LA DIOSA LUNA

EL INICIO

CAPITULO CINCO.

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EL INICIO.

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ฅ^•ﻌ•^ฅ ? ฅ^•ﻌ•^ฅ Narra Neferet ฅ^•ﻌ•^ฅ ? ฅ^•ﻌ•^ฅ

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Mientras avanzo de regreso comienzo a pensar en muchas cosas de manera apresurada ...

— Si no logro convencer a mi padre de que cambie de opinión sobre esta situación ... voy a huir de casa, no sé qué le pasa últimamente a mi papá, tampoco sé cómo ayudarlo, creo que lo mejor es que me aleje del él ya que se está volviendo peligroso pero ... ¿Y si piensa que me secuestró el vampiro y ataca al resto de los vampiros? ¡No sé qué hacer! — Grito llena de frustración, quisiera tener a alguien conmigo para que me ayude a tomar decisiones en mi vida todo el tiempo, una parte llena de valor, salvaje, libre y feroz, todo lo contrario a lo que soy para que me complemente.

Hundida en mis pensamientos me doy cuenta que ya estoy en casa.

Y hablando de mi padre ... él ya está esperando por mí sentado en su vieja silla de madera que rechina cada vez que se levanta. Doy pasos lentos al acercarme a la casa pues no es una buena señal que él ya sepa que he salido otra vez.

— ¿Estabas con él? — Me pregunta y aún no pongo un pie dentro de casa, no me preocupa por que no puede olerlo, no huelo a vampiro solo a tierra.

— No ¿Acaso no me hueles? Fui a correr solamente como siempre lo hago — Le digo haciéndome la ofendida, con un tono bastante grosero de hecho.

— Esto no está bien, no me obedeces Neferet ¿No ves que todo esto es para traer justicia? Es por ti que lo hago — Me dice mientras se frota la frente con su gran mano peluda.

— ¿Y alguna vez has pensado en lo que yo quiero? — Le pregunto.

— Tú no lo sabes, eres muy joven y la vida es corta para cometer ciertos errores — Me dice siendo todo un macho.

— ¿Y qué es lo que quieres entonces? Vivir por muchos años para realizar todos tus sueños ¿Cuántos años necesitas, doscientos años te alcanzan? — Le pregunto sarcástica.

— Quizá unos quinientos años me alcanzarían, pero si se pueden más, mejor — Lo miro tan decepcionada.

— Si pudiera darte lo que quieres, lo haría, ¿Crees que vivir muchos años te harán una mejor persona? — Simplemente no lo puedo creer, ya estoy harta de él, así que hablo sin pensar y de prisa. — Sabes que si te quedaras solo no te gustaría vivir eternamente ¿Qué harías si no pudieras morir eh? — Entonces llega hasta nosotros uno de sus secuaces interrumpiendo la charla.

— Ha venido un vampiro, dice que tiene al culpable — ¡Eso no puede ser! Alguien quiere entregarlo o ... ¿Acaso él va a entregarse? Pero le dije que no lo hiciera, siento que mi corazón va a explotar, late tan fuerte sin que yo pueda evitarlo y sé que mi padre lo ha notado.

— ¡Tráelo! — Le dice mi padre y me quedo en silencio esperando ver al traidor, quiero golpearlo, arrancarle el cabello con mis propias manos; Y cuando lo traen se para frente a mi padre agachando la cabeza el muy cobarde, no puedo distinguirlo, pero puedo olerlo y nunca olvidaré su peste.

— ¿¡Dónde está el maldito!? Habla y salva a tu pueblo — Le dice mi padre sentado en su silla mostrándose como un Dios.

— En la oscuridad, ellos han abandonado las tierras del Creador y se han unido a la oscuridad, también tienen algo nuevo — El bastardo duda en hablar y en mi padre la duda brilla intensamente.

— Dime y serás bien compensado — Mi padre intenta ponerlo de su lado con alguna clase de soborno.

— Descubrió que si le da una gota de sangre a cada persona de su especie se crea un vínculo, así pueden comunicarse entre ellos de manera mental — “¿Un vínculo? Eso es lo que sentí cuando lo mordí, ahora lo entiendo, entonces él y yo podemos comunicarnos con la mente, eso suena genial" Pienso y mi padre está completamente boquiabierto por el descubrimiento.

