún está acá?.
-Imagino que si. -Agache la mirada.
-¿Y estás preparada para encontrarlo en cualquier minuto?.
-No. No lo estoy pero me mantendré en el anonimato absoluto.
-Él se enterará de igual forma hija. Sabes el poder que tiene y toda su influencia aumento después de que te fuiste.
-¿Porque?
-Se ha convertido en un hombre arrogante, con tu padre optamos por romper la sociedad a su lado, estaba haciendo mal su trabajo y hoy que tomo malas decisiones.
-¿Cuales serían?.
-Según rumores, esta metido con la mafia.
-¿Que?, definitivamente este hombre es un loco. Menos mal escape de su lado.
-De alguna manera tuvo que aprender a llevar la perdida de tu supuesta muerte. Su vida se destruyo completa y tengo miedo de que te encuentre y se vuelva aún más loco.
-Porque nunca le dijeron que no morí aquella noche y que me escape.
-No nos dió la posibilidad, cego su dolor y se encerró. Luego nos expulso de su vida.
-Bien. No hablemos más de él, lo importante era mi hijo y salvar la vida de Dan. Lo hecho, hecho está. -Acaricio su frente.
Por mas que intente mantener la compostura, se me hace dificil la idea de coincidir alguna vez por la calle. Él me creía muerta en ese incendio provocado por su mamá y no, yo había escapado. Tobías dudo de que James era su hijo y hoy en día mi pequeño es identico a él, solo con la cabellera cobriza como yo.
No estoy lista para encontarlo, no. Principalmente porque no he dejado de amarlo, he vivido día y noche pensando en él, recordando cada bello momento a su lado pero todo era un simple plan, se había acoplado con su padre y yo no podía estar al lado de un hombre que al parecer olvido lo que Willmer me había querido hacer y para mi, eso significaba que realmente nunca me amo de verdad.
Me mantuve un momento más en compañía de mi abuelo, espere que se durmiera y regrese con los demás. James corría alegre y pleno por toda la casa.
Verlo correr me trajo a mi memoria la noche que escapamos y lo que tuve que vivir meses después, inevitablemente una lágrima cayo por mi mejilla.
-¿Hija?.-Dice mi mamá.
-Perdón por un momento recorde el momento más triste de mi vida.
-Lo entiendo. Se que fue dificil para ti lidiar con la situación de ese entonces.
-No sé si algún día logre olvidar. Tengo tanto miedo de encontrarme con Tobías y termine contandole lo que ocurrió...
-Cariño debes dejar pasar el tiempo y mentalizarte en tu hijo y tu profesión.
-Como olvidar, si dos meses después me entere que estaba embarazada otra vez y mi bebé no corrio con la misma suerte de James. Es un dolor desesperante, en especial porque Dan se enamoro y se largo.
-¿Valio la pena dejarlo todo por un "amigo" que a penas pudo se marcho?. -Se cruza de brazos.
-No mamá y espero nunca en mi vida volver a ver a Dan. Pero el recuerdo de ver a mi hija nacer sin vida es una imagen que no puedo borrar...se parecía tanto a Tobías.
De pronto una de las empleadas entra apresurando sus pasos, nerviosa.
-Señora Irina.
-Si dime.-Responde Mamá.
-Hay una visita que esta entrando a la casa.
-¿Quién es?.
-El Señor Whitman....Tobías Whitman está aquí.