Capitulo 04

2097 Palabras
Zoey -Déjame,¿qué haces aquí? - pregunto molesta y él me mira serio. -Vamos estás herida - dice sujetándome de los brazos y me suelto. -Basta, vete de aquí, aléjate - gruño molesta y él no me hace caso, sujeta mi mano y me arrastra hasta su auto. -Quieta - ordena y me coloca el cinturón de seguridad. Resoplo molesta pero hago una mueca al sentir dolor en mi abdomen.. Respiro profundo y veo que está dentro del auto y empieza a manejar a no se donde. Veo que maneja en dirección a casa de mi abuela Andrea, ¿para que va para allá? -Que - pero me interrumpe rápidamente. -Tu padre me dijo que si te escapabas lo más posible es que estuvieras aquí, así que imagino que te gustaría estar aquí en estos momentos - explica serio mientras estaciona el auto y me bajo apenas se detiene. Busco la llave bajo el tapete y abro la puerta mientras trato de caminar hasta el sofá. Al sentarme suelto un suspiro y escucho que cierran la puerta… -Déjame curarte - habla mirándome y lo miro mal. -No gracias, no me hace falta tu ayuda - asegura e intento levantarme pero me quejo mejor me quedo quita. -Te duele - dice serio y alzo los hombros restándole importancia. -A ti que te importa, no te duele a ti - hablo cortante y él empuña sus manos y decido ignorarlo. Respiro profundo y me impulso para poder caminar hasta la habitación de mi abuela. La única habitación que decidí dejar tal y como estaba es donde ella tenía sus recuerdos con su alma, nunca tocaré esa habitación y tampoco dejaré que alguien más entre, es de ella y la respetare. Mi padre dijo que mi abuela antes de morir me dejó esta casa para mí, sería mi refugio, y no sabe cuánto se lo agradezco. Camino despacio hasta el baño y buscar el botiquín, hay una pomada que hacía mi abuela, es como mágica, te ayuda mucho con las heridas, ella dejó la receta, si algún día lo llegó a necesitar preparar, por ahora hay. -Ven, yo te ayudo - dice entrando al baño para abrir el botiquín y lo detengo. -Basta, deja de aparentar que te importo - hablo molesta y hablo antes de que él lo haga. -Se perfectamente que lo haces por que es tu trabajo, eso está muy claro para mi, pero ya no tienes por qué estar aquí, ya te despedí - aseguro enojada y él frunce el ceño enojado. -Tu no me puedes despedir, me contrató tu tío Emilio y si me llegaran a despedir solo lo puede hacer él o tu padre - asegura mirándome con desafío. -Necesito curarme, lárgate - ordeno y este no se movió. -No recibo órdenes tuyas tampoco - habla con dureza y siento que voy a explotar de la rabia. Tomó la pomada y lo esquivo para ir a otra habitación. Al estar ahí lanzó un portazo y me siento en la cama soltando un suspiro frustrado. -Estúpido - susurro y respiro profundo para calmarme. Esto va a acabar pronto, pronto estaré lejos y él también estará lejos, tengo que calmarme y tener paciencia. Me quito el vestido, o lo que quedó de él. Me miro en el espejo de cuerpo completo y empiezo a aplicar la pomada. Lo único malo de esta pomada es que te adormece todo el cuerpo, cuando despiertas estas como nuevo. -Auch - me quejo el mover el brazo y no tener cuidado. Aplico en todas partes y hago una mueca al tratar de inclinarme para aplicar un poco en mi muslo. -Te dije que me dejaras ayudarte - habla una voz a mis espaldas y me sobresalto haciéndome invisible para después volver a la normalidad. -¿Qué haces aquí? ,¿ acaso no entiendes que es privacidad? - pregunto enojada mientras trato de cubrir me y él sonríe. -No te molestes en cubrirte, vi más cuando te bañabas - asegura y le lanzo la pomado logrando pegarle en la cabeza. -¡Fuera de aquí! - grito furiosa y roja por lo que dijo. Es un atrevido, es estúpido y un… -¡Que te