capitulo 2

2312 Palabras
Isabella y Romina en su primer día de trabajo... Por fin llegamos con Romina, bajamos del taxi, a toda prisa, corrimos hacia el hotel, llegamos a la entrada, un señor con un traje azul oscuro con muchos botones nos abre, seguimos adelante, mis ojos no pueden creer lo que están viendo. El lugar es muy lujoso, me siento como una millonaria, desearía tener al menos una sola noche en este lugar tan hermoso, grande y majestuoso, ya es tarde, el señor que nos dió el trabajo nos ve llegar y nos dice. —Llegan un poco tarde, pero tranquilas, quiero verlas primero para saber si estan bien presentadas y arregladas para la ocación y por lo que puedo ver, están perfectas— nos pasa una agenda y un bolígrafo. —Buenas tardes, soy Gary y estoy aquí para dirigirlas en este día de trabajo, sigan por aquí en el fondo del pasillo en este lugar vamos a esperar unas horas, por favor siéntense cada una en un escritorio, vamos a ser una simulacion, ustedes en este momento y en este lugar son asistentes de los empresarios que están adentro, y deben comportarse como tal, no queremos llamar la atención, ya todas saben de qué se trata lo demás, si alguien tiene dudas me lo hace saber, ¡Entendido! —nos habla en todo elegante y refinado. —Si señor— respondemos todas en coro y nos miramos unas a otras. —Al finalizar la reunión deben salir cada una con uno de los empresarios— mientras mira su telefono nos habla. –disculpen, ya estoy otra vez con ustedes— nos dice mientras contesta su llamada y se aleja. Miró para todos lados, hay, creo 10 hombres adentro en una sala de juntas se los puede escuchar mientras ríen y hablan, aqui en los pasillos de este inmenso lugar, hay muchos hombres armados, todos con traje. Las otras chicas que están esperando junto con Romina y conmigo son bastante bellas, todas traemos trajes elegantes para está ocasion llevo un pantalón y un gaban blanco con botones negros, un poco señido al cuerpo y para complementar mi atuendo llevo estilletos azules oscuros, mi cabello suelto con hondas en las puntas, el traje me hace sentir importante, espero que todo salga bien y no sean unos viejos desagradables. La verdad estoy demasiado nerviosa, esto es nuevo para mi, que más puedo hacer ya estoy aquí, además necesito el dinero, solo espero que todo salga bien y pueda salir de esta maldita pobreza. Dos horas después... Salieron los empresarios de la reunión. todos elegantes, sofisticados, vienen platicando muy alegres. Romina se me acerca mientras esperamos que ellos lleguen hacia donde estamos nosotras, llega hacia mi lentamente con cara de acontecimiento, se para a mi lado... —¡Amiga! ¡Amiga!— acomoda su ropa, agarra mi brazo y me dice—si miras esos bombones de hombres todos están bastante guapos, imaginas todo el dinero que tienen, Además de guapos millonarios, te das cuenta amiga el trabajo va a ser muy divertido, ¿que tal que uno de ellos se enamore de ti o de mi? ¡como en las novelas!— me mira con ojos de esperanza y una sonrisa enorme en su cara. —Si Romi los veo, ¡están súper interesantes!— le hablo disimuladamente y escribo en la agenda—shhh, baja la voz que nadie nos escuche, como crees que esos hombres se van a fijar en nosotras, ¡si! somos lindas y todo, pero ellos deben pensar que solo somos unas pobres prostitutas. tienes razón el trabajo va a ser muy divertido, ahora vete a tu puesto, no quiero que nos llamen la atención por tu culpa. Romina vuelve a su escritorio y ellos llegan a poca distancia de donde estamos sentadas, alrededor hay muebles, ellos se sientan mientras nos miran hablan con Gary, gary nos mira, se acerca a nosotras y nos dice —En este momento necesito que se paren a lado de alguno de los empresarios, salgan juntos, se suben con ellos en sus coches y nos vemos en el pen house. Por favor continúen con su papel de asistentes ejecutivas, cuando estemos en el pen house ellos decidirán con cuál de ustedes quiere pasar la velada— Gary termina de hablar y sigue caminando hacia la salida. Siguiendo las indicaciones de Gary todas caminamos lentamente hacia los empresarios, me paro a lado de uno de ellos, el me mira