Secundina
La pasión de Elián
Primera parte: “Nuevo lazo”
“Cuando uno nace para ser un fracasado por más que te esfuerces nunca se deja de ser un fracaso”
Ese es el lema de mi vida, no estoy exagerando, veamos cuando nací hace muchos años, no diré cuántos, pero son muchos bueno los suficientes, ya me desvié de la narración, la cosa es que el día que nací al día siguiente mi madre murió antes que digan que fue mi culpa, no, no fui yo, el día que nací, mamá se enteró que papá tenía una amante, tanto fue su dolor que dio por terminar con su vida, su tristeza pudo más que su maternidad, por consecuencia papá se hizo cargo de mi hermana mayor y de mí.
Desde ese momento mi vida se quedó marcada, primero por perder a mamá y segundo por el nombre ¡digo! ¿en qué cabeza cabe nombrarme Secundina? Y de apellido García Anguamea, si está bien, le doy permiso de reír, incluso yo ya me rio de mi desgracia, bueno prosigamos., mi papá en acto de arrepentimiento decidió quedarse solo ser un viudo decente, nunca se casó y siempre que se presentaba decía García viudo de Anguamea, a lo que yo tuve conciencia de eso no dejaba de llamarle “viejo ridículo”. Como le decía ahí mi vida se marcó para siempre, prosigamos, la primaria, fueron los seis años más tragicómicos de mi vida esos malditos festivales del día de la madre en verdad que los llegue a odiar, durante once meses era feliz, todo era que llegara Mayo que mi tortura iniciaba, desde los anuncios de televisión, hasta las actividades escolares, ese mes tanto Dulce como yo nos enfermábamos, aunque papá sabía bien que no era así, él nos solapaban durante ese mes, no sé porque pero ese mes dolía mucho, ni la fecha de su muerte ni navidad dolía tanto como el mes de Mayo, lo seis años pasaron y por fin secundaria ¡sí! Secundaria, sin duda la mejor época de mi vida, la volvería a vivir tal y como la viví aunque en esa época me rompieron el corazón, como buena secundariana adolescente mi cuerpo cambio, pero no para bien es más sigo esperando que el pato se transformé cisne, mi uno setenta y cinco ayudo mucho, si, que sí, siendo de las altas, con esmero y entrenamiento para el segundo semestre ya pertenecía al equipo del básquetbol y no de la banca, no, de las oficiales, y así fue como conocí a el amor de mi vida o eso creía ¿cómo no? Si era el más alto de la escuela, fornido, cabello castaño oscuro, ojos color miel y su manera de jugar basquetbol robó mi corazón, tremenda decepción cuando me dijo que jamás, jamás andaría con alguien como yo, fea, gorda y burra o sea nada inteligente, con la poca dignidad que me quedaba recogí los fragmentos de mi tierno corazón , intente pegarlos en verdad que sí pero nunca pude por más que me esforcé tampoco ayudo mucho que en prepa Damián me dijera que jamás andaría con una mujer tan alta y que fuera campeona en lanzamiento de bala ¿Qué culpa tengo yo que el midiera uno sesenta? ¿y qué culpa tenía yo de ser buena en el deporte? Digo alguna gracia debía tener ¿no?, si no era bonita, ni inteligente para este punto de mi vida a mis diez y siete años odiaba mi gordura y mi estatura y antes de que me critique y diga nutriólogo, ejercicio etc, etc, etc le digo que corría dos kilómetros diarios caminaba quince kilómetros, tenía buena alimentación, pero nunca pude adelgazar, supongo que así ya era mi complexión física pero mi adolescente nunca lo entendió y para ser franca ni mi adulta tampoco.
