Esos pensamientos se distrajeron cuando ella gritó en el brazo de Derek. Rápidamente, abrí la botella y le serví un poco en un vaso. Ella estaba resoplando y Derek estaba mirando la botella. —¿Seguro?— —Sí—, dije mientras acercaba el vaso a sus labios para que pudiera beber de él. Ella se lo tragó rápido, así que le serví otro que estaba más lleno. Comenzó a tragarlo hasta que se atragantó con ligeras gotas de líquido marrón que se derramaban sobre su piel marfileña. Aparté el vaso y ella tomó mi mano con la buena y se la llevó a la boca para poder terminarlo. —¿Mejor?— Ella asintió mientras se recostaba y me saludó con la cabeza, sus ojos viendo a través de mí como siempre lo hacían. Tenía miedo y era muy difícil esconderme en este momento. Hubo otro crujido y se le rompió el brazo ju

