LILA
–Diviértete esta noche amigo– Paso mis dedos por el cabello de Kyle y veo como su boca se curva en una sonrisa. Esta carita pecosa es mi mundo entero, y la razón por la que trabajo duro.
–¡Te quiero, mamá! – Kyle prácticamente sale corriendo por la puerta principal y se dirige a la entrada donde esta estacionado el auto de mamá.
Kyle tiene la fiesta de pizza de su equipo de futbol esta noche y mis padres se habían ofrecido a llevarlo. Me detengo en el porche y saludo a mis padres a través del parabrisas mientras Kyle se sube al asiento trasero.
Amo a mi hijo con todo mi corazón, pero en el fondo, una pequeña parte de mi desea que hubiera esperado hasta más tarde en mi vida para aparecer. Una noche fatídica, todo mi mundo cambio. Mi novio adolescente y yo estábamos enamorados y confiaba en él. Y no tenía razón para dudar del esa noche cuando dijo que se había puesto el condón. Incluso escuché el crujido del envoltorio. Al mes siguiente, cuando le dije que estaba embarazada y le pregunté como pudo haber sucedido eso, su cara palideció. Luego admitió la verdad: que nunca se lo había puesto. Pero nada de eso importa ahora. porque mientras él pudo irse a vivir su vida sin ninguna responsabilidad, la mía había cambiado irrevocablemente.
No estaba lista para un bebe a los diecisiete años, como tampoco lo estoy a los veinticuatro para ser madre de un niño de siete. Pero hago lo mejor que puedo, lo que incluye hacer malabarismos con la escuela para ambos, sus deportes, el trabajo y la maternidad. Y ahora, estoy pegada a él, a su dulce presencia en mi vida, que la idea de pasar una noche sola es lo más deprimente que puedo imaginar. Por eso he invitado a mis vecinos a cenar más tarde.
Tan pronto como vuelvo a entrar, el sonido del timbre me hace dirigirme de nuevo a la puerta principal. Emily me sonríe y me abraza con un solo brazo. Detrás de ella, Brody entra con varias bolsas. Irradia tanta energía que parece como si una ráfaga de viento entrara detrás de él.
–Hola, chica, hola– dice con voz alegre. Nos dirigimos juntos a la cocina.
Han visto a Kyle un par de veces y son amables con él y comprenden el hecho de que soy mayormente hogareña.
–Alcohol– dice Brody cuando me ve mirando todas las bolsas.
Gracias a Dios. Después del día que he tenido, me vendrá bien un coctel. O tres.
Tengo una regla para mí: no bebo alcohol durante la semana, pero tengo el presentimiento que este año estaré rompiendo muchas de mis reglas autoimpuestas.
Emily entra en la habitación mientras Brody está sirviendo nuestra primera ronda. Nos va a empezar con cosmopolitans, explica.
–Lunes divertido– canta Brody mientras agita vigorosamente los cocteles.
–No creo que eso sea una cosa– dice Emily, siempre práctica.
–Ahora si lo es– vierte la mezcla en tres vasos individuales y los adorna con una rodaja de lima.
–Estoy impresionada– digo después de tomar un gran sorbo.
–Trabaje como camarero durante tres años en un club gay del centro– dice con un guiño. –Hice muchos Cosmopolitan–
Nos conocimos hace solo unas semanas, cuando Kyle y yo nos mudamos a nuestra casa y Emily y Brody vinieron inmediatamente a ayudarnos a mover muebles y desempacar cajas. Ahora, parece que hemos sido amigos durante años.
–Brody, tengo que preguntar…– Emily hace una pausa, un poco avergonzada. –¿Eres gay? –
Aunque el impecable sentido del estilo de Brody, su cabello rubio decolorado y sus orejas perforadas me hacían preguntarme lo mismo, no lo iba a preguntar. Miro a Brody, esperando que no se ofenda. Hace una pausa, mirando a Emily con las cejas levantadas. Luego sonríe. –Cariño, soy fabuloso– Nos echamos a reír.
–No puedo creer que ustedes dos hayan ido a una fiesta y no me lo hayan dicho– Brody hace un puchero y mi corazón da un vuelco. Está hablando, por supuesto, de la fiesta a la que Emily me arrastró el viernes pasado por la noche. La fiesta donde conocí a Noah. Se me seca la boca al recordarlo mostrándome esa sonrisa coqueta y de infarto. La que casi me hace arrancarle la ropa después de conocerlo durante cinco minutos.