de pies a cabeza y voltea la mirada hacia la ventana mientras me distraigo en mi mente se dibuja este hombre, por Dios es demasiado guapo ¡creo que estoy enamorada!, es salvajemente sexi, es alto, acuerpado, se nota que hace ejercicio, su cabello es un poco claro, sus ojos verdes fascinantes, una mirada penetrante, dientes relucientes, el traje n***o que lleva le queda perfecto, con esa camisa blanca y su corbata azul impecable, ¡es divino! su cabello peinado para un lado ¡que sexi se ve! se nota que le gusta verse bien, ese aroma que me envuelve, huele delicioso. me estoy derritiendo lentamente. —¡Señorita! ¡señorita!— me habla un hombre de traje, pero no es aquel hombre hermoso. —Que pena molestar, pero no me escucha, le hable varias veces y no tuve respuesta— muy amablemente el hombre me habla. —Que pena, disculpe, que vergüenza me perdí en mis pensamientos— le digo en tono bajo, mirando para todos lados El hombre súper sexi, se ha ido y me dejó sola, ahí parada, debí verme como una tonta, esto nunca me había pasado. Vuelve a hablarme el hombre ahora con afán, tocando un audifono en su oído dice... —Si señor, ya llevo a la señorita, mi jefe está esperando, ya todos salieron, solo quedamos nosotros— hace sus manos hacia adelante para que siga. —Claro que sí, vamos— le respondo nerviosa —después de usted señorita. camino hacia la puerta, me subo a un coche, pero el no está aqui, solo su guardaespaldas— le pregunto ya sentada en el coche. —¿Dónde está tu jefe?— le pregunto en tono tranquilo —Señorita, con todo respeto le respondo porque todos vamos para el mismo lugar, pero le pido el favor que no vuelva a hacer preguntas, las personas para las que trabajamos y la incluyo, no les gusta la gente preguntona, espero que haya quedado claro— me responde en tono fuerte —mi jefe se dirije al pen house en su coche. —Si, entiendo ya no vuelvo a decir nada respecto a tu jefe—le digo cruzada de brazos y frunciendo el ceño Solo porque tiene dinero se cree mucho, ¡idiota! pero ya va a ver, me va a escuchar, está guapo y todo, pero eso no le quita lo engreído, no voy a permitir que me trate como su criada. En este momento siento un poco de impotencia, pero me quedo callada aguantando las ganas de decir lo que pienso, además el guardaespaldas no tiene la culpa, se ve que es buena persona. —Puedo preguntar ¿cómo te llamas? o está prohibido también—le hablo al guardaespaldas en tono más relajado pero burlón. —Claro que no, no está prohibido señorita, me puede decir topo y prepárese que casi llegamos al lugar— me responde con tranquilidad, mientras va mirando hacia afuera de las ventanas del coche en el puesto de adelanté. llegamos al lugar, me bajo del coche elegantemente, camino hacia la entrada del lugar, a mi lado va topo mirando para todos lados cuidando a su creído jefe. Subimos en el ascensor, el engreído va adelante con sus dos guardaespaldas voy atrás en otro ascensor con topo, espero subir para encontrarlo y decirle sus verdades alguien debe ponerlo en su sitio. Pará el ascensor, llegamos por fin, camino hacia adelante se abre la puerta del pen house, me quedo con la boca abierta y extaciada de ver lo hermoso del sitio, que hermosa vista, hay ventanas grandes por todo el alrededor, nunca en mi triste vida imaginé estar en un lugar así tan sofisticado y lujoso, hay una piscina, sofás finos, comida de ricos por todos lados, este lugar es un sueño, hasta olvide que estoy enojada con su majestad el jefe, que no se su nombre por cierto. Veo para todos lados, Gary se acerca hacía mi con cara seria me sujeta del brazo y me dice... —Pero que te pasa, ya me dijo Romina, que te llamas Isabella, niña porque dejaste al señor Frank Costello solo llegar hasta su coche, no has cumplido bien con tu trabajo, está te la paso, ahora ve, acercate a el, ¡ve niña!, ¡muévete!, —me suelta el brazo, arregla mi cabello y me empuja hacia delante. Mientras escucho a Gary pienso, ¡ah se llama Frank, el engreído ese!, camino hacia el, las piernas me tiemblan, pero que me pasa, porque siento esto, me paro frente a el, me mira de pies a cabeza y me dice. —¡Ya despertó la señorita!,— mirandome fijamente. —¿Disculpe?