—N-No sé de qué hablas —mintió Lars—. Yo nunca te he traicionado, Maxine. Prefirió omitir el nombre de Gavin, porque no se sentía con el valor de mencionar su nombre frente a ella. Él sí había traicionado a su padre y no quería mentirle a ella, diciéndole que no lo había hecho. La rabia provocó que un estremecimiento recorriera el cuerpo de Maxine. Quiso sacar todo lo que tenía dentro y gritarle sus cuantas verdades a Lars; echarle en cara que ella sabía muy bien lo que él había hecho, porque los había visto ese día. Sin embargo, se contuvo. No era el lugar, ni el momento, oportunos para hacerlo. «Ya llegaría la hora de sacar a relucir toda la verdad», se dijo. —Eres un maldito metiroso. —Fue lo único que escupió, antes de darle un empujón a Lars para apartarlo de su camino y salir de

