Justo cuando cerraba esa libreta con prácticamente cuatro años de la vida de Claudia llegaba Charles, mi esposo, lo abracé fuerte y di gracias porque tantas veces dejamos pasar la oportunidad de decir te amo para mas tarde en la vida arrepentirnos porque nos faltó tiempo, le conté sobre mi día con Claudia y que Richard y Vicky la ayudarían también.
A la mañana siguiente llamé al hotel para saber cómo seguía todo y después de hablar con Luz le pedí de favor que en algún momento hablaran con ella y le contaran sus historias, tanto Luz como Estrella incluso Celia y su hermana han vivido momentos difíciles y han sabido renacer y pensé que saber todo eso le daría esperanza y estaba segura que sería un buen impulso para ella… de hecho yo misma y Vicky teníamos también nuestras propias historias con caminos recorridos que no han sido fáciles pero que hemos tenido que enfrentar. Sólo pasaron unas horas cuando supe que Richard y Vicky venían ya en camino desde Vermont a pesar de todo sería lindo verlos fuera de nuestro lugar, aunque fuera por algunas horas ya que Charles me avisaba que tal vez por la noche o a la mañana siguiente volveríamos a Burlington, en realidad ya extraño mucho a mis niños, aunque debo reconocer que una velada junto a mi esposo fuera de casa había sido muy interesante además de romántica.
En el hotel Claudia se preparaba con mucha más energía de la que llegó.
—Hola Claudia buenos días me da gusto verte bastante mejor —dijo Estrella a penas la vio.
—Buenos días jefa —respondió Claudia —muchas gracias por la oportunidad la verdad es que anoche pude dormir y eso era algo que no había podido hacer en los pasados días gracias por el trabajo de verdad lo necesito.
—Tranquila, en realidad has llegado en el momento preciso ya que nosotros también necesitamos mucha ayuda no sé cuántos días más podrá trabajar Luz, hay días en los que esta muy cansada y yo también tengo mi bebé y Celia recién se ha reincorporado después de su embarazo la verdad es que tenemos casi sala cuna, Carmencita nos ayuda mucho en lo personal aparte de la niñera en mi caso y organizando los tiempos en casa con mi esposo.
—Si necesita ayuda extra sólo avíseme aquí estaré —respondió Claudia, aunque dentro de ella recordaba sus planes con Luis de dos a tres años.
—Mil gracias por ahora trabajará apoyándome a mí y a Rita debemos preparar muchas cosas para la convención.
Todo ese trabajo hizo que Claudia tuviera su mente ocupada en algo mas que sólo su dolor hasta que llegaban los momentos de soledad y los recordaba, cerraba los ojos y las imágenes llegaban a su mente sin poder evitar las lágrimas y en ese preciso momento sonó su teléfono.
—Hola Claudia —era la dulce voz de una chica al otro lado— soy Vicky y estoy con Richard mi esposo en el lobby del hotel nos gustaría hablar contigo, nos envió Lucy.
De pronto su corazón se llenó de esperanza ahora si sabía que en realidad no estaría sola y que Lucy había cumplido su promesa así que rápidamente respondió mientras se secaba las lágrimas con las manos —¡Hola… si soy Claudia y bajo de inmediato muchas gracias! —respondió mientras se llevaba una de sus manos al pecho y cerraba los ojos por unos momentos.
No fue difícil reconocerlos Richard y Vicky parecían una de esas parejas a las que con sólo verlos juntos sabes que están enamorados y no sólo que trabajan juntos.
—Hola Claudia —dijo Vicky mientras extendía su mano y lo mismo hizo Richard mientras mantenía su otra mano sobre el hombro de Vicky.
—Hola soy Claudia se que Lucy los envió y también sé que vienen desde lejos, pero quiero que sepan que no tengo mucho dinero.
—No te preocupes por eso —respondió Richard —te contaré algo desde hace tiempo conozco algunas personas en Nueva Esperanza yo creo que podemos ayudarte ya que ese tal Sebastián les ha hecho daño a muchas personas entre ellas a un conocido mío que incluso debió dejar la ciudad por un tiempo pero que justo me había escrito porque quiere pruebas en contra del alcalde de la ciudad.
—¿De verdad pueden ayudarme? —preguntó Claudia sintiendo por fin una esperanza real.
—No solo podemos… queremos ayudarte —dijo Vicky mientras tomaba la mano de Claudia para darle su apoyo.
—Por ahora queremos que nos cuentes todo lo que has vivido allá, Vicky y yo viajaremos y estaremos algunos días en Nueva Esperanza y trataremos de reunir información y algunas pruebas si es posible para después con eso seguir incluso trabajando desde aquí —dijo Richard, mientras Claudia los escuchaba casi sin poder creer toda esa ayuda que venía prácticamente desde el cielo y pensaba «de seguro es mi familia desde lo alto que ha buscado la manera de poner a estos ángeles en mi camino»
Por varias horas Claudia se sentó con ellos y les contó todo lo vivido Vicky no pudo evitar abrazarla y dijo —Quédate tranquila entiendo que has vivido momentos muy duros pero créeme muchos también tenemos historias muy fuertes en la vida incluso yo pero aquí me tienes y esa es una razón muy importante para mi de querer ayudarte así que por favor por un tiempo mientras nosotros trabajamos en esto tú también trabaja en salir adelante en recobrar fuerzas porque te aseguro que en su momento las vas a necesitar.
Antes de irse Vicky le dejó una copia del libro “Los Hilos del Destino” que había sido una novela que había escrito Lucy y que incluso estaba dedicada para Claudia y le dijo —en estas páginas también esta parte de mi historia y la de Lucy estoy segura de que encontraras la inspiración y la fuerza para superar lo vivido.
