Angela
-Quisiera poder apreciar tu sarcasmo pero la verdad no estoy de humor- el hombre se acercó hacia donde ella estaba y tomo la puerta del refrigerador. Vio que solo vestía un pantalón de Franela y tenía el torso desnudo.
De repente sintió su falta de ropa. El también se percató pues la miró de arriba a abajo con una mirada apreciativa.
Mierda, su camisolin se traslucia se percató Angela.
-Luces tenues- dijo el hombre en voz alta y se encendieron las luces de la cocina encegueciendola por un momento. El se giró hacia ella estaban muy cerca y se dió cuenta que le llevaba una cabeza y era un hombre muy atractivo. Que habría hecho el idiota de Connor para que este hombre se enfadara tanto?
-Y no, respondiendo a tu pregunta. No pienso matarte de hambre. Si quieres puedes sentarte mientras preparo algo. Por cierto, mi nombre es Demian. Y el tuyo?-
Bien el hombre era más educado y civilizado de lo que esperaba, considerando la primera impresión que tuvo de el. Dudó en darle su nombre, temió meterse en más problemas de los que estaba si le daba su nombre real.
-Ginny, un gusto- dijo con su perfecto acento sureño estrechandole la mano. El hombre dudo pero la tomó. Ella sintió un repentino escalofrío..El hombre, Demian, soltó su mano como si le quemara el contacto.
Ella se sentó en una banqueta de la cocina mientras el preparaba lo que parecía unas omelettes. Miró apreciativa a su alrededor, se notaba que se había realizado una reforma recientemente. Los electrodomésticos eran nuevos estaban relucientes.
Miró su espalda. Tenía un tono levemente dorado, apenas más claro que el de ella. Pero es que por su sangre corrían tantas mezclas que su familia era una gama interesante de colores..aún así ella era la que había heredado los rasgos y el porte patricio de su madre..Se decía que los Harrison tenían sangre azul en la línea que descendía de su Inglaterra natal. Y eso se notaba en Linda y en Angela..Ginny, era como la apodaron sus hermanos gemelos de pequeños, cuando no les salía Angela. El resto de su familia solía llamarla Angel cuando no Angela pero los pequeños, que ya no eran tan pequeños pues iban a la universidad, continuaban llamándola Ginny de manera cariñosa. Tenía que pensar la manera de minimizar los daños. No quería hacerle daño a su familia.
-Y se puede saber que te hizo el idiota de mi...mmm novio para que te enojes tanto- estuvo a punto de cometer un desliz, uno que podría haberle salido caro como entendería después.
El la miró por sobre su musculoso hombro, por Dios debería ser un pecado tener un cuerpo así. Demian podría ser modelo de pasarela , ella lo sabía muy bien por el mundo en el que se movía su hermana.
Demian
Miro a la joven sentada en la isla de su cocina. Una pierna sobre la otra. Su espalda recta. Su pelo pulcro, su piel dorada contrastando con el blanco de su camisola. Y se dió cuenta que como sospechaba esta joven tenía cierta estirpe. No era una simple putita de turno..Sería la prometida de ese infeliz? Pronto lo sabría.
-Veo que por primera vez estamos de acuerdo en algo. Verás, yo a Connor lo conocí en la universidad. No éramos amigos. Yo pertenecía a una fraternidad y el no. No sé desde cuándo conoces a Connor pero no siempre lucio así como ahora. Era un joven larguirucho de granos, pero muy muy inteligente. Compartimos una clase y nos convertimos en una especie de socios en un proyecto cuando terminamos la universidad. Iba todo bien hasta que me llamaron que mis padres se accidentaron así que tuve que volver a hacerme cargo de los negocios de la familia...y de mi hermana- la miró fijo a los ojos para que entendiera- que quedó CIEGA en el accidente- vio como la joven tragaba saliva. No si de idiota se notaba que no tenía un pelo. No era como las rubias de la fraternidad con las que solía tontear.
-Hace un tiempo Connor me contacto luego de tanto tiempo y me dijo que le gustaría terminar el proyecto. Y honestamente me entusiasme, ya que ese proyecto era como un hijo para mí y quedó trunco. Cómo teníamos que trabajar muy de cerca y yo no podía dejar mis negocios acá, hicimos unas entrevistas por zoom pero entendimos que necesitábamos vernos personalmente. Y puesto que el puede trabajar remotamente desde cualquier lado me pareció lógico invitarlo a mi casa. Nunca me imaginé que era un lobo con piel de cordero, sino no hubiese puesto ni medio pie en mi propiedad.
-Entiendo- dijo ella, intentando mostrarse comprensiva
-No, jaja creeme que NO entiendes. Ese hijo de puta se robó mi negocio y se acostó con mi hermanita!-
-Pepero tu hermana es muy pequeña? Connor no parece esa clase de hombre que se acostaría con una niña- le dijo ella con cara de incredulidad
Demian puso los dos omelettes en un plato y le acerco uno a ella y resopló.
-No por Dios, si hubiese sido así ya hubiera mandado a alguien a matarlo. Te dije que no entendías..verás mi hermana estaba en el auto cuando fue el accidente de mis padres y como te dije quedó ciega. Tuvo depresión después de eso, me costó mucho sacarla de ese pozo. Tuve que contratar psicólogos, maestros. Tuvo que aprender braile, a moverse a desenvolverse en el mundo ya que ella no nació ciega. Y finalmente cuando mi hermana está bien, está tomando clases virtuales, es feliz a su manera cuidando sus rosas. Pum llega tu novio, le pinta un mundo de colores, la enamora y desaparece. Ahora entiendes? Mí hermana prácticamente no sale de esta casa, no tiene otro contacto con el mundo exterior que no sea a través de las computadoras y la gente que trabaja conmigo. Mí hermana, era VIRGEN- le espetó cortando un pedazo de omellet y poniéndoselo en la boca con furia.
La joven lo miro apenada y asintió con la cabeza.
-Pero no entiendo que crees que ganarás conmigo acá- le dijo ella suavemente - Yo no soy tan importante para Connor como tú crees- dijo mientras le agarraba el brazo con suavidad.
El miro la mano pequeña de ella. Hasta sus dedos tenían gracia..si estaban comprometidos no llevaba anillo pensó. Ese imbécil, si yo tuviera una mujer así le pondría el anillo más grande que encontrará para que todo el mundo supiera que era mía.
El puso su mano cálida sobre la suya y la apretó mientras la miraba acercando su rostro al de ella.
-Eso lo veremos. Quisiera poder pagarle al maldito con la misma moneda y sacarte tu virginidad, pero creo que es un poco tarde para eso no? - la joven Ginny se sonrojó - Pareces una joven de mundo, no precisamente una inexperta virgen- sentenció.