6 Yonas

1700 Palabras
Capítulo 6 Que una princesa te diga que te cases con ella no es algo común, pero ya me di cuenta de que ella no es para nada común, es osada y valiente, que me proponga que la toque, eso ya está mas allá de lo humanamente resistible, por eso la trate de manera fría. Para que mantenga las distancias y me evite la tentación de complacerla en sus pedidos. La posada que escogió Benji no es la más apropiada para una dama como ella, pero por ahora debe bastar, doy una vuelta por las fuera del edificio antes de irme para asegurarme de que no hay ningún hombre vigilando que pueda atacar _ ya ve voy Benji – le informo _ quédate fuera de esta puerta y no dejes que nadie pase bajo ningún concepto – el chico asiente varias veces como acostumbra hacer siempre que le otorgo una misión, toca su pelo de forma nerviosa y se sienta frente a la puerta _ nadie va a pasar capitán – le acaricio el pelo como si fuera un niño pequeño antes de alejarme, los hombres que vi antes en la taberna me siguen, no los he visto, pero puedo sentir sus pasos, no creo que sean guerreros expertos, si lo fueran serian imperceptibles para mí, menos que lo estuvieran haciendo a propósito Llego a un claro en el bosque que rodea la aldea, estoy seguro de que vinieron por mí porqué les es más simple deshacerse de mí antes de tocar a la princesa, de lo contrario podría estarlos siguiendo por mucho tiempo, no es lo que quieren, empuño mi espada, brilla tanto que su reflejo es visible a muchos metros de distancia, eso lo hicieron muchos años de batalla a mi lado, el primer hombre salta sobre mí, giro y muevo mi espada como todo un experto mientras que mi contrincante intenta evitar cada golpe, se suma otro hombre y mis golpes se intensifican, quiero terminar con esto pronto, no quiero que ella esté sola por más tiempo, incluso aunque confíe en Benji, cualquier cosa podría suceder, hiero a uno, el otro me ataca con más ímpetu y aprovecho su propio impulso para perforar su abdomen con mi espada, me pongo nervioso porque antes vi que eran tres y aquí solo hay dos, algo en mi teoría puede haber fallado, corro de regreso, está todo en calma, entro en la posada y no veo a Benji en el lugar en el que lo deje, eso no es propio de él, una vez lo deje una semana sentado en el suelo fuera del cuartel de la guardia real y no movió un músculo, aprieto el mango de mi espada y le doy una patada a la puerta que se abre de golpe, la princesa grita, miro en derredor y no hay nada extraño, Benji tiene un cepillo de cabello en sus manos y me mira culpable _ ¿está usted loco o quiere matarme de un ataque al corazón? – me pregunta ella, yo suspiro aliviado y un poco insultado con la situación _ ¿Dónde te deje? – le pregunto a él, me acerco y lo pateo de forma que cae al suelo _ ¿Qué cree que está haciendo? – ella va a socorrer al chico, la ignoro _ te di instrucciones claras Benjamin – él se arrodilla frente a mí en señal de respeto y baja la cabeza _ ya deja de comportarte como un imbécil – sigue interviniendo _ y usted – la señalo, sé que es una muestra de poco respeto hacia ella, sin embargo, se lo merece por comportarse de esa manera – recuerde que este no es un paseo de la corte, ya no tiene a su plebe dando vueltas a su alrededor – le estoy gritando – y se hace lo que yo diga ,---¿ lo comprende? – me está mirando de forma retadora, de pronto cambia su postura, cruza las manos en el frente de su falda como si fuera una sumisa mujer _ siento el haberlo ofendido señor – esta actitud me deja mas anonadado que sorprendido, ella puede ser de esta forma – pero le pido que sea misericordioso y no castigue a este pobre chico por mis errores _ sal Benjamin – le pido – y no te muevas de la entrada a menos que te lo permita – aclaro por si le quedan dudas de cuál es su cometido, estoy mirando a la princesa mientras espero que él salga, sigue con las manos sobre la falda y su cabeza baja _ ¿a qué cree que juega? – le pregunto indignado _ yo no juego, señor. Solo tengo el comportamiento que se espera de mí – está molesta, puede pretender todo lo que quiera; sin embargo, estoy seguro de que está molesta y va a explotar en cualquier momento, pongo mi espada en su funda, limpio un poco de la sangre que callo en mis manos con las mangas contrarias de mi ropa – no haga eso – dice percatándose – déjeme ayudarlo, venga y