¿Karma o Dharma?
Ya es viernes y cómo dicen: mi cuerpo lo sabe. La clase fluye con normalidad, entre matemática, lenguaje y ciencias, antes de salir al último recreo de la jornada escolar, me acerco a Tami, ¿me agacho a su lado- cómo está tu herida Tami? - Ella sin dejar de prestarle atención a su lonchera, toma el cierre y comienza a cerrarla- Todo bien, el tío Cris, dijo que era una chica valiente, como la mujer maravilla, ¿la conoces? Lleva una estrella en su pecho- señala con su dedito índice sobre su torso, mientras la ayudó a abrir su paquete de galletas oreo, le preguntó- Quien es ese tío cris, es primera primera vez que lo veo- inquiero, haciendo un esfuerzo por sonar desinteresada, aunque por dentro me zumben lo oídos, lo recuerdas en cada momento libre, me dice mi subconsciente, ella abre sus ojos como si le hubiese preguntado por la persona que más admira en el mundo- Es el hermano pequeño de mamá, el tío Cris hace saltos mortales con su moto, tan altos que casi toca el sol, me dijo que cuando cumpla 10 años me enseñará a montar una moto como la que usa él, aunque creo que sería incómodo porque no creo tocar el piso, para apoyarme, pero el tío Cris me ayudará- sonríe con seguridad-,baja la mirada y con voz bajita me dice- Ayer fue un poquitín pesado contigo, pero él no es así, creo que se asustó, los adultos como tú, también se asustan sabias?- la miro con ternura- Tú te asustas algunas veces?- Pues sí,- respondo enseguida - Te cuento algo, me dan miedo los truenos y relámpagos- Tami hace una O con su boca, como si hubiese encontrado a su cómplice- A mí también- responde bajito casi como un susurro- su atención es captada por Emma quien la está esperando en el umbral de la puerta, antes de salir, se detiene y me hace una señal de cierre en su boca invisible- Será nuestro secreto- me dice, repito el gesto con la mano y asiento con la cabeza. Me quedo sola en la sala con mis pensamientos, mientras reordeno la sala como sonámbula –Cris- digo en voz alta, me gusta como suena en mis labios, ¿será Cristóbal, Cristopher, Cristian? Y siento la necesidad de googlearlo, pero decido detener mi curiosidad y dejarlo estar, me repito para convencerme que no vale la pena para un hombre tan poco empático y arrogante, ¡sin dejar de mencionar que es un apoderado así que Next!, me repito, pasó la mano por mi cara como señal de pasar página, respiro hondo, recobrando la cordura y la sensatez.
Por la tarde, escucho "Peces" de Francisca Valenzuela mientras me ducho y canto a todo pulmón, me dirijo a la notaría junto a Nicole, ya que me tengo que traer el auto, y Nicole se ofreció de forma voluntaria e insistente, conozco sus intenciones tras ver la imagen de w******p el otro día.
El trámite es rápido, firmamos hago el traspaso a la cuenta bancaria y me entrega las llaves, las aprieto en mis manos, cierro los ojos y digo en un grito ahogado: Lo logreeeeeee mi yo interno baila como el cantinflas!. Caminamos los 3 hasta el estacionamiento, Nico sin perder el tiempo, coquetea con descaro, admiro a esta mujer, que seguridad, puedo notar en Levin que se entretiene con la conversación de Nicole y sueltan carcajadas mientras yo, los miro de reojo. Al llegar sonrió y doy saltitos de felicidad, Levin se despide con tono nostálgico de su ex auto, dándole palmaditas en el capó, debo mencionar que estos minutos, hemos podido conversar, ya no me cae mal, quizás me respondió de forma escueta por el trabajo que lleva, nos comentó que dirige la empresa de su padre, la cual tiene que ver con telas, es una marca reconocida, en resumen, cambio la imagen que tenía de él- cuando gira su cabeza, sonríe y exclama -Pero que cabronazo! - sonríe mientras no pierde de vista a quien se acerca, ambas giramos, cuando vemos estacionarse al costado de nosotras, una gran, gran camioneta ram de color n***o con vidrios polarizados, de solo imaginar cuánta bencina usa me da un infarto, las piedras rechinan cuando la camioneta se acomoda, en cuestión de segundos vemos cómo comienza a bajar el vidrio del conductor, mi corazón comienza a alterarse, el mismo calor recorre mi espalda, lo presiento, y tal como si fuese un sueño vuelvo a ver esa sonrisa, esos perfectos dientes alineados blancos lindos, que forman una pequeña Margarita en su mejilla derecha. No puede ser, me repito, me volví loca y lo estoy viendo en todas partes?, señora karma que he hecho mal o que he hecho bien...
