Pensó que era la mezcla de situaciones y los amargos recuerdos. Sostuvo su vientre y se dejó caer con el corazón latiéndole velozmente. Intentó recuperarse como siempre había hecho. Se miró al espejo detectando palidez. Minutos más tarde logró salir y se encontró cara a cara con una enfermera que informaba que si deseaba podía pasar a verlo. A regañadientes la siguió sabiendo que se vería muy mal al negarse. Ingresó por los blancos pasillos y la llevaron directamente a una enorme habitación provista de una enorme puerta de madera fina de doble hoja. Había hombres cuidando la entrada y una soledad aprensiva en el interior. Sinfines de aparatos monitoreaban cada latido de su corazón y cada respiración para asegurarse de que todo en su cuerpo funcionara como debía. Nour caminó de forma silenc

