Me ayudaron a recostarme, y de repente, Pete ya tenía su m*****o deslizándose en mi coñito. Estaba chupando a Tony y saboreando sus fluidos: su presemen. Joder, los hombres empezaron a cambiar de uno a otro. Llegó un punto en que no podía distinguir exactamente quién me estaba penetrando y a quién le estaba chupando. Era todo divino. Me encantó. Taylor se detuvo y dijo algo aparte. - ¿Estoy bien?- Le hice un gesto para que continuara sin decir nada. Le sonreí para que supiera que aprobaba la historia que contaba. Taylor volvió a la narrativa, guiándome a través de una follada intensa, mamadas, c*********s y luego penetración anal, e incluso fue doblemente penetrada: con pollas en el culo y la v****a, luego doble en la v****a y, por último, doble en el culo. Para terminar, volvieron al c