— ¿Cómo es eso posible? — Le pregunta mi padre bastante crédulo.

— Debe estar mintiendo — Hablo evitando que el vampiro responda, este solo se queda con la palabra en la boca y una pequeña sonrisa maliciosa se le escapa; Pero mi padre es muy astuto y se da cuenta de lo que hice, solo que no le da importancia a la respuesta, se concentra exclusivamente en el hecho de que puede tener el control sin importar como.

— Podríamos intentarlo ¡Vengan ustedes dos! — Señala a algunos lobos cerca de él, toma un cuchillo pequeño que siempre carga y se corta el dedo, ellos se acercan y toman una gota.

— Es doloroso — Dice justo después el vampiro con esa sonrisa malvada en el rostro que estoy comenzando a odiar, pero los lobos ya lo han tomado y en un instante sienten un dolor que hace que se doblen; Pero solo es un instante, también veo a mi padre que se para y se agarra la cabeza mirando el suelo y con los ojos bien abiertos.

— ¿Qué es esto? — Dice con la voz temblorosa pero de emoción, también está un poco asustado puedo verlo, pero yo siento miedo de lo que está pasando.

— Es el vínculo formándose — Dice el maldito vampiro traidor y a mi padre parece gustarle la sensación.

— Entonces ... ¿El culpable está con ustedes? — Le pregunta mi padre.

— Esta ahí, pero no será fácil capturarlo, ha convencido a casi todos los vampiros que es inocente — ¡Y lo es! Mi padre es el equivocado. Solo puedo apretar los puños ante tal confesión del muy bastardo.

— Ve a tu cuarto Neferet — No puede ser, no ahora, debo escuchar todo.

— Pero papá —.

— ¡Ahora! — Me ordena con un gran grito, así que me doy la vuelta y entro a mi habitación; Me aseguro que nadie me vea e intento eso del vínculo ¿Cómo funcionará? Debo llamarlo, no ... el vampiro dijo que es mental, tal vez debo ... ¿Pensar en él? ¡Ni siquiera se su nombre! ¿Cómo podría comunicarme? Solo sé que es alto, de piel blanca, ojos azul profundo, con la noche se ven negros y cuando algo lo exalta se vuelven rojos, también tiene cabello rizado no muy largo, delgado con ternura en sus ojos.

— Me hace sentir en paz — Digo toda endiosada.

— Tu también me haces sentir en paz — Una voz resuena en mi cabeza, abro los ojos pero no hay nadie junto a mí, juraría haber escuchado su voz, debo estar enloqueciendo; Mañana iré a buscarlo a primera hora en cuánto mi padre se vaya de casa, no quiero arriesgarme a que lo capturen, no quiero que lo lastimen, yo... solo quiero estar cerca de él.

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??(~‾▿‾)~?Narra Ricardo ?(~‾▿‾)~??

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Cuando escuché su voz por la noche, me sentí feliz; Yo solo estaba ahí y comencé a escuchar su voz en mi cabeza, tan linda ella, pensando en mí, al menos tiene una buena idea de lo que soy. Todos estos años que había vivido con su recuerdo valen la pena, y lo prometido por la oscuridad se convierte en realidad.

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Cuando amanece en esta parte del mundo, en la oscuridad, el bosque es tan denso que no entra ni un rayo de sol y siempre hay nubes; Por eso es la parte oscura, en cambio, dónde terminan las tierras del creador, el bosque es disperso y entra luz en casi cualquier lado.

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Me paro en la orilla de la oscuridad mirando hacia la luz, sin comprender porque hay dos lados tan opuestos; Cuestionando la actitud del Creador, y porque pareciera que no somos de su agrado si él nos dio vida. Y al intentar salir siento que el sol me quema, obligándome a regresar a las sombras, quizá ya no somos bienvenidos a las tierras del Creador; Al parecer ya no somos seres de luz, pero eso no va a detenerme, y me muevo entre la sombra de los árboles hasta una zona espesa, llena de árboles y sombra; Apenas entran algunos rayos de luz muy tenues, que no son lo suficientemente fuertes para lastimarme. También siento que ella estará aquí pronto, me eh frotado y traigo conmigo hojas de menta para que pueda llegar a mí; El anciano tiene una gran planta de menta en una maceta negra y me ha permitido cortar toda la que desee, así que... ese no será el problema.

