AMÉRICA Han pasado dos meses, durante los cuales no he sabido nada ni de Bryce Henderson ni de mi padre y hermana. Estoy bien; me mudé al departamento de Debby, mi mejor amiga y aliada. Estudiamos en la misma universidad y ahora trabajamos juntas en una tienda departamental de alto rango. Sí, las horas de trabajo son exasperantes, pero es mejor esto que soportar a un par de amargados envenenados y a un arrogante empresario poderoso. No me he divorciado de él; la verdad es que estoy esperando a que se le baje un poco el coraje y la rabia que siente hacia mí. Luego podremos hacerlo. De vez en cuando, visito algún portal de Internet para saber de él, pero no encuentro nada, salvo que su empresa sigue aumentando su fortuna como si fuera espuma. Tampoco me esfuerzo por ser encontrada; no q

