Evan asintió. —Dos en punto y deberían estar terminados a las tres. Es el turno de tarde, así que no me sorprendería que terminaran antes —.
Ethan asintió un poco y se rascó el cogote que estaba empezando a crecer. Me gustó, al igual que mi bestia. Le hacía parecer muy sexy. —Entonces vamos a las tres. La luna está en cuarto creciente esta noche, así que deberíamos tener algo de cobertura—.
—¿Estas seguro?— Evan preguntó con un poco de cautela.
—Sí, tenemos que ver. No sé si ayudará en algo, pero parece que no puede hacer daño—.
—Sí, se puede—, murmuré para mis adentros. —La verdad de ese árbol parece siempre doler—.
Ethan
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—Muy bien Ev, ¿por qué no regresan aquí esta noche? Tú y yo podemos arreglar ese barro. ¿Trasladas a Lyanna a nuestra cabaña?—
Evan asintió. —¿Espero qu
