La Mejor Amiga del Millonario

MAIA Meses más tarde, en un futuro próximo... ...Bebo de golpe mi tercera o cuarta copa de la noche, la verdad que ya perdí la cuenta de cuantas llevo y por que? pues bueno, fui obligada prácticamente a estar presente en este evento dirigido por los Kiliç, no es que me molesté por completo venir a este tipo de cosas, pero si puedo evitarlos, lo hago. Veo el lugar y es un magnífico centro de eventos en plena ciudad de Nueva York o en la parte de la ciudad donde viven los más ricos y quienes de verdad tienen acceso a estos lugares. Los asistentes presentes en sus cuentas bancarias tienen más de 9 ceros, asi que ya saben a que me refiero. Ceros que yo jamás tendré y esta bien, tengo una buena vida de la cual me siento muy orgullosa y feliz. Prefiero ser feliz sin tantos ceros en mi cuenta que tener esa cantidad de dinero y vivir de manera infeliz. Asi que si, los asistentes son ricos, que digo, asquerosamenre ricos y la verdad, ¡no se que carajos hago aquí!. Pero el vestido, en conjunto con mis tacones y accesorios valen la pena. Un dulce detalle de mi mejor amigo o más bien, un dulce chantaje de su parte para que este hoy presente. Pero bah, ya nada puedo hacer más que disfrutar de la noche y lo que me ofrece. Bebo mi nueva copa de golpe y la dejo en la mesa para ir por otra, ¿En que momento esta copa apareció? Me encojo de hombros restándole importancia y sigo con lo mío. Si no me puedo divertir como quiero, al menos, puedo beber hasta el cansancio y terminar borracha en la cama de algún tipo que me llamé la atención. Hay bastantes, pero la mayoría están acompañados y generalmente casados, los que son mi peor pesadilla, no es que me moleste que lo esten, pero prefiero evitarlos por que solo problemas me han traído los hombres que tienen esa clase de compromisos en mi vida. Más de un espectáculo me ha tocado y mi muy fiel y amado mejor amigo, a salido siempre en mi rescate. No se que haría sin ese hombre en mi vida. Niego con la cabeza y comienzo a caminar por el lugar sintiendo más de una mirada coqueta o lujuriosa en mi dirección, cosa que me encanta y hace que comience a exagerar en el contoneo de mis caderas para que los hombres me deseen más de lo que ya lo hacen. Tengo un buen cuerpo, no soy una mujer exuberante y con curvas pronunciadas, tengo lo mío y bien puesto. Pechos pequeños pero que sirven para su propósito y un trasero firme y redondo, lo único que cambiaría en mi es mi estatura, soy baja pero le pongo empeño y nada como unos tacones de 10 centímetros no ayuden. No soy una mujer cohibida, recatada o que se hace la santa, no, me gusta que los hombres me vean y me deseen, me gusta el sexo y lo disfruto sin tapujos, me gusta estas soltera y sin ataduras. No soy una puta como muchos y muchas me han catalogado, aunque si lo fuera es mi problema y no del resto, pero disfruto de la vida y de los beneficios que me entrega, disfruto salir con hombres pero tampoco con cualquiera, tengo un alto estándar cuando aquello se refiere, tampoco me ando tirando a cualquier anaconda que se me cruce por enfrente. ¡No señor! faltaba más, tengo mis propios principios y no hay quien me haga olvidarlos. Llego a la barra y pido un shot de tequila para que me quite el aburrimiento, mientras espero me dedico a analizar mi entorno. Veo mujeres sumamente estiradas y recatadas, como tambien otras bastante sensuales pero que tienen cara de no romper un huevo, bah, esas son las peores. Las conozco, somos todas de la misma especie y se como se comportan las mujeres y quizás por eso tengo tan pocas amigas y más amigos hombres. Las mujeres pueden ser demasiado cinicas cuando quieren, además, que hacen drama por todo y yo, no soy así. Tengo más afinidad con los hombres en cuanto a gustos y estilos de vida, lo que no me molesta, al contrario, me encanta. Y hablando de amigos, veo como el causante de mi presencia esta noche me ve con una mirada picara en sus ojos mientras viene en mi dirección. Le cortaría las bolas si no fuera tan importante para mi, solo el me puede obligar a estas cosas tan estiradas. Ahmet Kiliç mi mejor amigo y jefe, quien me rogó que lo acompañará, sabe que no me gusta venir pero ese maldito bribón me convenció y no se por que siempre caigo en sus peticiones. Nos conocemos de casi toda la vida, somos amigos del alma, de esos que darías la vida si fuera necesario por el otro. Todo el exuda sensualidad y lujuria, su 1.85 de altura le ayudan un montón a que sea un s*x symbol, su porte tan masculino, sus músculos que resaltan a la vista y que ni siquiera la ropa puede ocultar, esa barba que le da un tocó tan varonil y peligroso, combinado con su cabello largo atado en una coleta haciéndolo ver como todo un "Bad Boy", esa sonrisa que derrite coños y esos ojos que te hacen entregarle tu alma al diablo o más bien, al dios de la lujuria Ahmet Kiliç. Si, mi amigo es todo un espectáculo a la vista, a las bragas de las mujeres y a los celos del sexo masculino. Mientras camina en mi dirección, no hay mujer u hombre que no se le quedé viendo, no solo por lo que representa su nombre en el mundo de los negocios, si no que, por ser él, simplemente él. - ¿Si sabes que eres la mujer más guapa esta noche, no? - sonrió ante sus palabras mientras me toma de la cintura para dejar un beso en mi hombro desnudo encerrandome en sus fuertes brazos. - Lo se, no es necesario que me lo