Ethan me gruñó pero mi bestia mostró sus dientes, lo que le hizo abrir los ojos con sorpresa. Di otro paso. —No lo permitiré, ya no. No me importa quién sea. Le mostré mis dientes más de una vez a Aaron porque mi bestia y yo queríamos destrozarlo por pensar que alguna vez podría tomar tu lugar. No lo permitiré. No lo aceptaré y si no puedes manejar eso, entonces es una lástima. Es tu pérdida—.
Con eso, encendí mi curación y comencé a alejarme. Mi lobo gimió un poco, el tirón se torció y me rogaba desesperadamente que volviera. Pero no pude. Necesitábamos esto. No todo en una relación es un montón de arcoíris y mariposas de mierda. Necesitábamos demostrarnos unos a otros que trabajaríamos en cosas, pequeñas y grandes, y que aún nos apoyaríamos unos a otros.
Eso es todo lo que quería. Un h