Lo que tenia de buen deportista lo tenía de mal en el amor, así que resignada en que ese ámbito no era lo mío me concentre en seguir con mis entrenamientos tanto es basquetbol como lanzamiento de bala, llegando incluso a ir a los nacionales y pertenecer al equipo oficial de mi ciudad y de mi estado con orgullo puedo decir que pertenecí a la ola roja, en la universidad las cosas no cambiaron tanto, con mi historial deportivo hice prueba para el equipo de basquetbol de la facultad de Enfermería y Nutriología por supuesto y como era de esperarse quede entre las titulares, la cosa cambio cuando se hizo la selección para el quipo oficial de la Universidad, ahí si quede en la banca fui la jugadora número ocho pero no me importaba era de Las Adelitas para mí era mucho, entre los entrenamientos, las clases no tenía tiempo de pensar en el amor, de todas maneras ese señor y yo no nos llevamos bien, cierto día estaba yo muy a gusto haciendo una difícil tarea de anatomía, cuando un compañero se sentó a mi lado, por supuesto que no le puse atención, créanme cuando digo que el sistema nervioso periférico tenía toda mi concentración, entenderán mi asombro cuando el chico que estaba frente de mi me dijo “eres la chica más bonita de toda la facultad” alcé la mirada, no sé qué mirada le dedique que vi como se hizo para atrás, pero recuerdo bien que agarre mis cosas me levante del lugar no sin antes decirle “ve a burlarte de tu chingada puta madre”., al día siguiente tenía media facultad asombrada porque le dije eso a Prudencio que por cierto era modelo, baterista de su grupo de rock y estudiaba nutrición, pero vamos ¿Quién me puede culpar por no creer en sus palabras? O si , como ya sabe que soy “alta” y gorda, blanca, ojos grande sin exagerar color café oscuro, cabello castaño oscuro ondulado , nariz recta, labios carnosos y delineados natural eso si los labios y mis ojos eran mi mayor orgullo, como dije gorda pero no de las bonitas, si, ya saben de las que tiene la cintura marcada, buen pecho y buena nalga, no, más bien yo era o soy como un cilindro redondo, plano con curvas cóncavas, si, así soy yo, ya que lo pienso bien creo que lo único bonito en mi era o es mi rostro, prosigamos, aduras penas y después de cuatro años por fin termine mi licenciatura en enfermería, de ahí a mi año de pasantía, prácticamente ser esclavo del personal de base y he de decir que ese año fue un buen año creo que es lo segundo mejor que me ha pasado y de nuevo lo volvería a vivir, ahí conocí a mi mejor amiga Esther Cantú mejor conocida como Tete o si, la famosa Tt, vivimos juntas, íbamos al cine, a bailar a todos lados andábamos juntas, y en mi servicio social conocí al Doctor Rojas, literal se me caía la baba cuando lo veía y eso hacia reír mucho a Tt, para mi desgracia el doctor supo que babeaba por sus huesitos ¡peroooo! A diferencia de otras ocasiones, no me dijo ni fea, ni burra, ni gorda, no nada de eso, solo dijo, eres muy joven para mi ¿Qué? por amor de Dios, solo me llevas diez años, nunca dejó de ser amable y gentil conmigo, no de hecho nos hicimos amigos, también de Lujan, aunque nunca fui novia de un médico si hice buenos amigos, incluso ayudaron un poco con mi auto estima que la verdad si andaba por los suelos mmm…si…creo que sigue así de baja, termine ese año con buenos amigos que hasta la fecha conservo.
