TU AMOR NO VALE LA PENA, MI PERVERSO ESPOSO.

—Señor, he logrado completar la solicitud que me había hecho. — le dice su empleado y hombre de confianza a Braulio Monte del Llano, quien se encuentra sentado en su silla sosteniendo el bastón del que depende para caminar y que se ha convertido en su fiel compañero. —Eso quiere decir que mi plan será un éxito. Pronto empezaré mi venganza en contra de esa maldita mujer que me arrebató lo que más quería en este mundo. —Ya he hecho las gestiones necesarias con la familia Silva y ellos están dispuestos a casar a su hija contigo. —Excelente, organiza mi boda con esa mujer lo más pronto posible. —Así lo haré. …………………………………………………………………………………………………………………………………….. —¡Papá, no me casaré con ese lisiado! —grita Olivia, la hija de Leonardo Silva. —Ese hombre es uno de los más ricos y poderosos del país, y tu matrimonio con él es lo mejor que te podría suceder —le dice tratando de convencerla, pero Olivia está renuente a aceptar este matrimonio. —Yo no lo creo así, ese hombre no puede ir a ningún lado si no es con su estúpido bastón, y según he sabido él no sale de su casa. Yo sería una prisionera ahí. Soy una mujer joven con una vida por delante y no quiero amargarme la vida al lado de alguien como él. —Ya tu compromiso con él está establecido y no se puede romper —le dice Leonardo a su hija. —Pero yo no deseo casarme —dice llorando y va hacia los brazos de su madre a llorar desconsolada. —Cariño, debe de haber alguna manera de evitar este matrimonio y lograr mantener nuestro negocio con él —le dice Carolina, su esposa y madre de Olivia. —Esa fue la condición que ellos me dieron para darme el dinero que necesito para sacar nuestra empresa de la quiebra. —Mamáááá, no quiero casarme con ese hombre, ni siquiera nos conocemos y no sé por qué quiere casarse conmigo —grita desesperada. —¿Qué tal si lo casamos con otra persona? —dice Carolina y tanto su esposo e hija la miran con cara de sorpresa. —¿A qué te refieres? —pregunta Leonardo. —Él no conoce a nuestra hija, así que si hacemos que Natalia se case con él en lugar de Olivia sería una solución para todos. —¿Qué dices? —dice Leonardo sorprendido. —¡Esa es la solución más perfecta! —exclama una feliz Olivia. —Entonces lo haremos así, casaremos a Natalia con Braulio Monte del Llano. —No creo que esto sea una buena idea —dice Leonardo dudoso. —Le diremos que es nuestra hija. Después de todo, nosotros la hemos criado desde la muerte de tu hermano y ella nos debe muchos favores. Creo que este es el momento para que ella empiece a pagarnos por lo que hemos hecho todos estos años por ella. —dice convencida de que Natalia está obligada a hacer lo que ellos le pidan. —No creo que sea buena idea, ni que lo que dices sea posible, recuerda que ella está comprometida con Damián y ya tenemos la fecha para su boda. —Ella que se case con el lisiado y yo me casaré con Damián —dice Olivia decidida a no tener nada que ver con Braulio Monte del Llano. —No creo que Damián acepte esto y si Braulio se entera de que cambiamos a la novia nuestra situación se complicaría. —Papá, deja a Damián en mis manos que yo lo convenceré de renunciar a su compromiso con Natalia y cuando todo esté hecho la casamos con Braulio —le dice convencida de que podrá lograr hacer que Natalia acepte sin protestar su compromiso con Braulio. Natalia se encuentra en su cuarto dibujando algunos bocetos, su sueño es diseñar los más hermosos vestidos de novias. Ella ha estado diseñando su propio vestido, con la más grande ilusión de usarlo cuando llegue el día de su boda con Damián. Tocan a la puerta de su cuarto. —Adelante —dice mientras sigue concentrada en su dibujo. —Hola, Naty —le dice Olivia mientras camina hacia ella y se sienta a su lado en la cama. —Necesitas algo? —le pregunta algo desconfiada y cuando mira hacia la puerta ve a la madre de Olivia, quien también acaba de llegar. —Quería hablar contigo sobre tu compromiso. —¿Qué me quieres decir? —le dice mientras centra su atención en las dos mujeres y deja lo que está haciendo. —Estuvimos hablando y mi padre cree que lo mejor sería que te cases con Braulio Monte del Llano —le suelta sin rodeos y Natalia la mira sorprendida por su petición, cuando ella sabe muy bien que está comprometida con Damián, su novio desde hace dos años. —No, no voy a aceptar eso que me están pidiendo —dice Natalia, negada a aceptar esa absurda petición. —Creo que estás siendo malagradecida, has vivido de nosotros todo este tiempo y te hemos ayudado, Braulio es un hombre importante y tu matrimonio con él es lo mejor que te puede suceder. —Eso es imposible —le dice tratando de mantener la calma y negándose aún. —Nos lo debes, nosotros te criamos y te dimos todo, ahora es momento de que hagas algo por nuestra familia —le reclama Carolina. —Y si es alguien tan importante ¿por qué no casan a Olivia con ese hombre? —le pregunta intrigada. —No puedo casarme con él —le dice Olivia. —¿Por qué tú no puedes y yo sí? —la interroga. —Estoy embarazada y espero el hijo de otro hombre —le dice dejándola sorprendida. —Ya estoy comprometida y me casaré con Damián. —Él no se casará contigo —le dice sorprendiendo y dejando a Natalia confusa. —¿Y eso por qué? —Porque él es el padre de mi hijo —le dice y Natalia se queda sorprendida sin saber qué hacer o qué decir. —Vete y déjame sola. — le dice molesta, ella esta segura que lo que le ha dicho su prima no es mas que una mentira para salirse con la suya. —Me voy, pero desde ahora te digo que Damián es mío y yo seré la que se convertirá en su esposa. — le dice Olivia mientras se pone de pies. —¡Sal de mi cuarto ahora mismo! — le grita molesta. Olivia sale del cuarto de Natalia acompañada de su madre mientras que Natalia se queda sorprendida y confusa con lo que acaba de suceder. Desesperada ella toma el teléfono que esta en la mesa de noche y maraca el numero de su prometido, el cual responde la llamada a los pocos timbrazos. —Hola, cariño. — escucha decir del otro lado y su deseo de confrontarlo disminuye. Es mejor si lo cuestiono en persona, se dice a sí misma. —Hola, mi amor. —¿Deseas algo? —No, solo quería escuchar tu voz. —le dice tranquila y sintiéndose enamorada, aunque inquieta por lo que su prima le acaba de revelar. Después de su llamada, en vez de sentirse calmada, Natalia se encuentra agitada y molesta. Decidida a no permanecer con la inquietud, toma su bolso y se dirige hacia el apartamento de su prometido. Él le había dado una copia de sus llaves, así que podía entrar sin problema y esperar a que él llegara del trabajo. Natalia llega al edificio y camina hacia el ascensor para ir al piso donde se encuentra el apartamento de su prometido, pero se queda petrificada al verlo ir con Olivia de brazo. Ella simplemente se hace como si no sucediera nada y, en vez de subir al ascensor con ellos dos, decide esperar y confrontarlos. Natalia toma el otro ascensor y con cautela los sigue. A lo lejos, los ve a los dos entrar en el apartamento de Damián. Natalia, triste y sintiéndose enojada, no se deja llevar por sus emociones y decide darle unos minutos para luego entrar al apartamento y descubrir si de verdad él la ha traicionado con su prima.