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1467 Palabras
"¿En serio, Harvey?" Gemma suspiró mientras continuábamos con nuestra llamada por Skype. "Si" rodé los ojos "Oh, vamos, sé una buena hermana y ayúdame a hablar con mamá para que no me lleven contigo" "¿Tan poco me quieres?" Elevó una ceja. Reí­ "Oops, me descubriste" Pude ver como se escuchaban pasos desde la casa de Gemma, inmediatamente fruncí el ceño. Ella viví­a sola y no tení­a ninguna pareja ni nada por el estilo. Por eso era por lo que mamá habí­a pensado en su casa como primer lugar al que yo podí­a llegar y seguir estudiando. Obviamente tení­a que ayudarle a mi hermana a pagar todas las cuentas, y no es que fuera un mantenido ni nada de eso, pero en los pocos trabajos que habí­a tenido, no duré más de un mes. Pero sobre todas las cosas, no quería dejar a mis amigos y mucho menos a mi mamá sola. Ahora ella estaba saliendo con un tal 'Robín', y aún no confiaba mucho en él como para dejarlo solo con mamá. No, Robín tení­a que mostrarme que iba En serio con Andrea y, ahí sí­ lo aceptaría para que la hiciera feliz. "¿Quién está por ahí­?" cuestioné viendo como nuevamente se oí­an ruidos extraños en lo de mi hermana. Sus mejillas comenzaron a tomar color y aclaró su garganta. Oh, Gemma... "Es-estoy saliendo con alguien" habló y después dejó escapar una sonrisa "Se comporta muy bien conmigo" "Eso es bueno" dije compartiendo su felicidad. Igual, aún sentía un poco de 'celos de hermano' "Quiero que ese idiota te respete" "¡Harvey!" Chilló "No lo llames así­" Solté una carcajada "¿Cómo se llama?" "No te lo diré" chasqueó. "Enana..." "No, Harvey" negó "Además, soy mayor que tú, aquí­ el enano es otro" "Mido más que tú, la edad no importa" "Cállate" me cortó. "Vamos, Gemma" pedí mirando al fondo de donde ella estaba; fracasando por ver a alguien por ahí­. "Aunque sea, ¿Cuántos años tiene?" "Veintitrés" "Uhm" medité "Esta bien" "Te quiero, Harvey" "Yo también te quiero" sonreí "Pero eso no quiere decir que no me dirás su nombre" "Ugh" susurró "Lou" "¿Qué?" "Su nombre es Lou, ¿¡Bien!?" Gruñó. Me recargue en la cabecera de mi cama y asentí­. Sabí­a que ella en algún momento me dirí­a quién era y a qué se dedicaba. Sólo pedí­a que la respetara y no fuera como su último novio que fue un completo hijo de perra. "¿A qué se dedica?" seguí preguntando. No tenía nada que hacer y molestar a Gemma era muy gracioso. "Es un gigoló" "No me jodas" mis ojos se abrieron de sobremanera. El sonido de su risa llenó mi habitación y me dejé caer nuevamente hacia atrás, al darme cuenta de que era una mentira suya. "Está estudiando idiomas" "O sea que cuando se lo chupes él va a gemir en varios idiomas" su rostro comenzó a teñirse de varios colores y aguanté la carcajada "Yo quiero uno así" "Que hijo de puta eres" "Tu madre es mi madre" le recordé. "¡Basta!" Siseó "Hablamos después, ya estás siendo fastidioso" "También te amo" tarareé. "Chupa una polla y cállate" "Con gusto" le guiñé y pronto la conversación se dio por finalizada. Cerré el portátil y me desparramé en la cama. Ahora tení­a que proteger a mamá y Gemma; mi trabajo como hermano e hijo no habí­a sido tan difícil. "Lou..." recordé el nombre del novio de mi hermana. Era lindo. Ojalá, mi hermana se hiciera respetar por ese engendro de satán y él no fuera a molestarla con cosas pequeñas. Mi móvil vibro y por inercia sonreí­. AudioG: Bebé pronto te enviaré tu video (; por cierto, me ha encantado tu cuerpo. Yo: ¿Por qué no ahora? Envié. No era que fuera un adolescente cachondo, pero vamos, un poco de 'porno casero' ayudaba a mi crecimiento. Sí, claro AudioG: Estoy un poco ocupado, lindo. Oh, bien estás un poco ocupado, hijo de perra, me acabas de dejar caliente. Mordí­ mi labio pensando en si tal vez me diría su nombre para así poder agendarlo con algo mejor que 'audioG', ese nombre no se lo merecí­a la persona a la que le estaba enviando audios y vi­deos masturbándome. Yo: Espero y no me estés cambiando. Vaya, me estaba mostrando territorial. AudioG: Oh, cariño, claro que no (; Yo: ¿Podrías decirme tu nombre y así te agendo? Esperé alrededor de cinco minutos y el jodido hombre no respondía. Entré a su perfil en w******p, pero no habí­a nada que me dijera como era. Su foto de perfil era una mujer mayor y dos bebés junto a ella. No podí­a saltar diciéndole 'Hey, ¿Es tu esposa?' '¿Son tus hijos?' '¿Estás casado?' porque en realidad; me importaba una mierda, además de que su cuerpo y su voz se oí­an sumamente más jóvenes que esa vieja en su perfil. El estado que tení­a decí­a 'Estoy ocupado', claro, recibiendo audios y vi­deos de un jovencito caliente de Holmes Chapel. Pude ver que aparecía en la pantalla ‘escribiendo...' y esperé