MATTIA
Aun no entiendo por qué la gente se molesta en atacarme, suelen subestimarme y pensar que porque soy joven pueden venir a cogerme las pelotas y para la cereza del pastel, deducen que yo me quedaré de brazos cruzados sin hacer nada. Con los años he demostrado que, si mi madre era temida cuando tenia el mando de la organización, yo soy mucho mas horrible que ella ahora que fundé el consejo y tomé el mando de Londres.
La mafia está por todo el mundo, se divide en clanes y muchas veces se llegan acuerdos para poder trabajar sin guerras, ya que sin treguas esto seria un baño de sangre, habrían perdidas y todo seria un caos, no voy a negar que me gusta el caos, pero en mi línea de trabajo no solo es la fuerza la que se mide, si no la inteligencia y saber cómo hace una buena estrategia.
Aquí en Londres hay dos organizaciones, una que es la mía, mas conocida como "El consejo" y otra liderada por unos de los Boss de la Bratva. Vladislau es el que se encarga de mantener el tratado de paz con aquella organización, así como nunca se supo como llegó el ruso a ser unos de los Pakhan de una de las divisiones de la mafia rusa, tampoco se sabe cómo aquel líder llegó al poder. Creo que es por eso que se llevan bien, aunque Vladislau es un tanto excéntrico, le canta ser ostentoso, difiere mucho con el otro Boss, ya que dicen que es reservado, casi nunca se presenta a las reuniones que se llevan en su organización y por lo general siempre envía a su segundo al mando para que de las órdenes. También he escuchado que están librando una guerra con una mafia que pretende llevar negocios que hace mucho se prohibido en el país, y la hija del underboss es la encargada de eliminar a todo aquel que vaya contra ellos.
Como dicen por ahí, la información es poder. Aunque me fastidie estar metido en la vida de los demás, no puedo permitir no saber que ocurre en mi ciudad. Hasta donde sé a la chica no le ha tocado nada fácil, ya que este mundo es liderado por los hombres. Igual que a mi se ha abierto camino y a su corta edad es una de las mercenarias mas temida que se conoce, dicen que es una psicópata, que no tiene que ver con nada para eliminar de su camino a todo aquel que le estorbe.
Jesús.
Dicen que solo tiene 20 años y es una sádica que le gusta jugar con su presa, pero que se puede esperar, es hija de uno de los mayores asesinos de los tiempos, el tipo estaba bastante desquiciado y suelen decir que hacia una pregunta un tanto rara antes de comenzar a torturar a su víctima. Las destrozaba por completo y luego se las echaba a su lobo.
No voy a negar, yo también soy conocido por mis peculiares formas de hacer que paguen una traición o a la hora de buscar información, también soy de los que eliminan a los estorbos de mi camino de una manera poco convencional, por eso se hizo el tratado de paz de las dos organizaciones mas grandes del mundo y ni ellos se meten en mi camino, ni yo interfiero en el de ellos.
Me aferro al volante de mi auto, pero al parecer hay unos bastardos que no se han dado por enterado que existe tal tratado y han comenzado a joder mis negocias y pienso hacerlos pagar.
Nadie se mete con Mattia Lander y vive para contarlo. No pienso permitir que crean que pueden venir a mi territorio y hacer lo que les plazca.
-Jefe – La voz de Pavel resuena por el intercomunicador – Tienen a una rata en la bodega. Es uno de los que atacó uno de los puertos donde se hacen los envíos.
Sacudo la cabeza. Las personas no tienen sentido de la autopreservación. Puedo decir que los humanos son que se suicidan, ya que hasta las otras especies que están por debajo de la r**a humana, saben a quien atacar y de quien alejarse.
-Llévalo a la capilla, yo me haré cargo de él y cita a todos subjefes quiero que les quede claro quién manda – Demando.
Estoy hastiado, lleno de ira y cachondo. A la mente se me viene cierta ratoncita con la que me encantaría jugar. No he podido dejar de pensar en ella, se ha convertido en una terrible obsesión para mí, y en este momento no puedo permitirme distracciones, está comenzando una guerra en la cual debo estar concentrado al máximo, pero voy a ser sincero y no me voy a andar con rodeos, nunca me ha gustado mentirme, ni ponerme paños de agua tibia. La mujer me encanta, ese majestuoso cuerpo, la forma en que me bailaba, el sensual movimiento de sus caderas, esas tetas tan perfectas. Es como si la hubieran hecho a la medida de mis manos.
Mi polla comienza a empalmarse, y me enerva que no la pudiera tocar. Cuando le dije a Eros que quería un baile privado, casi se le descuelga la mandíbula el muy hijo de puta sabe que odio ese tipo espectáculos, cuando voy a su club llego a follar, a descargar mi polla, luego me tomo un trago y me regreso a mi ático, pero cuando la vi salir al escenario, algo dentro de mi se encendió, mi cuerpo comenzó a agitarse, el pulso se me acelero y casi no podía respirar. Ver una mujer tan hermosa, la mas hermosa después de mi madre y mi hermana que he visto, no pude contenerme, necesitaba tenerla a solas para mí.
