capitulo 3

1375 Palabras
Al culminar la clase me encuentro con los muchachos del grupo de televisión. — ¿vamos a grabar hoy? — Pregunto Nilson — No lo sé eso es cuestión de María si quiere, ella es la protagonista yo solo dirijo — — Claro vamos a grabar pero quiero cambiar al chamo, no me gusta trabajar con el — Responde María — No vale, por qué quieres cambiar al chamo si el es chévere y me gusta como él trabaja — Dice Beatriz Eso genero polémica en el grupo puesto que María no quería y no estaba dispuesta a continuar grabando con él, así que decidimos votar y todos a excepción de María decidimos que se quedaba José. Mas sin embargo puesto que María no se sentía cómoda con el decidimos darle la oportunidad que seleccionara al chico con el cual ella se sintiera cómoda, pero no encontramos el candidato ideal — Vamos a grabar con José él es chévere, no entiendo por qué lo quieres cambiar — Exclamo Beatriz — No me siento cómoda con él, pero que más continuemos grabando — — Ok, vamos al rectorado para grabar algunas escenas allá le enviare a José para encontrarnos— Mientras nos dirigíamos hacia el rectorado íbamos decidiendo que escena grabaríamos y que haríamos y en ese momento recibo un mensaje de José que me decía — ¿Dónde están? yo estoy en la entrada — — Ya voy para allá — — Adelántense ustedes yo voy a la entrada a buscar a José, nos encontramos allá — Al momento que llegamos al rectorado ya los muchachos se encontraban allí y empezamos a decidir qué haríamos. Tomamos la iniciativa de cambiarle el rumbo a la historia, la cual también cambiaría la de María y José. A partir de ese momento todo fue diferente, de alguna manera José consiguió el número de María el cual aún desconozco pero en ocasiones sospecho que Beatriz tuvo algo que ver en todo esto. Pero aún así fue lo mejor que pudo pasarle a ambos. .... — Eres una chica muy linda, me llamas mucho la atención espero no te moleste que te escriba, soy José — — ¿Qué te han enviado? oh mejor dicho ¿Quién? para que te pusieras así — Pregunto Beatríz al ver mi cara de tonta. Era la primera vez que recibía un mensaje como ese. Al mostrar el mensaje a Beatriz me empezó a chalequear — Con que tienes un enamorado, te lo tenías guardado — No pude evitar sentirme apenada y de inmediato sentí un calor en mis mejillas. Podía jurar que estaba como un tomate de la vergüenza que me daba. Pero por otra parte era una sensación agradable Al cabo de unos minutos mi celular empezó a sonar de nuevo. Era otro mensaje de texto — Disculpa la molestia, pero quisiera invitarte a un lugar, quiero verte quisiera que estuvieras en la plaza que está detrás del módulo de comunicación, quiero conocerte te esperare allí después de clase — Pase toda la clase sin responder los mensajes solo pensaba ¿Será cierto? ¿Quien será ? ¿ Será una broma pesada de alguien ? Solo esperaba que la clase terminará pronto no iba a responder los mensajes pero iría al sitio a ver quién estaría alli. Así de una vez por todas me daría cuenta si solo se trataba de alguna broma de mal gusto. Cuando el profesor dió por terminada la clase tome mi bolso y me levanté del asiento. — ¡María! ¿adónde vas con tanta prisa? — — ¡Debo irme! Me siento un poco mal — — Está bien, que te mejores nos vemos la próxima semana — Se despide Beatriz con un beso en la mejilla Al cabo de algunos minutos me encontraba en la plaza en la cual debía encontrarme con el misterioso chico. Pero aún no se en encontraba nadie en el lugar y mientras esperaba, me dispuse a tomar haciendo y leer mi libro Favorito. Al cabo de unos minutos llega alguien al lugar. lo sabía por qué esa plaza no era una sitio muy frecuentado por los estudiantes. Hasta de podría decir que no todos sabían de su existencia y entonces ocurrió lo que menos me esperaba — ¡A ti también te gusta ese libro! — Ya había escuchado esa voz antes. me hacía perder mi estabilidad emocional. Empecé a sentir eso que ya llevaba algúnos días sintiendo esa sensación que muchos llaman amor Era como tener un millón de mariposas en el estómago. Pero a la vez sentía que no tenía oxígeno y me faltaba el aire. Trate de controlarme lo mejor posible y levanto mi mirada para responder — Si — y devolver mi mirada al libro de nuevo. Esperaba que se marcharse de allí pero al contrario de eso él se sienta delante de mí y pude sentir como me observaba detalladamente. No pude evitar sentirme nerviosa por su presencia. y mi respiración se ocupó en delatarme. cada vez se me hacía más y más difícil respirar por lo que cada vez mis respiración era más constante. y de tía que contaba cada una por minuto y así estuvo lo que me pareció una eternidad. hasta que decido apartar mi mirada del libro. — ¿Te quedaras allí observando o me dirás algo?— —¿Quieres ir comer helado? — — Wau eres muy directo por lo que veo — respondí con tono sarcástico — Bueno me dijiste que te dijera algo y es lo primero que se me vino a la mente pero dime ¿quieres ir? — — Está bien por qué no — Respondi con entusiasmo. No sabía si era José el de los mensajes pero esperaba que así fuera. así que sin más tome mi bolso y me levanté. José me ofreció su mano pero me sentía incómoda así que la rechace. Pero de igual forma fuimos a la heladería que se encontrada relativamente cerca de la universidad. Al llegar tomamos asiento en una pequeña mesa para dos y de inmediato una joven triguña de al menos 1.60 cabello castaño risado y ojos café se nos acercó. — Buenas tardes, chicos bienvenidos a mundo helado. acá les dejo el menú — Dijo la joven de delantal verde con la palabra mundo helado rotulado en la parte superior derecha y del lado izquierdo su nombre Laidy Serrano. De inmediato José toma la cartilla del menú y se disponen a elegir. — Que sabor te gusta a ti — — Chocolate — — Dame dos barquillas, una de chocolate y otra de vainilla — — Disculpen, que me entrometa. Pero le puedo ofrecer una mejor opción ¿si gustan? — — ¡Claro dígame! — — ¿Que le parecería un banana split? — A José le parecía buena idea. Pero como todo caballero giro hacia mi para confirmar si estaba de acuerdo. A lo que le afirmó con un si, con mi cabeza 4 Mientras esperábamos por el helado de manera repentina empecé a sentirme mal, Pero no quería que José se diera cuenta y trate de disimular mi malestar de la mejor manera. Pero no lo logré. — ¿Te sientes bien? — — Si, fue solo un mareo no es nada grabe ya se me pasara — Ya sabía cuál era el verdadero motivo, pero no quería preocupar a José, o peor aún que saliera corriendo en la primera cita y no saber más de él. — Deberías ir a un médico puede ser algo grabe — Insistió José — No te preocupes, no es nada grabe — — Aquí está su pedido chicos — Dice aquella chica trigueña, mientras nos dejaba el helado sobre la mesa con un par de servilletas — Muchas gracias chica — Responde José, con educación Ella asiente con su cabeza y se retira. — ¡Prueba! — Dice José mientras me llevaba una cucharada de helado de vainilla con un poco de sirope de fresa a mi boca. Eso era lo más romántico y hermoso que me había pasado en la vida. llena de emoción, abro la boca para recibir aquella cuchara de helado. —¡Mmm! Delicioso — — Sabía que te gustaría —
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