largue! - grito y mi cuerpo se siente pesado. No, todavía no. -Tus ojos - dice confundido y al dar intentar dar un paso pierdo el equilibro. -Suéltame, no, no me, me, to, toques - hablo con pesadez y él sonríe. -Tranquila, no soy ningún depravado - asegura mirándome mirando a los ojos mientras lo miro fulminante, hasta que me quede dormida en sus brazos. Joshua Sus ojos están completamente de color lila. Poco a poco cierra los ojos hasta que queda totalmente dormida. -Eres muy terca - digo alzandola y la llevó hasta la cama. -Si te digo que me dejes curarte tienes que dejarme - digo obvio y se que no me escucha. -Tienes buena puntería - digo sonriendo y tomo la pomada. La acuesto de lado y empiezo a esparcir la crema por su costado, partes de su cuerpo está totalmente morado. Si me llego a enterar quien fue quien le hizo esto… juro que no se quedará así, ella no se mete con nadie y lo pude comprobar en su casa. Esa niñita me saca de quicio, como es que trata de esa manera a su hermana, sangre de su sangre, por todos los dioses es una estupidez, pero estoy seguro que la abuela de ella tiene mucho que ver, la escuche, su manera de expresarse sobre Zoey y Ian deja mucho que decir. ¿Pero odiarlos? Esa señora está demente, que abuela puede llegar a odiar a sus nietos. Después de prácticamente cubrir todo su cuerpo con la crema la cómodo y la arropo con las sábanas, no se si le da frío, no se como funciona su temperatura corporal. Miro su rostro y sonrio. -Para mi es difícil aceptarte - digo colocando un poco de pomada en su mejilla. -Pero cada vez me encantas más - digo sonriendo y dejo un pequeño beso en sus labios. -Si no estuvieras inconsciente te besaría como se debe, pero ya te dije no soy un depravado - digo mirándola antes de ponerme de pie y salir de ahí. Mínimo dormirá por unas dos horas, sus heridas no fueron profundas. Esas pomadas las utilizamos mucho en la academia, así nos curaban cuando estábamos heridos de gravedad. Tendré que llamar al señor Adam, tengo que informarle que ella está bien. Me da tanto coraje que me lleven la contraria, pero con ella, son dos cosas, coraje y exitacion. Diosa, verla comportarse tan enojada me enciende y me provocará sellar le los labios con un beso y hacerla mía, pero tengo que tomarlo con calma. -Jumm, calma - digo haciendo una mueca. Cuando ella está a mi lado, me da todo de todo, menos calma. Zoey Abro los ojos encontrándome en la cama acostada de lado y me incorporo rápidamente. Veo que sigo en ropa interior pero ya no hay ningún moretón, no me duele nada. Me levanto y me coloco el vestido rasgado para ir a la otra habitación y cambiarme, siempre tengo ropa aquí, a veces me quedaba cuando quería estar sola, o cuando estaba triste. Al salir vestida no veo a Joshua por ningún lado y suspiro triste. Me entristece, pero es lo mejor, estoy segura que será lo mejor para ambos. Camino hasta la cocina y me quedo estática al verlo ahí.. -Buenas noches reina, ha dormido más de lo que imagine, creo que estaba cansada - dice mientras termina de preparar no se que, pero huele delicioso. -Me llamo Zoey - digo seria y él me mira y aparto la mirada.. Me encantan sus ojos oscuros, son tan llamativos, pero lastimosamente no son míos, nada de él sería mío, ni su cariño, ni nada. -Ten,buen provecho - dice dejando un plato lleno de pasta y sonrió. Mi papá hace la mejor pasta del mundo, es mi comida favorita.. -¿Solo vas a sonreirle o te lo comerás? - pregunta divertido y lo miro mal.. Tomó el cubierto y empiezo a comer en silencio. Está muy rico pero, no se lo diré, de todos modos no le importa lo que opine así que, da igual. Al terminar lavo mi plato y al caminar de vuelta siento que sujetan mi