—Tranquila hija, estás bien, estamos en el hospital, tuviste un accidente en el carro hace unos días. —eso hace que me sorprenda y pienso «entonces no fue un sueño, todo fue real», me quedo meditando, tratando de recordar lo que paso. De repente todas las imágenes vienen a mi como una película, el estruendo del carro, los gritos de la gente, el sonido de las ambulancias, y entonces recuerdo los gritos de Sophie, en seguida le pregunto a mi madre un poco angustiada. —Mamá Sophie, ella iba conmigo, ¿Dónde está? ¿Qué paso con ella? —mi voz empieza a quebrajarse y mis latidos se aceleran. Mama no dice nada. Su expresión cambia, arrugando el entrecejo, sus ojos se llenan de lágrimas, que empiezan a correr por sus mejillas, y gira levemente su cabeza de un lado a otro, diciendo no, luego tapa

