capítulo 3

1360 Palabras
Me reprendo mentalmente. Diana este tipo es un loco que te secuestro, y te tiene aquí quién sabe con qué motivo. _ me gusta ese vestido, y no veo la hora de poder verte con los otros vestidos que te compre. Me quedó mirándolo sorprendida, y atónita por la sonrisa que tiene en este momento. _ ¿Por qué traes una máscara puesta? Su sonrisa se hace más amplia mientras y luego me contesta. _ no creo que te gustaría ver que hay debajo de está máscara, y lo es más conveniente es que sea así. Quiero liberarte después de que cumpla mi propósito, por lo que sería mejor mantener el anonimato. _ ¿Qué es lo que quiere? Si es dinero le aseguro que mi padre se lo dará. _ no quiero dinero, el que tengo me basta y me sobra. _ ¿Entonces qué es lo que quiere? Camina hacia mí, y yo me quedo embobada observándolo, y es que su presencia me estremece. Él transmite un aura de poder y superioridad. _ a ti, en mi cama. _ dice en mi oído y luego siguió su camino directo hacia donde esta la mesa. Las piernas me flaquearon en ese instante cuando hablo cerca de mi oído. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo en ese instante. Ahora mismo estoy en el mismo lugar de pies, atónita por lo que el enmascarado me acaba de confesar. La duda que embarga mi mente es si piensa abusar de mí este pervertido. _ piensas cenar de pies_ dice y giro mi rostro para enfrentarlo. _ no tengo hambre me iré al cuarto donde me tienes encerrada. No quiero estar cerca de él. _ no creó que no tengas hambre, así que ven y siéntate, la cena la servirán dentro de poco. _ no deseo, comer nada en este momento. _ en verdad tengo hambre y mi estómago ruge en este momento, pero prefiero quedarme sin comer antes de estar cerca de él. _ está en mi casa y aquí se hace lo que yo digo, sé que me mientes, porque tienes miedo de mí y te felicito porque así es como debes de ser, pero no comeré solo, por eso te mande a buscar, así que deja esa de que no quieres comer y siéntete a la mesa de una maldita vez. _ no grito para decirme todo eso, pero el tono que uso fue amenazador, advirtiéndome que si no hago lo que me dice la pasaré muy mal. Sin más remedio camino hacia la mesa para tomar asiento, claro en un lugar lo más lejos posible de él. _siéntate aquí a mi derecha cerca de mí. Suspiro y me dirijo hacía donde me indico y me siento. _ este será tu lugar, y espero verte aquí cuando sea la hora de la cena, entendiste. _si_ digo en un susurro. _ no te escuche, así que repítelo de nuevo. _ si. _ sí ¿Qué? Maldito, bastardo. _ sí, entendí. _bien, espero que desde ahora hagas caso a lo que te pida. _ ¿Y si no, ¿qué? _entonces, tú y tu familia sufrirán las consecuencias. Y ahí todo mi mundo se fue al suelo, él sabía quién era yo, sabía sobre mi familia y dañaría a las personas que amo si no cedo a sus caprichos, pero cómo?, cómo haré para ceder a lo que me pida?, de donde sacaré el valor para hacerlo. Al poco tiempo llegaron con la cena que se veía realmente deliciosa, pero no me apetecía comer nada y el hambre que tenía se había ido al suelo, con las amenazas que acababa de recibir. Pusieron frente a mí la cena, pero solo me dedique a revolver todo en el plato sin probar ni un solo bocado. _ come, es fastidioso tener a alguien, que solo se dedique a desperdiciar la comida, además necesitas comer. _ ¿Es una orden? _lo es, si así lo quieres ver. Tomé el tenedor y comencé a comer, de muy mala ganas. La cena transcurrió sin que ninguno de los dos dijera más nada. De vez en cuando, lo miraba disimuladamente y es que algo en el me atraía, a pesar de ser un loco secuestrador. Durante el postre me estuve preguntando como sería su rostro sin esa máscara o si tendría una cicatriz en su rostro o simplemente la usa para que si un día lo encuentro en la calle no lo pueda reconocer. _ ya puedes retirarte vete a tu cuarto. _ dijo y se puso de pies, para luego salir del comedor dejándome sola. Esta es la oportunidad perfecta para escaparme sin que él se dé cuenta, se ha ido y me ha dejado sola pensé en ese momento mientras me ponía de pies. Camino hacia la puerta que da a la salida del comedor, con el plan de salir de aquí. Cuando salgo al pasillo no hay nadie, ahora puedo decir que la suerte está jugando a mi favor. Me quito los zapatos, para hacer menos ruido. Puedo ver una puerta que de seguro es la de entrada y la que me sacará de este lugar. Camino hacia ella, y cuando llegó tomo el pomo entre mi mano derecha y procedo a girarlo, para abrir la puerta. _ sí intentas escapar olvídalo, estamos muy lejos de la civilización y ahí fuera está muy frío, moriría antes de llegar a algún lugar. Siento como sé me ponen los pelos de punta al escucharlo detrás de mí. _ me quiero ir de aquí. _ digo, pero sin el valor de mirarlo a la cara. Escucho sus pasos mientras se acerca a mí. Siento que me toma por la nuca y luego pasa una mano por mi estómago. Me sostiene y me atrae hacía él. Para susurrar en mi oído. _te irás, pero cuando yo diga. _ me suelta y clava sus verdes ojos en mí. _ señorita Smith escolte a la señorita McGibe a su cuarto por favor. Cuando miro hacia la izquierda veo a una mujer vestida completamente de n***o, que se acerca hacía mí y al igual que el pervertido tiene un antifaz puesto. Es que acaso estamos en un club de enmascarado. Me tomó por el brazo y me guio hacía el lugar donde me encierran. _ tienes que gustarle mucho, para que él se alga tomado la molestia de tenerte aquí contra tu voluntad. Dice la tipa ésa que me trajo. _ yo no le gusto, como el tampoco a mí, ese hombre lo que es un loco pervertido. _ digo enojada. _como mar. Si tú quieres irte de aquí, te recomiendo que te porte bien y haga lo que se te pida. No dije nada y solo me quedé mirándola fríamente. _ hoy, él no tiene nada planeado para ti, así que descansa. Salió del cuarto y cerró la puerta tras ella, poniéndole el seguro, para mantenerme aquí atrapada. No quiero obedecer sus órdenes y capricho, pero la situación me indica que no tengo muchas opciones al respecto, quizás podría decir que no tengo ninguna opción. Camino hacía el clóset, y busco algo de ropa, para dormir. Todo lo que hay es lencería muy fina y cara. Mis ojos y mis manos buscan por todo el lugar algo decente, para dormir, pero todo aquí es porno. Solo hay tangas, brasier transparente y muy exhibidores, hay babydoll transparente y diminutos y casi todo es de encaje. Escogí un babydoll rojo que era un poco más largo que los demás, llegando a casi la mitad de mis muslos, claro que no todo es alegría, ya que tiene la espalda descubierta casi por completo. Fui al baño y tomé una relajante ducha de vente minutos. Salí de la ducha, sé que mi cuerpo y me puse el no tan, pero si sexy babydoll con una tanga del mismo color. Me dirijo a la cama y me meto bajo la suave sábana. Estoy en otro lugar lejos de mi familia y de todos mis amigos, tengo que pensar en la forma de como escapar de aquí. Cierro mis ojos y dejo que el sueño me invada.
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