Mientras caminaban hacia otra habitación del lugar Richard y Vicky no dejaban de mirar a su alrededor esa enorme mansión en el medio de un camino casi escondida por la naturaleza era una fortaleza llena de elegancia parecía una película de época, pero con toda la comodidad y adelantos era simplemente la combinación perfecta. Alfonso caminaba lentamente, se notaba con esfuerzo llegando con ellos a una enorme sala abrió dos enormes puertas de vidrio el lugar tenía una biblioteca enorme con unos estantes que llegaban al techo y muchos libros que se notaban eran muy valiosos, un ventanal al costado que mostraba unos jardines con un pasto perfectamente podado y unos rosales en pleno esplendor junto a un lago, en el centro de la habitación un escritorio de caoba tallado a mano con unos diseños