brazo. -No me has dicho si te gustó - dice y suelto de su agarre y me alejo sintiendo mi corazón acelerarse pero lo ignoro. -Imagine que no te interesaba, ya que no tengo que agradecer nada, esto es tu trabajo - digo alzando ligeramente los hombros y él frunce el ceño. -No, no tienes que decir nada, ya entiendo si, todo lo que hagas no es por nada especial, lo entiendo - aseguro dejando unas palmadas en su hombro y me alejo hacia la habitación. De pronto siento que mi cuerpo golpea contra la pared y veo a Joshua sujetándome de las muñecas y las une sobre mi cabeza mientras sus ojos oscuros y brillantes me miran fijamente, su respiración agitada choca con mi rostro haciendo que estremezca y él sonríe como si supiera lo que causa en mi. -¿Que haces?, sueltame - gruño tratando de ser fuerte y él empieza respirar cerca de mi cuello haciendo que me tense. -Deja de comportarte tan agresiva conmigo - ordena serio y su voz suena más gruesa. -No me ordenes nada, suéltame, si me comporto así es por tu culpa - aseguro forcejeando y con su cuerpo aún más pegado al mio evita que me mueva. -No sabes las ganas que tengo de besarte, de hacerte mía, te ves tan sexy enojada - susurro cerca de mis labios y siento como la sangre viaja con rapidez por todo mi cuerpo. -No hagas esto Joshua - pido mirándolo y él frunce el ceño. -¿Por qué? - pregunta con dureza y antes de poder decir algo el sigue.. -¿Será por que la reina no desea que su alma sea un estúpido beta, o un simple escolta? - pregunta con frialdad, con odio y mis ojos se llenan de lágrimas.. -Yo nunca he dicho eso, ni lo pienso - susurro y una lágrima sale por mi ojo, en ese instante él me suelta. Salgo corriendo hacia la habitación y me encierro. ¿Por qué me odia? Su mirada iba cargada de odio. -Diosa, que le hecho para que me odie - susurro cubriendo mi rostro mientras las lágrimas aparecen. Yo siempre intento ser amable, cortés con los demás pero solo me he ganado el desprecio de todos, bueno no todos. Por lo menos tengo un buen amigo. -Claro, Danny - susurro alegre y limpio mis mejillas. Él me ayudará a salir de todo este rollo. Se que está de viaje, pero lo llamaré, tengo que hablar con él, tengo que pedirle un enorme favor. Busco el teléfono y lo llamo. -Mi amor - responde con alegría y sonrió. -Hola Danny,¿cómo estás?- pregunto sentándo me en el sofá mirando hacia la ventana. -Bien preciosa , ¿y tu?, no te escuchas muy bien, es otra ves la pesada de Emma - pregunta serio y sonrió. -Hay Danny, no te imagines lo que ha pasado - digo triste y lo escucho decir algo a alguien más. -Ahora sí muñeca, soy todo oidos - asegura y sonrió. -Danny, en realidad me gustaría que hablaremos en persona - digo soltando un suspiro. -Estaré ahí enseguida - asegura y sonrió. -No seas tonto Danny, esperare a que llegues - aseguro y él resolpa. -Nada de eso, además estoy aburrido, ya tengo la excusa para volver - asegura y río feliz. -Ves por que te adoro, tu nunca me has fallado - digo alegre y él ríe. -Nunca lo haré preciosa, para mi eres mi hermana, después de que muchos hasta mi propia familia me dirá la espalda por mi preferencia s****l, solo tu me apoyastes, soy capaz de hacer lo que sea por ti cariño - asegura y sonrió llena de ternura. -Te adoro Danny - sonrió mirando hacia el hermoso cielo. Joshua ¿Danny? Quien demonios es Danny y por que ella tiene que adorarlo a él. Ella no puede ni tiene que adorar a ningún otro hombre, solo a mi. Sin importar dejar la puerta entreabierta salgo de ahí furioso. Zoey no puede querer a otro hombre, ella me tiene que querer a mi. -Maldita sea - gruño furioso y pateo una piedra haciendo que vuele por los aires.
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