Eros me advirtió que era una nueva bailarina, que la condición que ponía para hacer los bailes privados era que no la podía tocar. No me importó, yo la quería a solas conmigo y eso me bastaba.
Cuando entró al privado, con ese traje que le pegaba como una segunda piel, mi polla comenzó a agitarse dentro de mis pantalones. Ella no era una mujer, era una hembra, una maravillosa ninfa que vino al mundo a hechizarme.
Observar cómo movía su cuerpo para mí, despertó en mis los mas bajos instintos, me llené de rabia y celos, no quería que nadie mas la viera, no quiero de echo de nadie mas la vea bailar, la quiero solo para mí. Que cada uno de sus eróticos bailes me pertenezcan. Quiero poseerla, jugar con cada parte de su cuerpo, devorar esos carnosos labios, lamer y chupar esas maravillosas tetas, comérmele el coño como si fuera un hambriento.
Me acomodo la potente erección, no puedo sacármela de la cabeza y lo odio, ya que sé como es que una persona como yo se sienta atraído por otra persona, lo vi en mi madre cuando se obsesionó con mi padre, hizo cosas que jamás pensé, prácticamente dio su vida por él, creo todo un plan tan elaborado que la llevó casi a la muerte.
Las personas con mi condición no se enamoran, se obsesiona y eso es el infierno para las victimas de ello. Está hermosa ratoncita no sabe lo que ha hecho, ha despertado el interés de un peligroso depredador. No quise que esto sucediera, pero ya que ha pasado no pienso alejarme. Me ha hechizado, ha hipnotizado a una bestia que no tiene moral ni escrúpulos, el sonido de su voz es la melodía mortal mas exquisita que mis oídos hayan escuchado, sus labios son el deseo mas letal, la forma en que se mueve, lo bien que se sintió cuando se frotaba en mi pierna casi hace que me corra en mis pantalones como si fuera un maldito colegial que ve su primer video porno.
Voy a seguir asechándola, y esperare el momento de hacerla mía, y una vez que lo consiga ya nunca podrá escapar de mí, ni siquiera si me lo suplica.
Los celos se encienden, la ira comienza a abrumarme y el instinto mas primitivo se despierta en mí, las ganas de sacarle los ojos a todo aquel que la haya visto bailar, que la haya deseado igual que yo, que tenga pensamientos sucios igual que los míos. Quiero matarlos a todos. Ahora entiendo a mi madre, entiendo muchas de sus acciones, entiendo por qué eliminó a cada mujer que se le acercaba a mi padre, somos seres posesivos, egoístas y manipuladores de nacimiento, no tenemos moral, ni tampoco escrúpulos a la hora de ir por lo que deseamos y esa s****l ratoncita es mía.
Después de unos minutos de viaje llego a una vieja capilla, es la que uso a la hora de divertirme un poco, necesito sacar toda esta adrenalina que invade mi cuerpo, no me apetece follar con ninguna otra mujer, que no sea mi sexy ratoncita. Necesito averiguar por qué no deja que la toquen, quiero saber todo de ella, pero será más tarde ahora tengo que encargarme de una rata y reafirmar quien es el que manda aquí.
Estaciono el auto, me bajo y guardo las llaves en mi bolsillo. Camino antes de entrar tomo la caja de herramientas que cargo. Es un set de dagas, navajas y cuchillos que me regaló mi madre en mi onceavo cumpleaños, ya que, si a ella le gusta sacar los ojos, a mi me gusta sacar la lengua, esa es la marca de nosotros, y el sello de que has sido eliminado por un masacrador de la mafia londinense.
Camino hacia la entrada donde Pavel ya me está esperando, el grandote tiene una mano en el bolsillo. El hombre mide como dos metros, tiene un cuerpo bastante atlético, y un aspecto bastante aterrador, la cola de caballo le cae en los hombros, el cuerpo lo tiene lleno de tatuajes, varias argollas de metal adornan una de sus orejas y metal de sus ojos le da un aura bastante letal.
-Jefe – El tono de su voz tranquilo, pero peligroso resuena por el lugar. El hombre no tiene familia, nadie sabe su historia, y es bastante reservado. Solo habla lo necesario y es que por eso es por lo que nos llevamos tan bien.
-¿Dónde lo tienen? – Inquiero apenas me acerco a él.
Pavel me quita el maletín de las manos y me hace un gesto con la cabeza para que lo siga. El olor a humedad, madera vieja y hollín inunda mis fosas nasales, mis pasos suenan firme en grava del piso, la luz de la tarde entra por las viejas ventanas, que ya están bastante destartalas.
-¿Todos están aquí? – Pregunto.
