Capítulo 2 YONAS
Toda mi vida me dediqué a proteger al rey, un rey que no conoce a su pueblo ni sus necesidades. Un rey que en ocasiones es cruel y despiadado. En todo momento lo protegí, luche sus batallas sin rechistar, casi morí muchas veces por su causa y en todo este tiempo nunca le pedí nada; hasta hoy. Solamente le pedí una gota de su sangre, con eso salvaría a mi familia y a mí. Hace un par de meses fuimos víctimas de una hechicera, su maldición convirtió a toda la aldea en la que nací en bestias, hombres lobo para ser exactos. Mi pequeña hija también está entre los afectados, lo hable con él, le comente lo que me afligía y simplemente me dejo en claro que no es su problema, sé que iban a raptar a la princesa miranda, es una niña malcriada, pero tiene sangre real, así que preferí hacerlo yo y al menos asegurarme de que llega en una pieza, no creo que nadie más tuviera esa condescendencia con ella, gracias a su padre. Tengo que hablarle fuerte, no tengo intención de dañarla, sin embargo es muy rebelde. Casi tuve que obligarla a beber agua, la vi quitarse el velo y le di la espalda
- puedes salir de las sombras
Benji - él es mi aprendiz, el único que conoce el porqué hice esto, se acercó a mí
- capitán, el palacio es un desastre ahora mismo, todo el mundo te está buscando, y a ella. Además de los guardias hay bandas de ladrones detrás de ustedes
- eso también lo esperaba. No te preocupes Benji
- no entiendo como te atreves a decirle capitán - le dijo la princesa - después de lo que hizo no se merece ese título - Benji se arrodilló en el suelo, ella se le quedó mirando con incredulidad - sabes que no entiendo nada, me van a volver loca - tiene un temperamento bastante malo -llevame donde sea que tengo que ir y ya tráeme de regreso - me pidió o más bien me ordenó
- sus deseos son órdenes mi lady - con su mirada me demostró lo que pensaba de mis palabras y no creo que haya sido nada bueno, la lleve de regreso al camino y la subí en el caballo - ¿nunca había montado a caballo? - le pregunté. No me gudta hablar mucho, pero no quiero que tenga tiempo para pesar en tonterías
- no de este modo - respondió, no está muy abierta a la conversación
- ¿qué significa este modo? - insistí
- para comemzar jamás me raptaron antes, así que esta es la primera vez que monto a caballo con un delincuente al lado
- no es la primera vez que monta a caballo conmigo al lado, lo que siempre fui lo suficientemente insignificante para que me viera
- ¿por qué un guardia de palacio se atreve a raptarme? Algo me dice que tienes una buena razón - no tengo que decirle todo, pero si le adelanto algo a lo mejor deja de atacarme
- ¿salvar a mi hija de cinco años te parece una buena razón?
- ¿Tienes una hija? - no puede creerlo, o le parece extraño. No sé bien cuál de las dos es
- así es
- ¿entonces estás casado? - este tema no me gusta para nada
- viudo - respondí
- ¿de qué murió tu esposa - rasque mi cabeza
- prefiero no hablar del tema - decirle a la mujer que acabas de secuestrar que mataste a tu esposa no es la mejor idea, así lo hayas hecho para salvar a tu hija. Romina, la que fue mi esposa. Intentó asesinar a mi hija, solo para poder largarse con su amante. Por suerte esa noche estaba en casa y fui capaz de protegerla
- está bien - debo informarle algo que tampoco va a hacerle gracia
- ¿sabes que no puedo ir todo el camino andando cierto? - me mira sin comprender - en alfun momento debo subir al caballo
- ¿y pretendes que yo camine? - negué
- para nada es mi intención - fui capaz de ver en su cara cuando comprendió lo que yo quería
- no me voy a negar, si es lo que estás esperando, de cualquier forma sería inútil. Vas a hacer lo que te plazca - una chica inteligente, camine una hora más. Cuando mis pies estaban agotados subí en el caballo, estoy sentado detrás de ella. Pensé que se asustaría, que trataría de alejarse de mí, pero no lo hizo, simplemente se quedó quieta
- hueles a sangre - me dijo, supongo que tiene razón, yo no lo sé
- es posible, tengo sangre sobre mi ropa, relájate. Puedes dormir sobre mi pecho, no te dejaré caer
- acabo de decirte que hueles a sangre, por supuesto que no me pegaré tanto a ti - me encogí de hombros
- como quieras, solo intento ser amable - por más que intento no dormir sesucedio lo inevitable, calló rendida entre mis brazos, la acomode en mi pecho con mis manos a ambos lados de su cuerpo para evitar que caiga. Algo me dice que me voy a arrepentir de esto, de haberla sacado de palacio. Debí hacerle un pequeño corte mientras dormía para obtener su sangre y dejarla a merced de quien quisiera llevársela luego. Mi maldito sentido del deber siempre me mete en problemas
- señor - Benji aún nos sigue, el es el único apoyo que tengo
- habla, puedes decir lo que sea. Ella está profundamente dormida
- el palacio está bajo ataque, acabo de enterarme porque las tropas van de regreso, dicen que no creen que puedan resistir. Alguien aprovechó la situación, están intentando asesinar al rey - en otro momento hubiera corrido de regreso, pero un hombre como ese no se merece mi fidelidad, prefiero salvar a mi hija (mire a la mujer entre mis brazos) y a la suya
- no hables de esto cuando ella este despierta -le pedí a Benji
- claro capitán - respondió, a los pocos minutos lo perdí de vista, sé que está cerca, pero no lo suficiente como para ser visto