ALFA MATTHEW —Ya está amor, ya pasó lo peor —le digo a la mujer temblorosa entre mis brazos. En este momento está agotada, está sin fuerza y hasta dónde sé es normal en una loba, así que supongo que las repercusiones en el cuerpo de Cassandra deben ser un poco mayores, aunque espero que no tanto. —Estoy muy cansada —me dice mientras pelea tratando de que sus ojos no se cierren. —Lo sé preciosa, ¿cuánto tiempo más estará dormido tu padre? —pregunto cauteloso para saber que tanto la puedo dejar descansar, pero su respuesta no llega. Cassandra está profundamente dormida en mis brazos, así que la llevo hasta la habitación y la dejo en la cama para que descanse un poco. Me acuesto a su lado y la observo dormir. Mi lobo y yo estamos contentos, ella ya es nuestra, ante nuestra r**a ella ya

