ENAMORADA DE MI SEXY DOCTOR

. Me levanto con el sonido de la alarma, son las 5:00 am y hoy es mi primer día dando mi servicio en el mejor hospital de urgencias del país. Me encuentro emocionada ya que estuve esforzándome todo el año para poder tener un cupo y hacer mi pasantía en el hospital de urgencias más concurrido de la ciudad. Me acabo de graduar como enfermera general gracias a mi abuela y mi tía que me estuvieron apoyando, realmente no sé qué haría sin ellas. Son mi motor por el cual sigo luchando cada día. Me levanto de la cama y voy directo al baño a hacer mis necesidades y bañarme. Normalmente, si fuera otro día, hubiese aplazado la alarma y me habría dormido otro rato, lo que haría que llegara tarde al hospital, pero hoy no haré eso. Hoy me arreglaré con tiempo, quiero estar presentable. Mi mamá siempre ha dicho que la primera impresión es la que cuenta y yo quiero demostrar cuánto empeño y dedicación le pondré a este año.Me acabo de graduar como enfermera general, gracias a mi abuela y mi tía que me estuvieron apoyando. Realmente no sé qué haría sin ellas. Son mi motor por el cual sigo. Termino de bañarme, me seco el cabello, el cual está largo y rizado, me llega hasta abajo de las pompis y es de color n***o. No recuerdo cuándo fue la última vez que lo corté, pero me encanta tenerlo largo. Me pongo ropa interior, un conjunto blanco un poco sexy. Siempre me ha gustado este tipo de lencería de encaje, es algo que me hace sentir tan sexy y deseada, aunque claro, no se lo enseño a nadie. Me pongo mi bata tipo vestido de enfermera, batallando para poder ponérmela por mis pompis y cadera. Después de pelear un rato con la ropa, me pongo mis medias y zapatos, me hago una coleta alta para poder lucir mi cabello, un poco de maquillaje, lo básico diría yo. Solo me hago las cejas, rimel, labial, unas chapitas, diría mami, y un pequeño delineado. - "¡Dayana, ya está el desayuno!", grita mami desde la cocina. - "Llegarás tarde si no te apuras", dice papá. Él siempre me ha llevado a la escuela y a donde quiero. Realmente no sé qué haría sin ellos. - "Day, apúrate, ya son las 6:40", menciona Aby, mi tía, la cual es como una hermana para mí, ya que solo tiene 7 años más que yo. Me siento a comer con mi familia y charlamos un poco. Sé que lo hacen para que no esté tan nerviosa el día de hoy. Dejo mi plato en el lavabo y subo nuevamente a mi recámara para volver a lavarme los dientes. Me pongo perfume y bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Ya son las 7 am, voy a buen tiempo ya que tengo que estar antes de las 8 en el hospital, pero aun así me gusta llegar antes, así intento hacer amigos, ya que me cuesta un poco socializar. Llego al hospital faltando 15 minutos para las 8, me dijeron que tendría que estar en el área de juntas para que nos den la bienvenida.Encuentro a Tessa, mi única amiga de la universidad, que también estudia enfermería conmigo. Gracias a los donativos de sus padres y los míos, obtuvimos 2 de los 4 cupos que se ofrecen para pasantes. - Day, tengo mucho que contarte - menciona Tessa. - Estoy nerviosa y entusiasmada - le contesto a Tessa. Tessa recibe una llamada y me hace señas para que suba, que ella me alcanzará después. Me dirijo hacia el elevador, soy la única en subir y justo cuando está a punto de cerrarse las puertas, veo una mano impidiendo el cierre de estas. Es un hombre bastante atractivo, me mira de pies a cabeza y me siento un poco apenada por su comportamiento. Sus ojos color miel y esa barba tan perfecta, su cabello es de color castaño. Lleva puesto un pantalón n***o y una camisa tipo satén de color azul marino, con los dos primeros botones desabrochados, lo cual me parece algo muy sexy. A pesar de que en el ascensor solo estamos él y yo, y hay bastante espacio, él se encuentra tan cerca de mí y eso hace que mi respiración se encuentre un poco agitada. Siento su mirada tan pesada observarme y justo cuando siento que no aguanto más, una mano toca mis caderas y eso produce un gemido de mi parte el cual me sonroja. -¿Se encuentra bien? Pregunta el bombón -Aja. Menciona torpemente. -No debería de gemir de esa manera. Podría volver loco a cualquiera. Dice él. Si ya estaba roja, este hombre ha hecho que me ponga peor que un tomate. Se acerca más a mí y siento su respiración en el oído, lo cual me editó demasiado. -No se imagina lo que yo haría para hacerla gemir más. Escupe este misterioso hombre. Y justo cuando pienso contestarle, se abren las puertas del ascensor y lo dejan a él en el 4 piso del hospital. Yo me dirijo al 5.º piso. Un encuentro bastante excitante, diría yo, y espero sea el único, ya que no sé qué pasó conmigo en ese momento. Me siento mojada y solo fue su mano en mí.