Pasaron los años tres y conocí al causante de mi desgracia, si mi corazón estaba pegado él termino de romperlo, también mi estabilidad emocional, me paso lo que, a muchas, caí ante su labia, su guapura, creyendo que era amor, y ¡saz! Se fue cuando yo tenía seis meses de embarazo, destrozada, derrotada ya no quería saber nada de nadie, ni de la vida, creo que así se debió sentir mi mamá cuando papá le rompió el corazón, sacando fuerza de flaqueza, con ayuda de mi hermana, mi papá y mi abuelita puede salir que seguí adelante, llego el gran día, y después de tres pujidos y medio nació Emilia o si jajajaj si yo tengo nombre exótico mi hija también, di gracias y las sigo dando por que no se parece a su padre aunque hay días que es su viva imagen pero bueno nada es perfecto ¿ o sí?, mi nueva etapa como mamá soltera inicio esta vez cero, amor puso sexo, o si, a mí la depresión medio teniendo sexo con cualquiera que se me pusiera enfrente, mi vida se hizo un caos, cuando mi hija cumplió siete años conocí a un hombre mayor que yo dos años, de nombre Fernando, que me la canto de frente “soy casado, me gusta andar de cabrón ¿le entras o no?” y yo juega, va, salimos tres meses, durante ese tiempo, él pago los recibos de mi casa, compro la despensa e incluso le compro ropa a mi hija y eso que nunca puso un pie en ella, porque seré o más bien fui la más puta de las putas pero nadie que no fuera mi papá o mis tíos entraban a mi casa, con Fernando llore amargamente por el incausto aquel, pero siempre encontró la manera de levantarme la moral “no sé porque le lloras a ese pendejo teniéndome a mi “ eso hasta la fecha me sigue sacando una sonrisa, aunque ya no andamos, nunca nos dejamos de hablar, no , como él es abogado me ayudo cuando el donador de esperma me quiso quitar a mi hija, Fernando salió al quite y casi lo manda la cárcel solo porque yo no quise y como enfermera que soy me a tocado ayudarle cuando sus hijos tiene fiebre o cosas por el estilo y no, no es que yo entre a su casa no, no, es más ni conozco a la esposa todo es por teléfono, w******p, yo trabajando en hospital privado me toco atender a sus padres en quirófano primero a su papá lo operaron de la vesícula, después a su mamá de una fractura en el brazo izquierdo, como ven somos más amigos que otra cosa aunque a veces me nada mensajes subidos de tono.
Mi hija ya de diez y seis años yo de casi cuarenta y uno seguimos solas, a estas alturas de mi vida rezo todos los días a cuanto panteón me digan para que ella tenga una mejor vida que la mía , pido que no sea un fracaso de mujer como su madre, todo indica que va por buen camino, va bien en la escuela, es friki, hace cosplay eso antes de la puta pandemia aunque a ella le cayó como anillo al dedo, no sale de casa y doy gracias por que heredo un cuerpo que no es de mi parte, supongo que eso se lo debe a su chingado padre, eso si nunca le hablo mal de su padre ¿para qué? Suficiente con lo que ella ha sufrido con las burlas de su compañero como para que yo la lastime hablando mal de él, algo que también debo agradecer es que como es solo mía, no tiene los apellidos paternos no batallo para nada ya tenemos pasaportes y visa lo que no tenemos es dinero y es por eso que a dos años de pandemia sigo haciendo doble turno y ese el resumen de mi vida ¿Qué le parece Doctor Makris?
El nombrado estaba viendo el papel que sale del electrocardiograma, toma el pedazo de papel con los resultados.
_Hora de función - checa la hora- cuatro y treinta de la madrugada. Sobre lo que me has contado estás muy rota. Nadie te va a querer así. - la abraza por detrás- pero para eso me tienes a mi.
_Se que estoy rota - se deja apapachar por el médico- gracias por ser mi amigo.
_Sabes creo que debes volver a nacer para que la perspectiva de la vida te cambie.
_Supongo - ella empieza a retirar sondas y catéteres- las etiquetas , las hago yo o tu.
_Ya las tengo - se las da- ya puedes llamar al camillero que se lleve el cadáver a incinerar, avisare a sus familiares.
_Si doctor, otro más que se nos va.
_Así es esto. ¿En qué piensas?
_En que le tengo envidia ha querido cadáver.
_¿Quieres morir?
_Con todo mi corazón.- los ojos negros del medico la ven con tristeza-
_Secu, querida mía, piensa en Emily, esa niña te ama.
_Será más feliz sin mí, ella adora a su tía, si la viera cuando está con ella me daría la razón.
_No lo creo, ya la he visto y ella se desvive por ti.
_Si no fuera que el suicido no dan los seguros de vida, hace mucho que lo hubiera hecho.
