Después de salir del baño, Lars decidió que no quería ir a trabajar. En 13 años, como uno de los jefes al mando de Reiner Corporation, jamás había faltado al trabajo. Estaba empeñado en ser el mejor y en demostrar que no había llegado ahí nada más porque se cogía a Rosamund, sino, porque había aprendido muy bien de su antiguo jefe y porque era un hombre dedicado al trabajo y muy responsable. Sin embargo, ese día lo atacó el extraño antojo de pasarlo junto a la cría. Quería cogerla hasta el cansancio y dormitar a su lado, cuando estuviera extenuado. Parecía un estúpido adolescente, él lo sabía muy bien. Sin embargo, le importó una mierda y le dio el gusto a sus deseos más pendejos. De más estaría decir que cumplió su deseo. Cogieron en toda la casa; en donde el apetito los agarrara: en

