Querido Paris

Capítulo 2

Jamás había salido de mi ciudad, a pesar de que vivo en Europa, donde conocer un nuevo país es casi como salir a dar una vuelta por el parque, pero yo jamás lo había hecho hasta el momento en que decidí aventurarme

Siempre he querido conocer otro país, otras ciudades, otros paisajes, visitar monumentos importantes, conocer su cultura, comida, atracciones más icónicas y vivir la experiencia que es viajar.

París, era sin duda alguna la ciudad que siempre me ha perseguido, desde que soy una niña que quería conocerlo y saber que estoy a horas de cumplir mi propósito, me tienen ansiosa, nerviosa y muerta de miedo.

Viajo sola, sin nada más que mis documentos, teléfono y una maleta de mano.

Si, estoy muriendo de nervios y queriendo cada cinco minutos abandonar esta loca idea, pero luego hablo conmigo misma y llego a la conclusión de que necesito salir de mi zona de confort, que debo vivir y experimentar.

- ¿Llevas todo lo necesario? - pregunta mi mejor amiga Nicole, ella se ofreció en ayudarme a empacar, aunque llevaré lo justo y necesario.

- Hmmm si, eso creo - digo analizando mi maleta que se encuentra abierta sobre mi cama.

Nos quedamos en silencio, yo por estar pensando y sobre pensando en todos los pros y contras de esta loca idea mía y mi amiga, pues no lo se.

- ¿Qué? ¿Pasa algo? - le pregunto cuando me giro en dirección a mi baño y la veo pensativa.

- No, nada...- dice y estoy segura de que hay algo más, hasta que abre la boca girándose en mi dirección - Bueno sí, es que me parece todavía increíble que vayas a hacer esto. Te conozco de toda la vida y jamás habías sido tan aventurera para hacer algo así - dice y sonrío nerviosa, lo sé, hasta para mi es descabellado.

- No te niego que me costó demasiado hacer esto y sigo pensando en los pros y contras de esta loca idea mía, pero necesito salir de la monótona vida que llevo hasta ahora. No hago nada por mí que no sea trabajar - digo con algo de pesar, porque si, todavía soy joven y no tengo ni un solo recuerdo de algo importante que haya hecho en mi vida o de algún lugar que haya visitado.

- Lo sé y me alegra muchísimo, sabes que todo lo que sea algo positivo para tu vida, yo siempre te estar apoyando - me abraza por los hombros.

- Si se y gracias, ahora terminemos que esta noche necesito descansar - le digo y ella sonríe emocionada.

Luego de un par de horas entre que elegir, charlas sin sentido, beber y comer, logramos terminar con la misión del día de hoy.

Ahora solo me queda descansar para ir mañana a trabajar y luego de eso ir a la estación de trenes para tomar el mío con dirección a París.

Podría haber ido en avión, pero considero que ir en tren será una experiencia más única y entretenida, estaré viajando por la noche pero llegando ya siendo de día en París, donde podré aprovechar al máximo mi fin de semana.

Estaré en la ciudad solo 3 días, los cuales pienso aprovechar cada segundo de ellos y para eso, me preparé viendo toda clase de videos de youtubers donde mostrarán toda clase de actividades a realizar y sus relatos propios de cómo es estar en aquel lugar.

Hay muchas cosas que hacer, muchos lugares por recorrer y conocer, es increíble que viendo los videos, cayera en cuenta de todo lo que me estoy perdiendo por miedosa, por poco atrevida.

También me dedique a buscar información más histórica de la ciudad y sus principales atracciones como lo son la Torre Eiffel o el Arco de Triunfo.

Para prevenir incidentes y no tener que hacer filas eternas al querer conocer todos los lugares que tengo en mente, decidí comprar los tickets a las principales atracciones por internet, de esa manera me aseguro de tener mi cupo asegurado y entrar de manera rápida a todo.

Imprimí el comprobante de todo por si el internet me falla, mujer prevenida vale por dos y como dije, planifique hasta el mínimo de detalles de este viaje para aprovecharlo al máximo.

Quiero que sea una experiencia inolvidable y aunque muera de miedo, la disfrutaré a concho,

Termino de guardar mis artículos de aseo personal por la mañana antes de ir al trabajo, cierro bien mi maleta de mano y me voy al trabajo, ya que me pedí el viernes libre solamente y si esta experiencia resulta ser mejor de lo que tengo pensado, pretendo comenzar a hacer este tipo de viajes relámpagos de forma más seguida.

El día en la oficina se pasa rápidamente, mis compañeros no creen lo que voy a hacer, algunos se muestran escépticos ante mi escapada de fin de semana, pero no dejo que me alteren con sus comentarios, los que algunos son bastante maliciosos.

No, no deseo que nada se arruine.

Salgo a eso de las 7 de la tarde de la oficina y veo a mi otra mejor amiga, Sofia, esperando por mí.

- Mujer, te juro que si hubiera podido te acompaño en este viaje, pero el cerro de trabajo que tengo acumulado me lo impide - dice lloriqueando al verme y mientras guarda mi maleta en su coche.

- El próximo viaje lo podemos planificar con más tiempo y así vamos juntas - le digo sin pensarlo.

¿Habrá otro viaje? Bueno...espero que sí.

- ¿¡En serio!? Uy, que maravilloso, ya lo dijiste y no te puedes retractar - suelta más que emocionada y se por qué motivo, y eso es porque siempre viajo con ellas dentro del país y no hacia fuera y sé que le emociona la idea de vivir conmigo estas experiencias.

- Me secuestras si me arrepiento - vuelvo a hablar sin pensar antes, diablos, que me pasa?

Ella solo me ve con una radiante sonrisa.

Nos subimos al coche y vamos hablando de todo lo que tengo pensado hacer al momento de llegar a mi destino, me pide que las mantenga informadas en todo momento de lo que hare y donde estoy, que cada tres l cuatro horas les envíe un mensaje notificando que estoy viva y sin problemas.

Aquel comentario no me gusto, pero lo deje pasar, porque como dije, no dejaré que nada me afecte.

En poco tiempo llegamos a la estación de trenes y buscamos donde debo de esperar para abordar el mío.

Sofia me acompaña mientras esperamos a que sea mi turno de abordar, seguimos conversando sobre varios temas, aprovechamos de cenar en el lugar, ya que tengo pensado dormir la gran parte de mi viaje, son casi diez horas en tren hacia mi destino y no deseo mantenerme despierta durante todo el viaje.

El tiempo pasa de prisa y sin darnos cuenta, ya estoy en mi asiento despidiéndome de Sofia por la ventanilla.

- ¡Llámame cualquier cosa! ¡Da igual la hora! - dice en medio de gritos cuando el tren comienza a avanzar.

- ¡Lo haré! - le respondo.

- ¡Disfruta, te lo mereces! ¡Y no lo olvides! - dice corriendo como loca y yo solo sonrió divertida -... ¡SOLO SE VIVE UNA VEZ, CHARLY! - Escucho como dice lo último antes de que el tren salga de la terminal y si, solo se vive una vez, así que aquí vamos pequeña Charly a disfrutar de este grandioso fin de semana en nuestra muy apreciado y Querido París.