Clayton —¿Qué demonios me poseyó para ofrecerme a preparar la cena? —exclamé en medio de la cocina, gritando a Peter por el altavoz mientras miraba el techo. La profunda voz de Peter estalló en carcajadas. —Mi suposición es el ego, posiblemente la arrogancia. La pregunta es: ¿qué sabes cocinar? —Bistec y papas. Puedo asar cualquier cosa. —Sonó patético incluso para mis propios oídos, pero era quisquilloso y todo sabía mejor en la parrilla—. ¿Alguna idea? —El pescado es saludable y fácil de asar, además tienes tiempo de sobra para atrapar unos cuantos antes de esta noche. Empieza por ahí. Miré el teléfono con incredulidad. —¿Eso es todo? Pensé que serías más útil, considerando que pasas todo tu tiempo con Abigail. —Oye, prueba con Google. Escuché que saben casi todo. —Muy gracioso.