siéntese – acomoda una silla para mí - ¿está usted herido? _ ¿está intentando tocar mi cuerpo? – la acuso, aprieta su mandíbula, di cerca de hacerla perder la calma _ no soy tan osada como cree capitán, jamás me atrevería a tanto – me siento en el lugar que preparó para mi _ ¿y a que se atrevería? – me reprendo por retar a una dama tan voluble como ella _ en este momento no me atrevo a mucho capitán – responde mientras se mueve por la habitación buscando agua y paños para ayudarme a eliminar la sangre que cubre mis manos y mis brazos – como comprenderá mi orgullo está mermado – hace alusión a nuestro enfrentamiento en la plaza, se acerca - ¿está herido? – niego _ no es mi sangre – la miro – no es fácil herirme – lo digo porque me siento orgulloso de ello, es de lo único que puedo sentirme orgulloso, no he hecho nada más que valga la pena _ no me gusta el olor de la sangre – dice, creo haberlo escuchado en otra ocasión _ soy un guerrero, nunca voy a oler a nada más – le dejo claro – ese es un hecho mi lady _ lo entiendo – ella definitivamente está tramando algo, de lo contrario no se comportaría de forma tan dócil - ¿de qué tiene que salvar a su hija? – no puedo decirle, no quiero que salga corriendo en el momento en el que escuche que no soy un hombre normal, que puedo convertirme en una bestia desagradable en cualquier momento _ creí haberle dicho que hablaríamos de eso una vez llegáramos a nuestro destino – le recuerdo una conversación que tuvimos cuando la saque de palacio _ si lo hizo; sin embargo, debe reconocer que es comprensible que quiera saber, más ahora que estoy con usted por propia voluntad y que no anda arrastrándome por todo el reino _ sabe que? – me pongo en pie, corrijo mi ropa y me pongo frente a ella - Me encantaría conocer a las institutrices que su padre le consiguió – decirle es a una mujer es cuestionar su carácter _ las mejores del reino – me dice – pero yo no soy esas institutrices, señor – aclara – soy una persona diferente de ellas, una mujer que ha crecido reprimida bajo las doctrinas de la sociedad y que ahora por primera vez ve la luz del sol, puede ser quien quiere y no tiene que figurar ser quien no es _ ¿y quién eres? – me gustan sus palabras, problemáticas, pero reales _ soy Miranda, y solo eso quiero ser mientras este con usted – habla decidida – así que no tiene que decirme princesa, tampoco señora, no siquiera mi lady, eso dejémoslo para cuando regrese a palacio _ cuando usted regrese a palacio no podre decirle de ninguna forma – le aclaro – porque no puedo volver a entrar en palacio. Ese sería el fin para mi _ también es el fin para mí – sé dé lo que habla, ella es consiente de que ningún noble de prestigio querrá casarse con ella, y por ese motivo no podrá ser la siguiente en la línea de sucesión, si soy realista, termine con su vida _ lo siento Miranda – uso su nombre por primera vez – no podía hacer nada más _ no te estoy recriminando nada, imagino que si estuviera en su lugar, hubiera hecho lo mismo. – me alegra que lo vea de esa manera – un hijo siempre debe de ser lo primero – me acerco un poco a ella, se ve vulnerable, no física. Me refiero a de forma emocional, toco su mejilla y se torna roja bajo mi mano _ te prometo que te voy a proteger con mi vida, no voy a permitir que te suceda nada, y voy a intentar restaurar tu honor y tu estatus en palacio – eso es algo que no tengo idea de como cumplir, no e de una forma para conseguir que los miembros de la corte se olviden de este incidente y la dejen vivir en paz – te ofrecería casarme contigo – hablo en serio – pero ser la esposa de un oficial no estaría a la altura de una princesa – recuerdo que ya ni siquiera soy un oficial – y ni siquiera puedo ofrecerte eso, serías la esposa de un prófugo _ no necesito que restaures nada Capitán, estoy mejor ahora – se aleja, siento el tacto frío al quedarse sin el calor de su cuerpo – al menos ahora sé que si me caso será porque quiero, y porque mi esposo quiere estar conmigo, no tendré que vivir en un matrimonio que no quiero, teniendo que tener sexo con un hombre que lo mas probable es que ni siquiera sea de mi agrado - ¿tener sexo?, es la primera vez que escucho a una mujer hablar de algo así tan tranquilamente, siempre creí que ni siquiera les estaba permitido mencionarlo.
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