pacientemente unos segundos. AudioG: William. Bien, su nombre era ese. O tal vez su apodo, no podí­a estar seguro, pero era bueno por lo menos ya saber cómo dirigirme a él. Podí­a decirle Will I Am, como el cantante, oh, seguro. O tal vez Will, Willi, Lliam, Illiam. Diablos, los sobrenombres no eran lo mío. Yo: William... me gusta. William: ¿Cómo te llamas tú? No le dirí­a mi nombre. Además de que, si llegaba a conocerme y fuera alguien cercano a mí, serí­a una mierda. Yo: Dime Ed (: Contesté. Joder, era el puto genio. Él nunca sabrí­a de cual nombre era el diminutivo. William: ¿Edward? Hijo de puta. Yo: No, soy uno de esos de Ed, Edd y Eddie. William: Que gracioso... cuando te conozca voy a tener que castigarte. ¿Qué? Ni mi madre me castigaba y si llegaba un idiota a decirme eso. Yo: No lo creo (; Salí­ de la aplicaci9n de w******p y entre a f*******:. Rápidamente el teléfono comenzó a llenarse de notificaciones, por ende, tildándose. Hablé unos minutos con James, quién me dijo que su hermano se lo quería llevar junto a él a Londres. Ugh. Yo: Dile que no quieres ir y ya, Li. Le envié esperando que mi consejo le ayudase en algo. James: No, espera... ¡Ya sé que voy a hacer! :D. Yo: ¿Qué? Escribí sintiendo como mis dedos comenzaban a doler por tanto trabajo. James: Sólo no me mates. Te quiero, hermano. Fruncí el ceño y abrí­ una página porno. Si el ahora conocido como 'William' no era capaz de hacerme excitar, un buen video lo haría. Pulse encima de uno nuevo que habí­an subido a la página y esperé pacientemente a que cargara. Prontamente la habitación se llenó de varios gemidos y escondí el celular debajo de una de mis almohadas. Mierda, los videos normales nunca comenzaban así­. Bajé el volumen y volví­ a recostarme tranquilamente viendo como un hombre de tatuajes se follaba a un chico en la posición del misionero. Aquellos hombres necesitaban un buen libro de kamasutra. Sentí como mi pene comenzaba a endurecerse. Así que, acaricié por encima del pantalón mi polla y pocas veces apretaba para ayudarme un poco a empalmarme más rápido. En las relaciones sexuales que habí­a tenido siempre habí­a sido el activo. Pero cada vez que veí­a un vi­deo o alguna cosa porno, la idea de que algún día podría dejarme follar se hacía más verdadera. Vamos, para probar cosas nuevas. Al momento que metía­ la mano dentro de mi pantalón, mi madre entró chillando "¡Harvey! ¡¿Qué haces?!" "Mierda, mamá, diablos" maldije nervioso sin saber qué hacer. "Apaga ese aparato, ahora" exigió y pausé el video para que la habitación por fin quedara en silencio. "Hablé con Maura, y me pidió que acompañaras a James a Londres" "No quiero" gimotee enterrando mi rostro en mi almohada. "Vamos, bebé" suspiró "Será bueno que fueras, ya que te vas pronto para allá" "Pero Gemma tiene novio. No quiero ser el violinista" reproché y miré a mamá "Deberías dejarme vivir contigo para siempre" "Eres un hombre ya, Harvey. Tienes que comenzar a hacer tu vida" "Pero ¿Por qué en Londres? ¿Por qué tan lejos?" Cuestioné. Mis ojos estaban empañados. "Porque allí hay más posibilidades de ser alguien importante, hijo. Aquí no" murmuró sentándose a mi lado. Asentí, había perdido la batalla con mi mamá. Definitivamente si me fuera para Londres por algunos años y sería el mal tercio en la relación de Gemma; que alegría. "Bien" musité limpiando mi nariz. "Entonces, ¿Si acompañarás a James?" "Lo haré, mamá" "Claro" sonrió levantándose de mi cama y dirigiéndose a la puerta "¿Quieres visitar a Gemma?" "Tal vez" me encogí­ de hombros "Creo que sería bueno conocer el novio de mi hermana" "Te quiero, cariño" su sonrisa dulce hizo que me calmara un poco. "Yo más, má" Agarré mi teléfono nuevamente y entre a f*******:, donde se veía a James aún en línea. Yo: Maldito esto lo pagar. Envié esperando a que contestara. Sabía que debía de estar riéndose de mí­. James: ¡Ya te dijeron! Nos iremos el sábado y estaremos toda la semana:). Yo: ¿Y la universidad? No era que me importara mucho, pero una semana era una semana. James: Greg tiene una mierda de permiso, relájate ;). Yo: Adiós, idiota. Tecleé rápidamente y entré a w******p. Si seguí­a siendo un maldito obsesionado con los mensajes, correrí­a el riesgo de que mis huellas dactilares se borraran. Joder, me la pasaba la mitad del dí­a hablando por mi teléfono. 'William' habí­a respondido a mi mensaje con un: Cariño, lo haré. Sentí­a que eso serí­a verdad y algún día me 'castigarí­a' por ello. Excitante. Decidí­ no contestar y apagar mi teléfono. Exhalé; bien, estaría en Londres unos días y así me acostumbrarí­a un poco a cómo era la gente allí. Pero, sobre todo, conocería al nuevo novio de Gemma.
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