Angela
Si él supiera, pensó para sus adentros. Ella no era inexperta, había tenido algún que otro novio. Había llegado a segunda base, la habían tocado. Había tocado. Definitivamente conocía hombres desnudos, con seis hermanos, y todo en referencia al acto. Hermanos adolescentes, que no cuidaban el vocabulario y consumían porno. Ella había visto alguna que otra película. Tenía 25, debería haber perdido si virginidad hace rato sin embargo por alguna razón cada vez que tuvo la oportunidad no llegó a concretar.
Quiso agregar algo a lo que dijo Demian pero optó por callar.
-que piensas hacer conmigo y que haré yo acá? Y en qué parte de Canadá estamos exactamente-
Cómo si ella fuera tonta de no haberse dado cuenta de su acento, de la duración del viaje y del paisaje por lo poco que había podido ver.
Demian se inclinó sobre la mesa cruzando sus brazos y acercandose a ella.
-Son buenas preguntas. Realmente no estaba en mis planes traerte conmigo pero estaba furioso y bueno...- el recogió los platos y los puso para lavar
- Viste la oportunidad de vengarte-
-Si, algo así-
- Pero eso no contesta mis preguntas Demian, que voy a hacer encerrada acá? puedo salir? que vas a hacer conmigo?-
- Que hace habitualmente una niña mimada como tu aparte de ir al spa e ir de compras?- le dijo dándose vuelta, ambas manos apoyadas hacia atrás en la mesada de la cocina.
- Yo...- pensó si debía mentirle, la verdad no había motivo sin embargo tampoco tenía porque proporcionarle toda la información - Yo dibujo- bueno no era lo único que hacía. Ella era una diseñadora nata. Aunque nunca había ido a una escuela de arte puesto que no había querido alejarse de su familia tomo clases y aprendió muchísimo en línea. Tener una hermana modelo y famosa la ayudaba un montón, ya que muchas veces lucía sus modelos. Así fue como de a poco se había hecho un nombre, sus prendas eran únicas y muy cotizadas. La mayoría las vendía online aunque a veces también hacia a medida y muy muy excepcionalmente recibía gente en el atelier que había montado en su casa. Cuando terminó la secundaria intento ir a la universidad pero duro solo un semestre y volvió. Decidió instalarse en una de las casas de huéspedes del rancho (tenían tres). La había decorado a su propio gusto, había montado su atelier y de vez en cuando cuando era necesario se quedaba en el piso familiar que tenían los Falcone en Dallas.
Pensó que si se iba a quedar un tiempo por lo menos podía aprovechar el tiempo. Desde hacía rato estaba pensando en lanzar una colección, con un desfile encabezado por su hermana la exótica top model Calixta Falcone.
- Voy a necesitar hojas y lápices. Y también ropa para vestirme no puedo andar por siempre vestida con esto.
El sonrió malevolamente. -Yo no tendría ningún problema-. Angela se sonrojó.
- Por favor- le suplicó.
- Ahh las palabras mágicas, pensé que nunca ibas a bajarte de tu trono de princesa para pedirme algo. Ok yo te voy a conseguir ropa tus hojas y lápices para dibujar. A cambio te vas a portar bien, no vas a gritar, no vas a hacer escándalo, no vas a intentar contactarte con nadie...
- Por favor, aunque sea déjame llamar a mí madre para decirle que me estoy quedando con un amigo para que no se preocupe. Si quieres puedes estar cuando la llame-
El se acercó. Se acercó mucho. -Y tu que me vas a dar a cambio angelito?- le dijo mientras tomaba un mechón de pelo y jugaba con él...
-A cambio?- Angela tembló. No le tenía miedo, intuia que no la iba a lastimar solo tenía que idear como salir de ese embrollo antes de que alguien saliera seriamente herido. Porque lo que le hizo Connor a su hermana iba a ser un paseo por Disney en comparación a lo que podría hacerle su padre y hermanos a él y su hermana cuando se enteraran que la secuestro.
- Si, a cambio- dijo el tomándole la barbilla mientras se acercaba peligrosamente a sus labios.
Demian
El no era un demonio. Si estaba furioso por lo que hizo el maldito de Connor pero no iba a violar ni maltratar a la chica. Quizá seducirla para que el bastardo tomara de su propia medicina. Ahora que lo pensaba podría transformar a la estirada Ginny en su putita personal para que cuando se la devolviera tuviera nuevos talentos para mostrarle a ese infeliz. La idea no le desagradó para nada. Su cuerpo respondió en asentimiento. Inclinó su cabeza y probó sus labios. No besaba como virgen aunque creía que algún lugar virginal le quedaba, si bien no parecía ingenua no tenía aspecto de chica fiestera sino más de chica que tiene un novio y se casa con él, ergo, sexo aburrido.
Metió su lengua hasta la garganta y sintió como ella respondía su beso, paso sus esbeltos brazos por sus hombros y agarró su cuello.
El le tomo los muslos y la levanto sobre la isla.
Le bajó los tirantes y beso sus pechos mientras que sus dedos buscaban entre sus piernas su humedad. Metió su dedo y empezó a moverlo viendo con agradable sorpresa que ella respondía. Metió otro dedo y aceleró el movimiento hasta que la joven acabó, pudo sentir las contracciones estrujando su dedo.
Saco sus dedos y los llevo a su boca y probó..Ella era deliciosa. Su pene estaba que explotaba. Pero no pensó tomarla ahí en la cocina no todavía. Tomo la mano de ella y la puso en su entrepierna.
-Quo pro quo. Yo te doy algo y vos me das algo a cambio- saco su pene e hizo que Ginny lo envolviera con su mano y empezó a moverse mientras nuevamente besaba sus pechos. No tardó mucho en acabar. Alcanzó el rollo de cocina y la limpió.
-Y eso...y más de eso querida es lo que pediré a cambio por cada cosa que me pidas-