Las lágrimas caen por mis mejillas combinandose con las gotas de lluvia, mi ropa empapada y el frio se cuela en mi interior.
La caminata sin sentido no funciona, tengo tantas ganas de preguntarle porque no lucho, porque no peleo por lo nuestro, porque se rindió tan fácil, porque no lo enfrento como siempre prometimos hacerlo. Si tan solo se hubiese apoya en mi esto no estaría pasando, las horas pasan y el sentimiento no se va, siento mi cuerpo temblar y ya no se si es por el frio o por sus palabras.
—Esto se terminó, lo nuestro no va para ningún lado.
Él no era lo que me decía ser, donde está el amor que juraba tenerme, donde está el hombre del que me enamore.
Cierro los ojos con fuerza y me pongo de cuclillas esperando que el temblor de mi cuerpo se detenga en cualquier momento, odio sentirme así, odio ser vulnerable ante él, odio el no poder estar con él ahora mismo, odio quererlo tanto, pero sobre todo me odio por amarlo de la manera que lo amo.
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