Cuando Edward llegó apresuradamente al hospital, vio a una mujer inconsciente en la cama, y a su precioso hijo Lucas desparramado sobre el borde, con el pijama aún puesto. El niño dormía profundamente. La escena hizo que Edward se pusiera nervioso. —Lucas... El pequeño reaccionó ante el alboroto en la sala. Al ver a Edward, su expresión se suavizó. En sus manos sostenía un dibujo hecho con crayones, su forma favorita de comunicarse. Lucas no hablaba y tenía un vocabulario muy limitado, por lo que expresaba sus pensamientos más complejos a través de dibujos. En la primera imagen, una mujer le daba de comer a un niño, quien parecía feliz, como se notaba en la curvatura de sus labios. En la segunda, la misma mujer llevaba al niño de la mano y caminaban hacia algún lugar. Había nubes a su

