Capitulo 8

1390 Palabras
Diego La responsabilidad de ser siempre él mejor esta en mí, cada día tengo que lograrlo, estoy en una universidad donde están los hijos de los millonarios, me temo decir que yo soy el mas pobre junto a mi prima Karla, ella consiguió una beca para estudiar arquitectura, en mi caso no necesito de ninguna beca mi padre paga mis estudios, soy su único hijo, aunque es un padre muy duro, me da todo lo que pido. En esa Universidad conocí a la mujer mas hermosa que pude encontrarme, no solo rostro sino cuerpo, con unos senos del tamaño perfecto y su trasero redondo, en definitiva me atrae que quiero probar esos labios rojos, solo que todo comenzó mal y me trato de canalla, cuando me disculpe me humilló con su asqueroso dinero. Trabajar con ella fue cosa difícil, porque no la quiero cerca, al tenerla me hace desearla como un loco, me he masturbado todas las noches en la ducha cada vez que la pienso me la pone dura, los encuentros con Marena cada vez han sido mas frecuentes, ella es mi amiga solo que compartimos momentos de lujuria, es la unica que me entiende y no me critica en nada, ambos tenemos claro como es nuestra relación. Terminando el trabajo en mi casa con Emma, al despedirse me da un beso de despedida en la mejilla que me hace querer detenerla y subirla a mi habitacion y saciarme estas ganas que tengo de ella, solo que no es lo correcto. Recibo una llamada de mi jefe él cual es mi padre, cuando el llama significa que me quiere en la base policial, aguardo mis cosas y me voy a trabajar. En la entrada escaneo mi tarjeta que se medio desde que formo parte de las filas de la base policial de la DEA, fuí sometido por mi padre a entrenamientos militares, mi madre murio cuando tenia 10 años, sufrí mucho pero mi padre me enseño a no ser débil, no soy débil como él cree solo que en mi si hay felicidad y amor no me gusta cargar esa cara de mierda como él lo hace. Por gusto de él, soy parte de la DEA no niego que me guste echar bala pero si él no me obliga pienso que jamas hubiera entrado a nada de esto. Me espera Marena, y dice que estan todos reunidos en la sala de operaciones, entro y si aquí están los tenientes de cada escuadrón, mi padre como Jefe esta en la cabeza, tomo mi lugar y pongo atención de lo que se trata, mi teniente me explica lo que haremos, estoy en el escuadrón del teniente Robles. Nos vamos a la misión, preparamos nuestras mejores armas, al llegar el lugar esta solo, pero si algo he aprendido es que esa tranquilidad no es buena, entramos y por el otro lado entran un grupo de hombres armados —Los Águilas están aquí –Habla mi superior, esto se vuelve un enfrentamiento, vemos a otras personas que llevan los diamantes, esa es nuestra misión recuperarlos al parecer la organización viene por ellos también solo que se nos han adelantado, sigo a la que lleva un maletín, mis compañeros me cubren. Le doy un golpe que la hace perder el control, pero no esperaba que fuera tan buena en la pelea de cuerpo a cuerpo, una distracción y se me escapa dejando mi cuerpo sin aire. Una alarma empieza a sonar y salimos corriendo esto va explotar me lanzo por una ventana y salgo del lugar lo mismo hace el resto del equipo, vemos como explota el lugar, convirtiendo en cenizas. *"* —¡Se dejaron aullentar por unos ladrones! –Habla fuerte mi padre —Acaso son unos inútiles, pensaba que tenia los mejores, pero ya veo que dan vergüenza –Ni como defendernos, aquí solo somos mudos mientras recibimos la madraeda de nuestra vida. Empieza a salir todos de la sala, y yo sigo —Quedate Diego –obedesco y me quedo en mi lugar, hasta que sale el ultimo, cargo un dolor en las costillas esa vieja si sabe golpear duro. —Tienes alguna idea de quienes eran —No, nunca los había visto antes, pero tiene una forma de operar, mejor que la organización de los águilas —Oh forman parte de sus filas y ellos solo los estaban apoyando —De ser así, no los hubieran atacado, con la que pelee era una mujer pero su forma de Golpear lo hace diferente, te podria decir que pelea como uno de los nuestros, con las mismas tácticas —Te pateo el trasero una mugre vieja —Asi fue, me confíe mucho de ella por eso lo hizo, pero eso ya no sucederá otra vez —Eso espero, porque mi hijo no puede ser un reverendo inútil. *"* Despierto temprano me voy a la universidad, me subo mi Mustang azul, y me pongo camino a la universidad, aparco en la entrada de la universidad Me ve a lo lejos Lucas y me dice que me acerque —Como te fue con la fresita –Le dice así a Emma —Normal hicimos en trabajo y se fue para su casa —No me digas que no te interesa, porque no te voy a creer —Claro que no, para mi es como una mas de las pesadas de aquí —Entiendo, además tu no le interesas tampoco —¿Porque lo dices? –Señala en dirección donde esta Emma con el idiota de Simón —Te gusta la pesada de Emma a ti también –Llega diciendo Karla —Si es muy guapa, pero al que trae loquito es a Diego —Ya deja de decir cosas que no son –Respondo y me largo de allí, no pienso aguantar sus bromas y mucho menos ver a ese par. Después de clases ea hora de entrenar junto al equipo —Hola Diego —Hola Priscila –Es una de las que se me insinúa, pero no me gusta comer lo que come otro y ella es la que pasa por la v***a del entrenador —Anotaras goles verdad –Levanto la vista y esta Emma sentada, con su mirada en mí —Solo si tu me animas mucho —Por supuesto que lo haré Diego –Le guiño un ojo y entro a la cancha a jugar, aquí detrás de un balón es donde se me olvida todo, esto es a lo que quisiera dedicarme a ser jugador profesional y poder jugar en las grandes ligas. Termina el entrenamiento y vamos a las duchas —Hey bro ten cuidado, el entrenador te puede cargar entre ojo, por lo de Priscila —No pasa nada, sabes que ella no es mi tipo —¿Y Emma? —Sigues en lo mismo —Esta bien ni dire nada más –Si me gusta, y mucho pero no soporto a las princesitas como ella —Diego nos vemos en el antro —Alli te veo –Agarro mis cosas y me voy hasta donde deje mi auto, camino a donde esta, un choque me hace detenerme —¿Porque no te fijas? –Dice Emma, me quedo viendo esos ojos cafes que me hipnotizan —Siempre te cruzas en mi camino, me estas acosando –Me río —Ya quisieras que yo te acosara no te hagas ilusiones nene –Que bien se escucha eso de su boca, se da la vuelta pero la sujeto evitando que se vaya —Que crees que haces, sueltame –Dice, pero mis ganas son otras, la beso, al principio se resiste, pero profundizo mas el beso, que rico sabor posee, me la imagine muchas veces, solo que la imaginacion se quedo corto con lo que en verdad sabe, una combinación de fresa y limon lo dulce y agrio a la vez, me quedo sin respirar, toca separarse, sus labios quedan hinchados por la fuerza del beso —No me vuelvas a besar a la fuerza imbécil –Da una bofetada, me saboreo el sabor que quedo en mis labios —Pegame otro pero valió la pena, princesa –Sonrio y ella se marcha furiosa, poniendo en marcha su auto, mientras que yo me quedo como reverendo pendejo, si que disfrute ese beso, como nunca lo he hecho.
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