Ji Hoo no puede apartar su mirada del vestido, su corazón se ha disparado y amenaza con detener sus pulsaciones en cualquier momento. Su respiración se altera y aparta su mirada dirigiéndola ahora a Yi Jeong, pensando en lo que debe hacer ahora, en la manera en que va a enfrentarlo sin hacer la herida más grande. Regresa su atención al kimono rojo que se arruga entre los puños de las manos ajenas. Necesita saber qué hace ahí, el modo en que le ha encontrado. Yi Jeong evidentemente ha revisado sus cosas, y de manera minuciosa. — Ji Hoo, ¿qué significa esto?— Murmura el pelinegro alzando en una de sus manos la seda roja. La respiración se agita al sonido de su voz, da un paso atrás nervioso pero Yi Jeong se pone en pie precipitadamente golpeando la mesa. Sus ojos están rojos, seguramente h