Pavel asiente con la cabeza.
-¿Mis padres?
-Su madre está en casa con su hermana, su padre está en una de las empresas textíleras en una junta directiva.
Frunzo el ceño.
-¿Hay algún problema?
-No. Sabe que su padre es amante al control, solo están discutiendo reformas en los esquemas de trabajos, como van a llevar el lavado de dinero y escogiendo a una nueva asistente.
-¿Qué le pasó a la que estaba?
-Su madre le sacó los ojos.
Tomo una bocanada de aire, y llevo mis dedos al puente de la nariz. Los celos de mi madre son exagerados, no puede ver que ninguna mujer este en un radio de dos metros cerca de mi padre porque sencillamente la va eliminando.
Sigo caminando hasta llegar a un galpón y me encuentro con cada uno de mis capos, asesor, mi capodecina y algunos soldados.
-Buenas tardes, señores – Digo con aburrimiento.
-¿Qué está pasando, Boss? – Habla mi asesor.
Me encojo de hombros y comienzo a mirar al rostro a cada uno de los capos, soldados de mi mafia.
-Tenemos una rata – Muevo la mano – Al parecer no he dejado muy en claro que no pueden venir a mi territorio y montar negocios que no he autorizado. También tienen el descaro de atacar a mis puertos y comenzar una guerra que saben que van a perder. Al parecer el que nos está atacando es un inútil que no conoces a tu enemigo, sucumbirás en cada batalla. Y al parecer este ni me conoce, ni sabe de lo que soy capaz.
Escucho murmullos y comentarios, pero los ignoro. La gente estúpida cree que cualquier peón puede matar a el rey. Veo como todos mis peones me bajan la mirada y eso me hinca el pecho. Observo al tipo que está sentado en una silla, sin zapatos, sin camisa, solo con un vaquero. Las manos las tiene amordazadas en su espalda, la cabeza la tiene cubierta por una lona negra. Le hago seña a Pavel para que le destape el rostro.
Cuando le destapan el rostro el hombre de unos 30 años me mira con miedo. Un depredador puede olfatear el terror de su presa y eso solo lo excita más. Me quito la chaqueta del traje, arremango mis mangas hasta los codos. Dejó que Pavel coloque el maletín que traje en una destartalada mesa, y luego lo abro, observo con que juguete me voy a divertir hoy. Paso una de mis manos por las hojas de metal afiladas y me decido por una de mango n***o, puntiaguda.
Giro mi cabeza y le hablo a la rata.
-Esto puede ser de dos formas – Canturreo – Hablas y dices todo lo que sabes y te mato rápido o me tomo mi tiempo y te saco la información a las malas. Me gustaría que tomaras la segunda opción, ya que me encanta torturar, pero no seria de caballeros si no te doy opciones en las que te gustaría morir.
El hombre se le acelera la respiración, pero no dice nada, me sostiene la mirada y puedo mirar el desafío en sus ojos.
-Bueno, se acabó el tiempo. Lo haremos de la forma en que mas me gusta. Camino hacia él y le hago un pequeño corte bajo sus costillas. Un hilo de sangre el desciende por su costado derecho. Dejo la daga, ya que solo quiero que se desangre poco a poco, mientras lo torturo. Agarro una pinza y tomo una de sus manos.
-Te voy a hacer cinco preguntas y por cada respuesta que me des y no me guste, te arranco una uña – El hombre sigue sin hablar y yo comienzo a arrancar la uña del dedo meñique.
Puedo notar como aprieta la mandíbula, y comienza a sudar, aprieta los labios. Esto va ser divertido.
-¡Oh! Lo siento, no hice la pregunta – Digo en tono divertido - ¿Para quién trabajas?
El hombre me escupe el rostro. Me limpio con el dorso de mi mano y le arranco otra uña.
-Respuesta incorrecta. Comencemos de nuevo ¿Quién te envió?
-Jódete hijo de puta – Escupe.
Arranco otras dos uñas, porque me place y puedo. El hombre grita y se remueve en la silla, al parecer ha perdido la concentración.
-Respuesta incorrecta. ¿Para quién trabajas?
-No te voy a decir una mierda – Jadea – Así que mátame ya.
Chasqueo la lengua y sacudo la cabeza. Arranco otra uña, hilos de sangre manchas mis manos. Los gritos desgarran su garganta y puedo sentir las miradas de mis hombres quemando mi espalda. No solo hago esto por sacar información, también lo hago para que nunca olviden como hago pagar a las ratas que pretenden traicionarme y atacarme. Puedo percibir el tono de la voz un leve acento, pero no logro saber de donde es.
Esto va a tomar un tiempo. Con el hijo de puta me sacaré la frustración s****l que tengo por no poder follarme a mi ratoncita y el estrés de que quieran venir a joderme.
El diablo ha salido a jugar, es mejor que le teman.