La Otra Vida de Karinna

9

Me quedé extrañada de las palabras de mi madre, no entendía porqué ese tipo querría casarse conmigo si hace años que no nos veíamos y realmente entre nosotros nunca paso nada importante a decir verdad por un momento pensé que ella bromeaba pero no, ¿cómo iba a jugar con un tema así?, la salud de mi papá no era una broma para ninguna de las dos, sabía que ella seguramente lo quería incluso más de lo que yo lo hacía.

—Mamá—contesté tranquilamente—ya no estamos en el siglo diecinueve ya no es necesario casarse con alguien para formar una alianza, deberían decirle eso... Quizás el desconoce las nuevas costumbres de la clase alta y cree que aún es como en la época de la burguesía.

—No creo que sea tan bruto—contestó ella—simplemente tu le gustas y ve una oportunidad perfecta para tenerte sin más... Es obvio que esto es algo que no podrías rechazar, él sabe cuanto amas a tu papá así que entra por ese punto débil dispuesta sentar cabeza de una forma un tanto deshonesta pero es lo que hay cariño—su gesto se apesumbro—las personas a veces se aprovechan de nuestras necesidades y las usan en contra nuestra, no te sorprendas así funciona el mundo.

—Mamá yo amo a Oscar—dije mirándola a los ojos—es mi chico, quiero casarme con él y formar una familia, mudarnos de esta ciudad, ejercer nuestra profesión y crecer juntos... Grayson Vallmonth no es nadie para mí.

—Sé que tu adoras a ese chico—murmuró, noté una fina película instaurada en el iris de sus bonitos ojos castaños, iguales a los míos—él también a ti—entonces las lágrimas se soltaron, como una presa fluvial que había estado contenida bajo demasiada presión y finalmente explotaba—todo este tiempo no ha hecho más que preguntar por ti, me visita y trae cosas mientras habla de los planes a futuro que tiene contigo—mi mamá parecía desesperada, no soportaba verla así—yo traté de lidiar con Grayson pero es demasiado tozudo.

—¿Entonces debo decirle adiós a mis sueños?—comencé a llorar a su vez—¿despedirme para siempre de la persona que me ha amado toda la vida y a la cual he correspondido después de tanto?, ¿a mis estudios, mis investigación, mis proyectos, mis informes... Los posgrados?—negué en silencio—mamá yo...

Ella me abrazó con fuerza, tomó mi brazo y me llevo al cuarto a descansar. Tenía la cabeza embotada de tanto pensar, me sentía enferma de pena. No quería decirle adiós a mi chico, no quería despedirme de la vida que tanto anhelaba. Me quedé dormida entre lágrimas, esa noche solo tuve pesadillas en la que veía mi muerte repetirse una y otra vez mientras escuchaba como mi esposo de aquella fatídica existencia pasada se burlaba de mí una y otra vez, el mismo bucle se repetía como si no hubiera manera de escapar de él.

A la mañana siguiente me despertó la voz de mi madre hablando con el ama de llaves, parecían sumamente tensas, mi estómago se encogió del terror y palidecí como un papel.

—Ha dado un ultimátum—sollozo mi madre desesperada—está mañana me ha llegado su notificación indicando que si Karinna no acepta el matrimonio en un plazo máximo de diez días entonces no tendrá la oportunidad de hacerlo luego y, por tanto, él no se hará cargo de los gastos médicos de su padre—quedé helada al escuchar aquellas palabras, sentí que un vacío horrible se instauraba en mi estómago—mi pobre niña, no sé que hacer al respecto... Quizás no debería decirle nada, incluso su papá prefiere no tratarse dice que él ya vivió que no puede arrebatarle a su hija la oportunidad de hacerlo.

—Señora, consulte eso con Karinna no les corresponde a ustedes decidir por ella.

—Mi hija es demasiado noble, sé que renunciaría a su propia felicidad por amor... Nos adora a ambos y...—la voz de mi mamá se quebró—me ha hecho ser la mamá más orgullosa del mundo, es la mejor niña de todas. No sé que hacer, ¿entiendes Eloisa?, es cómo estar entre la espada y la pared por un lado la felicidad y plenitud de mi pequeña pero por otra parte de la salud de mi compañero de vida. Nunca he amado a otro hombre—murmuró—y sé que jamás lo haría, él es mi mundo entero.