Después de intercambio de información Richard y Vicky le dijeron que en pocos días tomarían un vuelo a Nueva Esperanza y la mantendrían informada todo el tiempo y después de un abrazo de despedida de ambos Claudia sentía como la ilusión de poder hacer justicia ya estaba en camino y mientras apretaba su medalla de oro que siempre llevaba consigo desde los 15 años volvía a dar gracias a Dios.
Los días pasaron y Claudia cada vez se sentía un poquito mejor, trabajaba todo lo que podía ayudaba a todos era como si quisiera tener su mente en otro lado para no pensar y en sus momentos libres que no eran muchos leyó el libro de Lucy, la verdad quedó muy impresionada con todo lo que Vicky había vivido siendo una niña por su parte Luz le contó su vida, Estrella también la suya y Rita lo que ella y su hermana vivieron, Carmencita por su parte también le habló de como su hermana y sus sobrinas tuvieron que superar muchas cosas para salir adelante, cada vez que Claudia escuchó lo vivido por todas esas mujeres se dio cuenta de que ella debía ser fuerte era como si un círculo de energía de mujeres con carácter le daban la bienvenida a ese grupo y cada día despertaba sintiendo que había una esperanza para poder hacer justicia.
Por su parte Richard y Vicky llegaban a Nueva Esperanza y de inmediato se reunieron con Víctor el conocido de Richard cuando supo de Claudia le dio mucha alegría saber que ella, después los llevó con la vecina de Claudia primero para que vieran la casa y ellos le dejaron dinero para ayudarla con los animalitos de Claudia que a pesar de todo estaban bien.
Durante esa semana Richard y Vicky estuvieron muy ocupados investigando todo lo que podían en la ciudad incluso y pudieron darse cuenta de que muchas personas habían tenido problemas con el alcalde y su hijo y al parecer estaba envuelto en problemas muy serios que cubría muy bien.
Vicky y Richard conocían muy bien ese tipo de delincuentes consiguieron información, pruebas grabaciones fotografías y de hecho dejaron instaladas cámaras de seguridad en casa de Claudia y en un par de lugares que Víctor les mostró incluso uno de ellos era un privado de un bar que Sebastián solía visitar muy seguido y que incluso podrían monitorear desde Vermont ya que estarían conectadas al Wifi.
Justo un día antes de dejar Nueva Esperanza Víctor los llamó para que lo acompañaran de manera urgente a un lugar que estaba no muy lejos de allí a tal vez unos 15 minutos del centro de la ciudad pero escondido a las afueras de Nueva Esperanza de pronto llegaron a una enorme mansión con una puerta automática de hierro en la entrada después de anunciarse la abrieron desde el interior, cruzaron los jardines y llegaron a una puerta de madera tallada y antes de que pudieran incluso decir algo un hombre muy amable de unos 50 años abrió la puerta y con una sonrisa los recibió al verlos aunque se notaba que no estaba bien de salud, los invitó a una habitación al fondo de la enorme mansión y mientras caminaban dijo —Víctor me ha dicho que ustedes conocen a Claudia.
—Si de hecho estamos aquí para ayudarla —respondió Vicky asombrada mientras no dejaba de mirar todo a su alrededor.
El lugar era enorme parecía una fortaleza antigua con enormes puertas y ventanales que daban a los jardines además de muebles que parecían de museo todo perfectamente limpio pisos de mármol en la entrada que incluso hacían recordar por momentos el hotel Palacio.
El hombre los miró por unos segundos como tratando de asegurarse si de verdad podía confiar en ellos y de pronto dijo —Creo que no sólo la ayudarán a ella —y al abrir la puerta de una habitación que parecía haber sido sacada de una clínica vieron en la cama a un joven que se encontraba dormido conectado a un monitor que controlaba sus signos vitales, se notaba que lo que hubiese vivido había sido muy grave —Mi nombre es Alfonso y él es Luis, mi hijo.
—¡Luis!, ¡¿está usted hablando de Luis el novio de Claudia que dijeron había muerto?! —dijo Vicky —pero según sé su padre los abandono cuando su madre estaba embarazada eso quiere decir que usted...
—Si, tienes razón los abandoné soy un canalla, pero juro que lo que pagado muy caro… pero ahora mientras Luis no se recupere completamente nadie mas puede saber que él está vivo ni siquiera Claudia o su madre.
—¡Ellas están sufriendo mucho creyendo que él murió! —respondió Vicky, hasta casi un poco molesta.
—Lo sé y él también lo sabe, tenemos que hablar yo sé que él se repondrá pronto por ahora el médico que lo operó dijo que estaba evolucionando bien y que era cosa de tiempo un par de meses tal vez.
—Claudia no nos va a perdonar por no contarle la verdad —dijo Vicky.
—La verdad es que Luis está tratando de protegerla antes de la operación nos pidió que no dijéramos nada Luis sabe bien que Sebastián y su padre son muy peligrosos y más ahora después de que se enteró lo que le habían hecho al padre de Claudia.
—Creo que necesitamos hablar con más calma por favor nos podría contar ¿qué ha pasado?, ¿cómo es que Luis está vivo? y lo más importante, ¿qué es lo que el sabe que quiere proteger a Claudia? —dijo Richard, tratando de que Vicky se calmara un poco ya que sabía lo molesta que ella estaba.
Alfonso presionó un botón y llamó a una enfermera que se encontraba en otra habitación y dijo —Por favor cuida a mi hijo yo estaré en mi oficina con las visitas.
La chica sólo asentó con la mirada y se sentó después junto a la cama, el hombre miró a su hijo una vez mas y los invitó a que lo siguieran.