Todavía puedo sentir su cuerpo presionado contra el mío, sus labios carnosos dejando los míos doloridos. Siento un hormigueo en el cuerpo solo de pensar en él. después de pasar más tiempo con él en su oficina y en la cafetería, tengo casi todos los detalles grabados en la memoria. Su cabello oscuro, lo suficientemente largo como para pasar los dedos por él, sus labios carnosos, su mandíbula fuerte y esa parte áspera de vello facial. Siento un hormigueo en las yemas de los dedos al recordar haber tocado sus abdominales y pecho pecaminosamente duros a través de su camisa. Y esos deslumbrantes ojos verdes…
Hablando de deslumbrantes, se me ocurren algunas cosas que me gustaría hacer con el que implican un par de esposas. Dios mío, Lila>
Me obligo a volver a concentrarme en la conversación. El solo pensamiento de Noah amenaza con abrumar por completo todo lo demás, y lo último que necesito es que Brody o Emily vean la expresión de mi rostro mientras fantaseo con él.
–Chicas, tengo una sorpresa– Brody mete la mano en su bolso y saca una botella de tequila, que deja sobre la mesa con una sonrisa. –¿Quién quiere un trago de tequila? –
Casi me niego. ¿Tequila un lunes por la noche? Entonces decido: ¿Por qué no? uno no me matará, y puede ser justo lo que necesito para relajarme.
Emily y yo sonreímos y levantamos las manos como si estuviéramos en clase. Mientras Brody sirve los shots, corto más limas y cojo la sal de la cocina. Al volver a la sala, oigo a Brody insistir en que nos saltáramos la fase de “conocernos” a la fase de amistad.
–Es un aburrimiento enorme. A nadie le gusta la charla trivial. Tengo una idea mejor– nos pasa un vaso a cada una. –¿Por qué no vamos por ahí y decimos nuestra mejor y peor cualidad? Empezaré yo. Mi mejor cualidad es que, como dije, soy fabuloso– hace como si se moviera el pelo. –Y mi peor cualidad es que me encantan los reality shows y me doy maratones de ellos–
Nos lamimos la sal de las manos, nos bebemos el shot y chupamos el limón, haciendo muecas por el fuerte licor. Yo solo bebo la mitad, necesito mantener la compostura.
–De acuerdo– interviene Emily. –Mi mejor cualidad es mi sentido de la razón– Brody y yo nos reímos disimuladamente, conscientes de lo pragmática que puede ser Emily. Se ríe con nosotros. –Es verdad. Y mi peor cualidad es que se me cae el pelo por todas partes y obstruye el desagüe de la ducha– Nos reímos, y entonces me doy cuenta de que es mi turno.
–Mi mejor cualidad es que hago la mejor tanda de galletas con chispas de chocolate del mundo. Y mi peor cualidad es que me las comeré todas y nadie podrá detenerme–
–Salud por los nuevos amigos– Brody levanta su shot de tequila y Emily y yo hacemos lo mismo. después de terminar la segunda ronda, Brody levanta una mano, dominando la pista.
–Y una cosa más. ¿Podemos estar todos de acuerdo ahora mismo en no ser raros tirándonos gases delante de los demás? –
Emily y yo nos reímos, sorprendidas. Ambas nos encogemos de hombros cuando nos damos cuenta de que habla enserio.
–Supongo que está bien– digo.
La boca de Brody se curva en una sonrisa y se gasea ruidosamente.
–Gracias a Dios, he estado aguantando eso durante la última media hora–
Todos nos reímos a carcajadas de nuevo, y una vez que nos calmamos, decidimos empezar a preparar la cena. Emily es vegetariana sin lácteos, y Brody es vegano y actualmente sigue una de esas dietas de moda en las que se come alto en proteínas y bajo en carbohidratos. Pienso que hará falta un milagro para encontrar una comida que todos pudiéramos comer, pero por suerte es el “día de trampa” de Brody, así que compré ingredientes para algunos de mis platos favoritos; mi mejor amiga de la universidad también había sido vegana, así que se cómo funciona. Como rara vez salía, a menudo cocinábamos juntas en casa de mis padres y disfrutábamos de una velada en casa. Esta noche, vamos a comer zoodles con pesto y migas de soja, y bocados de coliflor búfalo con queso vegano.