_Por lo que más quieras no digas eso, aunque no lo creas, hay gente que te ama, se preocupa por ti, cierto es que no es un amor como el que desearías pero es amor.
_ Si eso es verdad porque me siento vacía.
_No lo se cariño mío pero lo vamos a averiguar, te llevaré con un profesional, pero quiero que esa idea no aparezca mas en tu cabeza.
_Un año en tratamiento psiquiátrico tuvo sus frutos, aunque esa idea siempre está latente en mi cabeza.
_Espero no lo hagas.
_La humanidad ni va a sentir mi perdida, no soy buena madre, ni buena hija, ni enfermera y ni se diga mujer, entonces si no sirvo para nada ¿qué hago robando oxigeno? ¿qué hago aquí?
_Espera a que algo sorprendentemente bueno llegue a tu vida, algo que llene ese vacio.
_Ya solo espero mi muerte, es lo único que espero. – suspira- salgamos ya debemos entregar turno.
_Si, claro. Secu, saliendo vamos por Emily a casa de tu padre, que se lleve la laptop para sus clases, mi casa es muy grande- Es ella quien lo abraza- mientras tu vivas siempre estaré a tu lado.
Se llega la hora de la salida, todos en el checador esperando con ansias, dan la siete y treinta de la mañana se hizo la desbandada, Secundina sale más tarde después de bañarse, sale audífonos en orejas a todo volumen, va cantando no a todo pulmón, pero si para ella, pasa por un lado de varios trabajadores da los buenos días, espera a que llegue Darío Makris, amigos desde hace ya ocho años, desde la primera noche que se conocieron tuvieron química y eso era algo muy notorio. Ve venir a su amigo, delgado, alto de un metro con noventa y dos centímetros, blanco, cabello y ojos negros ,nariz recta, labios delgados con un delineado natural color rosa pálido, tiene una cicatriz en la mejilla derecha era como un rasguño pero eso no le resta belleza, llega a su automóvil, le abre la puerta a su amiga le hace una caravana, ella le responde sube al BMW sedan 2020 rojo metálico. Cómo dijo Darío, van por la adolescente que en cuanto ve al médico corre a abrazarlo " papá Darío" él la cargó un poco le da un beso en la mejilla derecha le tiene esa confianza ya que lo conoce desde que tiene casi seis años y ya tiene catorce. Los tres se van a la casa de Darío, al llegar Emily va directo a la biblioteca para iniciar sus clases en línea, Secundina a la cocina y Darío a bañarse.
_ - Entra Darío a la biblioteca con el desayuno para la chica - Te acabas todo, ya tu mamá se va a dormir, no quiero que la estés molestando.
_ Si papá Darío, no papá Darío. Descansa también tú.
_ Lo haré, gracias.
_ Darío - cierra la laptop, el joven la ve- ¿ Que son mi mamá y tú, amigos, amigos con derechos, novios, amantes?
_ Solo amigos.
_ No te gusta por qué es gorda ¿ Verdad?
_ No es eso, tu madre es una mujer maravillosa, pero no la amo de esa manera.
_ ¿ Entonces? No comprendo.
_ Tú madre despertó en mí el deseo de cuidar de ella, ya ha sufrido demasiado, ha pasado por mucho ella sola, ya era hora de que tenga alguien que le brinde su apoyo y cariño sincero y eso le ofrezco con mi amistad. Su físico no me importa, pero a ella sí.
_ Buena respuesta . Gracias por querer así a mi mamá.
_ De nada hija Emily, por cierto a ti también te amo mucho, como si realmente fuerzas mi hija.
Los adultos duermen mientras la adolescente está en clases, se llega la tarde ellos despiertan, mientras Darío se ejercita, Emily hace tareas, Secundina lee un libro, rápido se llega la noche, madre e hija van a dormir, Darío sale al patio trasero a esperar, su mirar viaja de un lado a otro hasta que ve llegar a quienes pacientes esperaba, al verlos retira sus ropas ya desnudo, levanta la mano derecha, los uno de los recién llegado lo toma la mano del médico se van del lugar.