Él se negó a irse en forma inicial, decía que quería explicarle, quería demostrarle que hablaba con sinceridad pero ella se negó a escucharlo, no quería tener más mentiras de nadie.
Se desplomó al cerrar la puerta, no sabía que demonios había hecho, lloró por un largo rato, eran demasiadas emociones juntas. Se sentía triste, traicionada, confundida, y demasiado enojada, no solo con ellos, sino consigo misma por no ver las señales. Es que ahora que reflexionaba todo, desde el primer día que lo vió fue un patán.
Ahora recordaba todo lo que pasó durante el viaje, todo este tiempo juntos y como ella se había ido haciendo más pequeña para agradarlo.
Él era un idiota, y si por un momento pensó que David era diferente, no era así, porque él fue el ejecutor de bastante de sus desgracias y ahora
