Capitulo 32
Sabía que si me negaba, la retribución sería rápida y brutal, algo peor que la vara me esperaba. Estaba segura de que me iría al hospital y me rompería los huesos, me desfiguraría o algo peor. Me golpearía hasta que le demostrara que sí, que estaba acorralada y golpeada. Respiré profundamente y escribí el nombre del sitio web.
—No sabía que te gustaba el porno —se rió detrás de mí en un intento de desenfado que ninguno de los dos sentía, sus brazos envolvieron posesivamente mi cintura.
Luego mi contraseña y apareció mi perfil. No se movió por unos momentos, cuando lo hizo me empujó lentamente hacia un lado. En ese momento pensé en correr. Después de todo, cojeaba y no podía correr tan rápido como antes. Posiblemente ese era mi último momento para huir de él antes de lo peor.