Le doy a Brody la tarea de crear los “zoodles” de calabacín, le doy a Emily un cuchillo para cortar la coliflor y comienzo a preparar el queso roquefort vegano. Mientras revuelvo el tahini, el jugo de limón, el ajo y el vinagre en un tazón, mis caderas presionaron contra la encimera y tengo un repentino recuerdo de Noah tirando de mis caderas contras las suyas mientras nos besábamos. Contengo un grito ahogado al ser cegada por un repentino destello de deseo. Mi corazón se acelera al imaginar su cuerpo grande y musculoso contra el mío, sus fuertes manos rodeándome, luego levantando mi camisa por encima de mi cabeza y quitándome el sostén mientras su lengua se mueve desde mi boca, bajando a mis hombros y finalmente a mis pechos. Mierda.
Miro a Emily y Brody, que no han notado el rubor de mi cara y respiración agitada sobre la alegre música pop que Brody puso. En serio, ¿Qué me pasa? Lucho por mantener la calma mientras termino de hacer el queso. Por suerte, Brody interrumpe mis pensamientos.
–Lila, ¿puedes comprobar si lo estoy haciendo bien? ¿Se supone que debe ser tan desordenado? –
Agradezco la distracción. No puedo seguir pensando en Noah o voy a perder la cabeza por completo. De hecho, la única forma en que se me permite pensar en el a partir de este momento es como mi consejero.
Por suerte, supero la preparación de la comida, prometiendo no pensar en Noah por el resto de la noche. Una vez que terminamos de cocinar, nos acomodamos de nuevo en la sala para comer, balanceando nuestros platos sobre nuestra rodillas y optando por mantenerlo informal en lugar de sentarnos en la mesa del comedor.
–Esto es increíble– dice Brody con la boca llena de zoodles y pesto.
–Normalmente me caliento algo en el microondas para cenar, así que podría acostumbrarme a esto–
–Esto esta buenísimo, Lila– añade Emily, mojando un trozo de coliflor en el queso vegano. –Por cierto, ¿Cómo te fue en la reunión con tu asesor? –
Mierda.
Por supuesto, justo cuando dejo de pensar en Noah, encuentra la manera de volver a mi cabeza.
–Um– Siento que me sonrojo. Considero no admitir la verdad, pero nunca se me ha dado bien guardar secretos, especialmente a una amiga. –¿Recuerdas al chico de la fiesta del viernes por la noche? –
Emily asiente, con aspecto confundido. –Si, Noah. ¿Qué hay del? –
–Bueno– trago saliva. –Es mi consejero–
–Noooo– dice Emily en voz alta, volviéndose hacia mí con los ojos muy abiertos y la boca formando una O perfecta. –¿El que besaste? –
Asiento, sabiendo que la mirada de culpa en mi rostro es inconfundible.
–Lila. Le dijiste que, si estaba destinado a ser, se volverían a ver. Esta totalmente destinado a ser–
Tiene razón, eso es exactamente lo que dije cuando me pidió mi número. Casi lo había olvidado, pero ahora es como si estuviera allí de nuevo. Recuerdo la sensación de sus ojos observándome mientras me alejaba de el en la fiesta, y un escalofrió me recorrió desde la cabeza hasta los dedos de los pies al pensarlo. Lo ignoro. No significa nada. Toda la situación fue pura casualidad.
–Espera. ¿Qué está pasando? Necesito detalles– Brody se inclina hacia delante en el borde de su asiento. Le explico todo. La fiesta, Jake, la nueva novia de Jake y mi brillante plan para ponerlo celoso que ahora había salido totalmente mal.
–Entonces, ¿este tipo de tu asesor ahora? Eso es una locura– Brody habla al mil por hora, claramente emocionado por el drama. –¿Cómo se ve? ¿Está bueno? Tan bueno que apenas pueda mantenerme la ropa puesta– Brody mira a Emily, que asiente, y luego a mí.
–Es alto, con cabello oscuro– Mi cuerpo se entumece mientras lo describo. Mi plan de no pensar en Noah se ha ido por completo a la basura y no puedo evitar que mi pulso se acelere. Es como si lo estuviera viendo por primera vez. Hago una pausa, luchando por mantener la compostura.
–¿Y su cuerpo? – Brody no me deja escapar.