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Paso un rato sentado hasta que escucho un ruido y huelo algo muy rico, como fresas así que me escondo para descubrir quién es y veo a un lobo que olfatea ¡Es ella! Y de prisa salgo a recibirla, mientras ella corre alrededor de mí; Es como un pequeño cachorro, trae en el hocico ropa que pone sobre el pasto verde y se transforma en su forma humana frente a mí. Pero no puedo mirarla ahora así que me volteo y ella me abraza por la espalda, lentamente y deslizando sus manos en mi abdomen.

— Tierra húmeda y menta, es tan delicioso — Dice respirando profundo cerca de mí cuello.

— Pero tú ... hueles a fresas — Le digo sonriendo.

— Quise tener también un aroma que solo tú reconozcas — Tomo sus manos suaves y las acaricio.

— Siéntate, platiquemos hay mucho que quiero saber de ti — Mientras la llevo al suelo para estar cómodos, hay una pequeña brisa que hace que su cabello se mueva tras su espalda, y eso la hace ver aún más hermosa.

— Yo también quiero saber mucho más de ti, empezando por tu nombre — Cada vez que la veo me deslumbra con una hermosa sonrisa amplia.

— Soy Ricardo ¿Y cuál es el tuyo bonita? — Pregunto mirándole fijamente.

— Neferet, tengo dieciocho años, pero eso ya lo sabes — .

— Yo tengo veinticinco, apenas los cumplí — Le digo sin poder dejar de admirar lo bonita que es.

— ¿Qué edad tenías cuando me marcaste? — Me pregunta.

— Eres la primera en preguntar eso sabes, solo era un niño de seis años cuando me perdí y tenía como catorce cuando volví, y te marqué — Me he preguntado tantas veces que habrá sido del resto de mi familia, tenía una tía y abuelos, pero nadie me dijo nada solo que un día desaparecieron al igual que yo y jamás volvieron a verlos; Al parecer escaparon después de que marqué a Neferet.

Así pasamos el rato platicando, siento como nuestro vínculo se fortalece con cada palabra y así pasa un largo rato. Los latidos de mi corazón se sienten diferentes, arrítmicos tal vez, pero calmados a la vez. Como si estuviera enfermo pero curado al mismo tiempo, no sé cómo explicar la sensación que ella produce en mi interior.

— Debo irme, mi padre tal vez ya sepa que no estoy y debe estar más que furioso, no quiero que venga a buscarte — Solo escuchar que debe irse me rompe el corazón, tener que dejar de mirar su rostro, es muy difícil.

— Vendré por ti lo prometo, te protegeré de todo y de todos — Nos abrazamos fuerte mientras hago mi promesa, ella levanta la cabeza y no puedo evitar besarla; Ella me abraza más fuerte regresando ese beso tan suave, no quiero que termine nunca, no quiero dejarla ir de mi lado.

— Ve a casa, si me extrañas háblame por el vínculo, solo piensa en mí y escucharás mi voz — Le digo luchando contra mi propio cuerpo para soltarla mientras ella asiente y se va lento. Nuestras manos son lo último que se sueltan, pero con la esperanza de algún día no soltarnos jamás. — Voy a traerte a mi cueste lo que cueste, lo juro — Le digo mientras se aleja con una sonrisa triste, dejándome a la espera de vernos mañana.

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Al día siguiente, después de una eterna espera, la veo llegar; Más feliz y animada, con el vestido en el hocico y sacudiéndose la tierra que se ha pegado en su hermoso pelaje de loba que parece estar siempre cubierto de nieve. Platicamos sobre muchas cosas esta vez, sobre su vida y de vez en cuando sobre su padre.

Cuando me cuenta sobre el vampiro que nos traicionó, no sé qué hacer al respecto, pero por ahora solo pienso en estar a su lado.

Pasan los días tan de prisa cuando te enamoras, y nos reunimos a diario sin falta ni un solo día; Y cada vez es más difícil separarnos pero debo dejarla ir todos los días aunque me duela, pero no estábamos listos para lo que venía. Si separarnos era difícil.

Aquello sería peor.

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* (ˍ, ل ل じしˍ,)ノ じしˍ,)ノ