Capitulo 33
Esa tarde me llevó a dar una vuelta por la ciudad. Hoy había sido mi primera excursión en su nuevo coche. Incluso a baja velocidad se podía sentir su poder latente. Era como él, apenas refrenado, una bestia que bullía bajo la superficie esperando la libertad de ser lo que realmente era.
Mientras conducíamos por las calles de la ciudad, noté que mucha gente nos miraba: jóvenes, viejos, amantes que soñaban de la mano, profesionales que trabajaban con un propósito en mente y sin tiempo para el deseo o la reflexión. Estoy segura de que todos vieron algo mucho más romántico de lo que realmente éramos.
Nos detuvimos en un semáforo y un hombre me miró desde su BMW n***o. Iba bien arreglado y tendría entre cincuenta y cinco y tantos años. Llevaba traje y era decididamente guapo, no
