—Puedo ayudar, Cristine—, respondió rápidamente Lander. Me envolvió en un suave abrazo y me revolvió el pelo. —Lo hiciste bien chica, muy bien—.
—Gracias, Lander.— Le sonreí antes de que se volviera hacia Levi, quien estaba sacando los cuchillos nuevamente.
Ellie caminó conmigo hacia Claire, quien se estaba poniendo una térmica larga, casi como un vestido, sobre su cuerpo. Lo alisó y luego se volvió hacia mí con una sonrisa radiante.
Caminó rápidamente hacia mí y me rodeó con sus brazos, luego besó y acarició mi mejilla. Le devolví el abrazo y dejé que mi loba disfrutara del amor maternal que nos estaba brindando. Nos calentó el corazón y el alma hasta la médula. —Estoy tan orgulloso de ti.—
Suspiré y asentí contra su pecho. —Gracias.—
Ella se apartó lentamente y me miró. —Muy bien, v