–Musculoso. Brazos tonificados, pecho fuerte y abdominales increíbles– Aprieto los puños, pensando en pasar mis manos desde sus hombros, a su pecho y hasta su vientre plano. –Sus ojos son así de penetrantes, verde. Y tiene ese sonrisa sexy que pone cuando dice algo sucio– trago saliva. Tal vez es el tequila, pero acabo de decir mucho más de lo que pretendía.
Brody y Emily intercambian miradas significativas. Debo estar perdiendo la cabeza al decir todo esto. Intento cambiar el tema, porque si sigo hablando del cuerpo de Noah voy a tener un orgasmo aquí mismo, en mi sofá de segunda mano. Se que todos estuvimos en acuerdo en que tirarse gases delante del otro es una práctica de amistad aceptable, pero estoy bastante segura de que correrse delante del otro sería un no tácito.
–Nada de esto significa nada. Además, es mi consejero– intento ser la voz de la razón.
–Bueno, si no lo quieres, me lo quedo– interviene Brody con una sonrisa maliciosa.
Emily se niega a dejar el tema. –Las cosas pasan por una razón, Lila. ¿No crees en las almas gemelas? –
Mi teléfono me salva de tener que contestar, suena cada vez que recibo un correo electrónico. Cuando veo quien es el remitente, me quedo sin aliento.
–Disculpa, Lila, pero pareces haber visto un fantasma–
Aparto la vista de la pantalla y veo a Brody observándome.
–¿Qué pasa? – pregunta Emily. –¿Todo bien? –
Ambos me miran fijamente, y sé que no hay manera darle la vuelta, especialmente después de la reacción que acabo de tener. Dejo escapar un suspiro.
–Es solo un correo electrónico– hago una pausa, mordiéndome el labio. –De Noah–
Emily y Brody se enderezan en sus asientos.
–Bueno, ¿Qué dice? – pregunta Emily, casi susurrando.
–Solo léelo en voz alta– exige Brody, inclinándose hacia adelante y tomando un sorbo de su shot de tequila.
–Probablemente sea algo relacionado con la escuela– digo, tratando de minimizar su emoción, pero es inútil. Ambos me miran como si estuviera a punto de realizar un espectáculo de comedia monologuista. Me bebo el resto del tequila que me dije a mi misma que no iba a terminar. Necesito el coraje líquido y todo eso.
–Bien, aquí vamos–
Lila,
Gracias por tomarte el tiempo de reunirte conmigo hoy. Se que vamos a tener un año increíble. Olvidé mencionar esto antes, pero pensé que te podría gustar la poeta Ariel Elderson. Puedes leer algunas de sus obras en línea.
Siempre es un placer,
Noah.
Los miro. –¿Ves? Totalmente profesionales– incluso cuando las palabras salen de mi boca, ni siquiera yo las creo realmente. Siento como si mi corazón hubiera recibido un disparo directo en mi garganta y me tiemblan las manos. Cuelgo el teléfono antes de que alguien se dé cuenta.
–¿Profesional? – pregunta Brody. –Te desea totalmente, ¿Por qué crees que dijo: ¿Siempre es un placer? – Me mira levantando una ceja. –Placer seguro, Lila. Eso es lo que tiene en mente…su placer, tu placer, placer s****l–
–Brody, baja la velocidad… es mi consejero, nada más– escucho las palabras que está diciendo, pero no las registra mi cerebro.
–Es tan romántico. Se nota que está pensando en ti– dice Emily, sonriendo ampliamente. –Está pensando en ti a las…– Hace una pausa. –¿Qué hora es? –
–Las nueve– interviene Brody. –Nadie piensa en alguien después de las 5:00 p.m. a menos que quiera acostarse con el–
–Vamos, chicos. En serio, es mi tutor. Este es su trabajo– no estoy segura de a quien intento convencer, si a ellos o a mí.
–Parece que se toma su trabajo muy en serio– Brody sonríe con suficiencia. –No recibo correos electrónicos nocturnos de mi tutor sobre sus poetas favoritos–
Releo el correo electrónico, todavía tratando de convencerme de que todo no significa nada, de que Noah solo estan haciendo su trabajo como lo haría con cualquier otro estudiante. Lo peor es que, a pesar de mis protestas, y todo lo que han dicho me está derritiendo por dentro. Pienso de nuevo en lo que le dije a Noah, que, si las cosas estaban destinadas a ser, nos volveríamos a ver. Todavía no se si creo en el destino, pero me resulta cada vez más difícil negarlo.