Llegué muy temprano a la oficina, pero jamás le ganaba a Gene mi secretaria. La saludé y como de costumbre me acompañó a mi oficina, después de entregarme mi agenda, se marchó. Comencé muy temprano a ponerme al día en cosas sobre compras y pagos, tenía que revisar muchos de los trámites de los negocios de Rob. Casi media hora después, alguien ingresó a mi oficina. ―Mathew, ¿tan temprano en la oficina? No me digas que siempre vienes a esta hora. ―No, no siempre. ―Y yo que quería sorprenderte ― Exclamó con cierto sarcasmo ― ¿Y de malas también? ―No, claro que no. Es sólo que algunas cifras están algo elevadas. Lo siento. Buenos días, Rob, me alegra que hayas venido a buena hora, de no ser así te habría sancionado. Suspiró profundamente y se sentó en la silla ante mi escritorio. ―Mat

