ESTAMBUL, TURQUIA.
Arabelle tomó aire.
Caminó de un lado a otro mientras pensaba en esta desgracia. Por un momento no quería imaginar que los rumores que ondeaban en el aire eran la realidad. Elif no podía haber hecho algo tan horrible. Se recordó así misma que confesó haber disparado en dirección de Ruzgar y aunque esa información no era sabida, si impactaba de lleno en cualquier imagen que los demás construyeran sobre ella. Que fuera de dominio público solo complicaba las cosas. Pasó las manos por su rostro y el sonido de sus tacones formó un ligero compas en el suelo. Necesitaba calmarse. Ni siquiera ella en sus momentos más terribles tuvo que enfrentar una situación tan complicada y es que su enemigo era quien debía protegerla. Sintió que la alfombra se rompería en cualquier momento