digan, estoy clara de como me veo y lo que provoco en los hombres - suelto coqueta acariciando con mis manos su duro pecho que es una fantasía para cualquier fémina. - Me gusta, esa seguridad que tienes siempre me ha gustado, por eso somos los mejores amigos - me dice el viéndome con coquetería y algo de nostalgia. Son tantos años conociéndonos y por lo mismo tenemos esta condianza de abrazarnps de esta manera, ademas que le gusta que seamos un espectáculo para los ojos de las demás personas, le encanta hacer pensar al resto que tenemos algo cuando no es así. Incluso sus padres lo piensan y en más de una oportunidad nos han dicho que cuando nos casaremos, que ya es hora de ser serios. Dios me libre antes de caer en la tentación de llevar mi relación con Ahmet más allá o terminar siendo su esposa. Pobre mujer, los cuernos que le esperan. - ¿Si sabes que estas espantado a mi conquista de esta noche y la posibilidad de que tenga sexo salvaje con algún desconocido? - suelto mientras juego con su camisa que lleva abierta mostrando su pecho. El cual no puedo negar, más de una fantasía erótica me ha hecho imaginar. Pero no, jamás cruzaré esa línea con él. Por dos motivos, no quiero perder su amistad y por que lo conozco, es igual a mi y ambos, no estamos hechos para ser material de "novios". Lo sigo acariciando mientras veo como algunas mujeres me ven con odio y yo sonrió feliz. Sus padres odian que sea asi, tan despreocupado por la "etiqueta" al momento de vestir, por que no demuestra seriedad y la clase de familia que son, pero a mí amigo le da igual, él pone sus propias reglas y más, desde que acepto ser el CEO de la empresa familiar. Ya no hay quien lo detenga en hacer lo que se le venga en gana, antes no lo hacía, así que imagínense como es ahora. - Lo sé y me da igual, si yo no me puedo permitir satisfacer mis deseos sexuales esta noche, tu tampoco - lo veo indignada, es un egoísta de lo peor. - Eso es ser demasiado egoísta y un mal amigo - lo regaño y él se encoje de hombros sonriendo. - Lo soy y te aguantas, me conoces lo suficientemente bien Maia - dice divertido y yo golpeó su pecho haciéndome la molesta. - ¿Y por que no puedes? Jamás nadie te ha detenido en ese sentido - pregunto confundida, por que es cierto, no hay quien lo detenga y menos, si de un coño se trata. En una oportunidad, lo atrape teniendo sexo con la esposa de uno de sus socios a pocos metros del lugar donde se llevaba a cabo un evento de los Kiliç y donde el desdichado se encontraba buscando por su mujer, por poco y lo descubren si no me hago la desmayada. Si, hasta actriz tengo que ser para protegerlo. - Por que las mujeres que hay presentes esta noche están casadas, demasiado viejas o que ya pasaron por mi trompa de elefante y sabes que no me gusta repetir - suelto una carcajada por el apodo a su polla. - ¡¿Trompa de elefante?! Dios, contigo no se puede hablar nada serio - suelto carcajeandome todavía encerrada en sus brazos. - Pero así me quieres - dice viéndome divertido. - Oh si, así te quiero trompa de elefante - suelto y los dos largamos a reír. Pero nos separamos cuando se acercan algunas personas para hablar con él famoso CEO. Me giro a la barra evitando la conversación, que no me interesa para nada y me bebo el shot que había pedido antes de que él llegará a interrumpirme. - ¡Carajos! Uno más, por favor - pido al barman cuando me lo bebo y quien asiente guiñandome un ojo coqueteando conmigo. Lo analizó con mi mirada y si, esta potable, el puede salvar mi noche. Lo analizó unos minutos, bebo algunos tragos más mientras platico con el, Ahmet esta ocupado y no hay quien más me pueda entretener que este hombre. Creo que conseguí mi víctima. - ¿Tienes algún descanso en tu turno? - le pregunto recostando mi cuerpo en la barra dejando mis pechos a la vista. Lo veo tragar grueso pero asentir rápidamente a mis palabras para luego morder su labio inferior sin despegar sus ojos de mi cuerpo. Le hago una seña para que se acerque, lo hace y le indico donde debe ir y esperar por mi. Bebo otro shot, le doy una mirada a mi amigo quien conversa de lo más entretenido dándome la espalda. Aprovecho su distracción y me escabulló por su costado, me voy a paso rápido y cuando estoy a punto de llegar a mi destino alguien me toma de la cintura pegándome a su fuerte pecho, haciendo que suelte un gemido al ver mis deseos truncados. - No está noche, ya te lo dije, si yo no puedo tu tampoco. ¡Sal! - le grita a mi víctima de esta noche y el pobre sale de su escondite viéndose nervioso. - Señor, yo, y-yo no sabía, e-ella...- dice tartamudeando cuando ve quien me sujeta y yo me quedo molesta. Por que claro, no hay quien no conozco a este idiota. - No te preocupes, a mi mujer le gusta jugar...nos pone caliente a ambos hacer estas cosas...- suelta gruñendo en mi oído -...puedes volver a tu trabajo - dice al cobarde dem barman mientras deja otro beso en mi hombro y yo solo sonrió como idiota. El barman sale corriendo del lugar y yo me suelto de Ahmet enfrentándolo. - Eres un idiota - le gruño. - Lo sé. ¿Vamos querida? - dice ofreciéndome su brazo, bufo pero asiento. Nos vamos al lugar y la noche avanza, los tragos también hasta que ambos terminamos tan borrachos que ya no sabemos que es lo que hacemos. Sus labios contra los míos y sus manos en mi cuerpo, es lo último que recuerdo de esa noche... ¿Será otro de mis sueños o en realidad sucedió?