Capítulo 30

1772 Palabras

Punto de vista GASPAR El despacho estaba en penumbras, la única luz era la que se colaba entre las persianas. Llevaba horas sin moverme, con el nudo en el pecho cada vez más apretado. La imagen de Helena junto a Iván en la junta me quemaba por dentro como ácido. La puerta se abrió y Samuel entró con su discreción habitual. —¿Quiere que traiga algo? —preguntó con voz baja, como si temiera romper el aire pesado que me rodeaba. Negué con la cabeza. —Lo que quiero —dije, con la voz áspera— es entender cómo diablos me la arrebataron en cuestión de minutos. Samuel me observó en silencio, pero no necesitaba responder. Yo mismo sabía la respuesta: Octavio, Isadora, todos ellos habían armado la jaula. Me pasé una mano por la cara y solté un suspiro que no me aliviaba nada. —¿Sabes qué es l

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR