- Abre la puerta por favor mi amor- dijo Mónica golpeando la entrada- necesitamos hablá.
- Deja de graznar - dijo Patrick abriendo por fin cansado de que no se fue, tenía ya casi diez minutos tocando la puerta- que quieres para largarte, no te he perdonado por anoche.
Ella paso y se acomodo en el sofá, era hermosa aún sin arreglarse, tenía una hermosa piel, siempre tenía hechas las pestañas y cejas, lo que la hacía ver siempre maquillada, y sus labios eran voluptuosos y de dolor rosado. Su cuerpo era increíble aunque se veía más delgada últimamente y siempre usaba esas pequeñas blusas sin sostén, que daban ganas de levantarlasby jugar con sus pechos.
Sin darse cuenta comenzó a sentirse exitado, había pasado demasiados días sin sexo desde antes que Eli desapareciera, ya que la muy perra
