Después de esto debía admitir que mil emociones habían pasado dentro de mi y no podía negar que me mantenían en un colapso, después de lo que hicimos ayer me regreso a mi casa y después de eso me recosté, pero sin embargo no dormí absolutamente nada, había sido una lucha constante entre decirle que lo amaba y admitir que no estaba habiendo un bien, eramos compañeros de trabajo y el más específicamente mi jefe. ¿Qué le decía? Si cumplimos todos los clichés que había leído, si ingresábamos a una nueva historia de amor, uno de los dos terminaría completamente roto. Era absurdo. Apenas me miré al espejo al despertar note que habían tantas ojeras en mi como si fueran maquillaje, no había dormido pensando en aquel momento que había marcado el inicio de absolutamente todo o el final. Me meto a