¿Como es posible que el destino lo vuelva a colocar en mi camino? Intento cambiar mi cara de espasmo, escucho mi corazón, como si me bombeara en los oídos y dejo de escuchar todo alrededor, Nicole me mira de reojo y me pega un codazo, la miro y sacudo los hombros como un escalofrío que recorre mi piel. Quita la mirada de mí, y se dirige a Levin
-No me digas que seré tu chofer particular desde ahora- no me jodas chubi, que me debes varias- responde Pablo con total seguridad, Cris coloca los ojos en blanco, toma el volante con fuerza mientras se marcan sus bíceps marcaditos, marcaditos, como si Miguel Ángel lo hubiese esculpido con cincel. La decepción llega rápidamente al darme cuenta, no me ha reconocido, ni si quiera un esbozo de duda en su rostro, me giro rápidamente, prestándole toda la atención a los detalles de los neumáticos, fingiendo estar concentrada en ello, cosa que en realidad ahora, me da lo mismo. Pero que esperaba, que me dijese: Hola siento haber sido tan cabròn el otro día, o Hey! Hola, ¿cómo ha estado mi sobrina?, ¡no, tampoco, pero algooooo!, que me diera a entender, que en un ligar remoto de su cerebro guardo mi rostro, como yo sería capaz ahora mismo de retratarlo con los ojos cerrados. Un golpe bajo a mi autoestima, Nicole se despide de Levin e intercambian números, los miro de reojo y comienzo a rebuscar algo invisible en mi bolso, cuando escucho los pasos de Pablo acercarse - Un gusto saber que mi joyita se quedará contigo Catalina, créeme que no te dará ningún problema y si algo pasa, no dudes en hablarme- me estrecha la mano y respondo por inercia, porque sé que Cris tiene la mirada fija en nosotros, le agradezco con tono apagado, me sonríe de lado y se monta en el camión/camioneta.
Nicole se posiciona a mi lado, mientras observamos cómo se alejan, me quedó con la mirada fija en cris, lo veo como observa los espejos para desplazarse en reversa con una agilidad única, con su rostro serio y concentrado, donde se muerde la punta de la lengua entre los dientes, Aaaah creo que me voy a desmayar! lo observo con admiración, creo que, para llegar a ese nivel, tendrían que pasar 10 años conduciendo de día y de noche.
Siento el aire fresco sobre mi piel y lo agradezco, es como si se reanudan mis terminaciones nerviosas, que minutos previos, se habían concentrado solo en una zona en particular, saco mi botella de agua de la cartera y Nicole me mira con ojos curiosos - Sí que te gusta Cata- Nada que ver, no me podría gustar alguien como él- respondo cortante- Alguien de 1.80, piel dorada, ojos felinos, sonrisa que debería ser promocionada por cualquier marca de pasta dental y ese letrero que lleva en la frente "soy la manzana prohibida, cómeme, A ese alguien te refieres? - coloco los ojos en blanco- Naaaa- trato de restarle importancia. – Porque si no causa ningún cosquilleo, donde supongo que ya habita un nido polillas, pues entonces deberías hablar con tu psicóloga sobre tus inclinaciones sexuales, porque definitivamente es una alerta- la miro, asintiendo con la cabeza lentamente, aprieto los labios, reprimiendo una carcajada, no tengo nada en contra de las diversidades sexuales, pero en mi caso me considero hetero, hasta ahora y digo hasta ahora, porque uno nunca sabe, aunque lo dudoo, ese hombre altera hasta el último átomo de mi cuerpo -Lo anotaré como tema a tratar para mi próxima cita- hago como que estoy escribiendo en el aire, ambas reímos, nos montamos en el auto y por fin lo llevo al edificio.
Comencé a asistir con Teresa, mi psicóloga, debido a la relación que tuve con "el que no debe ser nombrado", una relación que duró 5 años, planes para casarnos, una cuenta de ahorro para nuestra casa, etc, Una relación que, para mí, era para toda la vida, me entregué en cuerpo y alma, omitiendo las señales que habían, pero como estaba en estado hipnótico, no las supe detectar. El último año de relación, se comenzó a envolver en una nebulosa de rumores de infidelidad por parte de él, cosa que después de separamos, lo pude comprobar. Santiago, lo mencionó ahora, por qué me siento una ganadora, antes no podía nombrarlo sin colocarme a llorar, fue un golpe tan bajo cuando lo encontré con su compañera de trabajo en nuestra habitación. Fue una escena que se repetía como una película de terror en mi mente, pasé 5 días sin hablar, comía porque mis amigas fueron las que me obligaban a hacerlo, porque se turnaban para no dejarme sola, por temor a que tomara alguna mala decisión, porque cada vez que lo recordaba sentía como se apretaba mi estómago y un nudo se acomodaba en mi garganta, lloré por amarlo, lloré hasta el extremo que era posible. Me dejó derrumbada, destrozo mi corazón, nuestro futuro y mi fe en el amor. Si alguien no ha sufrido por amor, pues lo aplaudo, porque ese dolor desgarrador, no se lo deseo a nadie.
Por mucho tiempo me negué a creer que podría a rehacer mi vida, pero con la ayuda de Teresa, mi familia y mis amigas, me pude enfrentar a mis demonios, quedé desnuda ante mí, volví a valorarme, a conocer mis límites y a decir que no, después de 1 año, miro las cicatrices de ese periodo n***o, dejé de confiar en el amor, dejé de creer en el príncipe azul, en ese cliché, pero lo que rescato de todo, es que no puedo amar a otro, más que a mí misma. Lo perdoné, me perdoné y avancé.
Hoy continúo con mis sesiones, la voz de Teresa me da tranquilidad, es como si ordenase las piezas del rompecabezas, recordándome que debo ir paso a paso, cada cosa su tiempo y cada tiempo para cada cosa.