— le digo mirándolo a los ojos, por cierto esos ojos verdes demasiado bellos, me hipnotizan. —Si, mi guardaespaldas me dijo que no le respondías cuando quiso traerte hasta el coche— me dice en tono burlón. recuerdo que debo portarme bien, ser gentil, y más por el dinero, además este hombre está como quiere, que labios tan seductores. —Si, es verdad, aveces me pasa, que pena con usted señor— le hablo mientras muerdo mi labio, todavía temblorosa. —Bueno siéntate, cuéntame algo de ti acabo de hacer el mejor negocio de mi vida y solo quiero tener un rato de diversión, ¿dime además de ser prostituta a qué te dedicas?— me sonríe, y me dice en tono normal. —¡Pero que te pasa idiota!— me paro del sofa, le doy una cachetada— quien te crees que eres, yo no soy ninguna prostituta, me respetas pedazo de animal— me pongo sobre el y empiezo a manotear, el me agarra de los brazos enojado, insiste que me calme. En ese momento llegan Romina y Gary, me jalan hasta el baño, Gary pide disculpas, me lleva de prisa, lo último que acabe de ver es el rostro de ese imbécil, burlándose de mí y dice... —¡Que le pasa a esa loca! solo estoy diciendo la verdad, aunque la condenada está hermosa, solo por eso se lo voy a pasar— se ríe mientras toma un sorbo de cerveza. En el baño Gary y Romina me dan agua de la neverita que está en la entrada del baño, me dicen que me tranquilice, estoy alterada me tiemblan las manos, quiero volver y darle su merecido, Gary me dice en tono alto y señalandome con su dedo. —Mira Isabella, ya te dije una vez que te comportes, ¡este es un trabajo serio! acaso tú no te imaginas lo peligrosos e importantes que son esos hombres que están en la sala, no puedes hacer esas escenas, ¡acaso estás loca!, ya no pierdo más el tiempo contigo, estás despedida— se retira y me deja con Romina. —¿Ahora que voy hacer Romina?, me quedé sin empleo en mi primer día, por favor habla con Gary para que me dé otra oportunidad, en otra reunión, ¡no lo sé!—le agarró las manos y le hablo desesperada. —Amiga no te prometo nada, pues el show que acabaste de hacer es suficiente para votarte del trabajo, no se porque no te puedes controlar, ya regreso, voy a ver qué puedo hacer—sale Romina del baño y me quedo sola. todos mis sueños y deseos se terminaron, me paro frente al espejo, arreglo mi ropa y el cabello, estoy perdida, ¿que voy hacer? debo irme, no creo que Gary me de otra oportunidad, salgo del baño y me chocó con alguien, levanto la mirada y es el, Frank costello, su ojos penetran los míos, no miramos fijamente sin cruzar palabra, siento cosquillas en todo mi cuerpo, me preguntó ¿que es esto que estoy sintiendo? sus pectorales duros, tocan mis senos y mi abdomen en el choque de cuerpos. Sus labios carnosos rojos provocadores, otra vez ese perfume, delicioso llega a mis fosas nasales. despues de unos segundos, me dice —¡Vaya que estas hermosa! pero eres igual a todas, además porque te enojas, acaso no dije la verdad— mientras me agarra con sus fuertes brazos entrelazando mi cintura, me habla muy cerca de la boca, siento su respiración, su aliento a cerveza y no me molesta. —¿Que más quieres de mi?, ¡ya me despideron de mi primer día de trabajo! ¡por tu culpa!— quiero safarme de sus brazos pero no lo logro, quiero soltarme pero al mismo tiempo quiero que me agarre más fuerte, este hombre me está volviendo loca, me aprieta más fuerte, no puede ser, se siente tan bien estar tan cerca de el. —¡Ahora es mi culpa que te voten del trabajo!, tu eres la que no sabe comportarse, ¡necesitas que te amansen! ¡eres una fierecilla indomable! ¡así me gustan fieras para dominarlas!— en tono burlón y mirandome fijamente, rosa por un segundo sus labios con los míos. me quedo paralizada esos labios tibios extremecen cada parte de mi cuerpo, pero no puedo dejar que me trate y me agarre como se le de la gana, empiezo a golpear sus pectorales con mis manos y enojada le digo... —¡suéltame! ¡suéltame! ¡estúpido! ¡déjame ir! ¡no soy tu criada!, ¡ya me despideron, deja que me vaya!— me suelta con enojo...
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