Natasha pasó la mañana en su habitación, dejando que su mente procesara todo lo sucedido, aunque no quería enfrentarse a nadie, sabía que quedarse en su cuarto no era una solución permanente, así que, con un suspiro, decidió bajar al comedor a la hora del almuerzo. El ambiente estaba tenso cuando entró, su madre, estaba sirviendo la comida con una sonrisa tensa, mientras Anastasia hablaba animadamente con Vladimir sobre algún evento social próximo, Alexei no estaba presente, pero Viktor, sentado a la cabecera de la mesa, levantó la mirada cuando Natasha entró. — Ah, Natasha, por fin decides unirte a nosotros. — dijo Viktor, su tono impregnado de una alegría que le pareció desagradable. Natasha ignoró el comentario y tomó asiento, no tenía hambre, pero sabía que su ausencia solo le daría

