capítulo 2:

1316 Palabras
Estoy acostada en la cama pensando en la forma de como escapar de este lugar. Cuando él se marchó y me dejó sola traté de abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave, luego quise abrir una ventana, y todas estaban serrada. Me tiene total y completamente atrapada. Escucho unos ruidos en la puerta al parecer alguien va a entrar, me siento en la cama en espera de quien se trate. La puerta se abre y una Señora de bastante edad entra y a diferencia de las demás personas que he visto en este lugar ella no cubre su rostro. _ hola preciosa _ dice mientras me dedica una sonrisa. _ ¿Cómo estás? _ no creó que alguien que alga sido secuestrada se encuentre bien_ le respondo. _ tienes toda la razón _ suspira y me mira atentamente, para luego decir_ él no es mala persona y si te tiene aquí sus motivos tendrá. _ así y ¿Cuáles son?, por qué yo a él no lo conozco y ni siquiera he visto su rostro. Y además quiere aprovecharse de mí. Se queda mirándome prácticamente unos minutos sin decir absolutamente nada. _ el señor la espera para la cena, en el clóset hay ropa y detrás de esa puerta está el baño, dentro de una hora y media vienen por usted, dese rápido y no lo haga espera, no creo que lo quiera hacer enojar. Dicho esto, da la vuelta y sale serrando la puerta detrás de ella. Camino a rededor del cuarto donde me encuentro y decido al final de todo seguir el consejo de la Señora y me dirijo al clóset. Cuando lo abro me encuentro con muchos vestidos de diseñador, hay faldas, blusas, pero nada de Jean. Abro algunas gavetas esperando encontrar ropa interior, y la encuentro, pero la que hay son, muy sexy. Decido dejar de buscar y selecciono un vestido color n***o y la ropa interior más decente que pude encontrar. Todo aquí es transparente y las bragas son unas miniaturas. El vestido tiene un gran escote en forma de v que deja al descubierto mis pechos, mi espalda está al descubierto ya que también el vestido tiene un enorme escote y este llega hasta mis caderas. Si este vestido es el más decente, ya pueden imaginarse los demás. Me pongo lápiz en los ojos y pinto mis labios de rojo pasión. Es el único color de labial que había. Dejo mi pelo suelto, para que cubra parte de mi piel desnuda. Gracias a Dios que no me corte el cabello el mes pasado. Me subo en unos enormes tacones y dé después de estar lista decido salir para volver a ver al hombre que me tiene aquí secuestrada. Toco la puerta del cuarto donde me encuentro y un hombre vestido de n***o la abre. Este me guía por un pasillo hacía unas escaleras y yo lo sigo, abajo puedo ver un hermoso salón con muebles modernos, pero con un estilo campestre. Seguimos caminando y llegamos hasta unas puertas que dan paso a otro salón, abre la puerta dejándome ver un imponente comedor para diez personas es bellísimo. _bienvenida señorita McGibe. Giro mi cabeza y veo a un hombre que me da la espalda. _ ¿Usted quién es? _ pregunto al hombre que a un no se digna a mirarme. _ soy quien la tiene aquí bajo mi voluntad. _ eso fue lo que me dijiste en el cuarto hace unas horas, no será que eres un enfermo, sicópata que me tiene secuestrada. Lo escuche reír, mientras tomaba de una copa que traía en su mano derecha de la cual no me había dado cuenta. Pensé que se giraría, para darme la cara y enfrentarme, pero el muy maldito ni se inmutó. Siguió mirando por la ventana mientras hablaba. _ veo que tendré que domar a una fiera, pero me encanta la idea. Le da más emoción a la situación. _ por qué no me mira a la cara y me dice lo que quiere, así nos dejamos de rodeos de una vez por toda. Escuche una tremenda carcajada salir de su boca lo que me provoco más rabia a un. _ yo veré su rostro, pero usted el mío no, además ya le dije lo que quiero, y es a ti en mi cama. Pero qué mierda está hablando este tipo. _ ¿Qué? ¿Acaso piensa cubrirme los ojos Para que no lo vea? Y sobre lo otro déjeme decirle que eso está por verse. _ no cariño, tu podrás ver todo lo que tú quieras, pero menos mi rostro. No te voy a cubrirte los ojos por ahora. Tampoco dudes que serás mía. ¿Qué es lo que este hombre está tramando? ¿Qué es lo que él quiere de mí? Acaso será dinero, a un que él parece tener mucho, o será solamente violarme. Pero él ni siquiera, sea dignado a verme a la cara para decirme todas sus estupideces, está ahí de espalda mirando no sé qué. Estoy aquí contra mi voluntad, lejos de mi familia, y no tengo idea si estoy en mi país o fuera de él. Tengo que buscar la manera de salir de aquí. Camino hacía una esquina tratando de ubicarme en una mejor posición, y que me dé un buen campo de visión. Quiero saber quién es. _estás desesperada, por verme_ detengo mis pies, y me quedo atenta a sus palabras. _ no te desespere Diana verás lo que yo te permita ver cuando tenga el deseo de hacerlo. En su tono al hablar puedo sentir un toque de diversión por la situación que estoy viviendo en este momento, pero claro cómo no, si él es el responsable de todo esto. Miro a mi alrededor, y noto que el dueño de este lugar es un hombre muy rico, todo lo que hay aquí, es de buena calidad y costoso. Mientras mis ojos divagan por el lugar y sigo de pies en el mismo lugar donde me detuve, dirijo mi vista al individuo que está de espalda frente a mí. Comienzo a recorrerlo de arriba hacia abajo y viceversa. No que a pesar del traje se puede ver que se ejercita se pueden notar unos fuertes brazos, tiene la espalda ancha y su estatura es prominente, el pelo es n***o no muy corto y lo tiene peinado hacía atrás según lo que puedo notar, no puedo distinguir el color de su piel bien, y la mano que sostiene la copa con su bebida me deja ver muy poco, la otra mano la tiene en el bolsillo delantero, pero se nota que tiene un buen cuerpo. ¡Mierda en que estoy pensando! Diana déjate de estupideces y concéntrate. Me gustaría saber qué es lo que tanto mira por la ventana, y no se gira de una buena vez. Ya estoy cansada de estar aquí de pies. Escucho pasos de alguien acercándose. Por la puerta entra la misma Señora que fue a verme hoy al cuarto donde me tienen encerrada. _ señor la cena ya está lista_ dice la señora, que si no fuera cómplice de este loco seríamos amigas, parece una persona agradable. _ bien pueden servirla dentro de cinco minutos. _ como usted diga. _ dio media vuelta y salió por dónde vino. De pronto el hombre que está frente a mi comienza a girarse, dejándome ver quien es mi captor, pero para mi sorpresa él trae un antifaz al igual que está tarde y solo deja al descubierto lo boca y una parte de su mejilla derecha, es algo así como el fantasma de la ópera. Puedo darme cuenta que tenía razón cuando supuse que tendría buen cuerpo, porque realmente lo tiene y esa máscara lo hace ver sexy y misterioso, cosa de la que no me di cuenta cuando lo vi hace unas horas. ¡Pero qué carajo! 
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