AMÉRICA Dos años es el tiempo que me tomó salir adelante y levantar, junto con Debby, la empresa Diamond, el nombre de nuestra marca de maquillaje, uno de mis sueños más grandes, al que jamás renuncié. Como base, utilicé mis ahorros y parte del dinero de mi herencia que papá me dio una vez cuando estaba ebrio, y mi hermana Alene estaba en una fiesta con su entonces novio, Bryce. También contamos con la generosa donación de un importante socio que nos ayudó a impulsar todo el proyecto, que comenzó como un juego y ahora es una realidad. Salí de San Francisco con Debby y nos mudamos a Noruega, donde actualmente resido. Perdí el contacto con mi padre y mi hermana cuando abordé aquel avión, y el miedo, la incertidumbre y la desesperación me acompañaron, ya que estaba embarazada del hombre que

